Ridiculous ; j.jungkook

✏004

✏Jungkook POV✏

"No dejes que los demás sepan que te ha dolido."

Esta frases siempre la decía mi madre. Y puedo aseguraros que a veces es lo correcto.

Ser sensible y enseñar lo que sientes hacia la gente que quieres no es lo mismo que dejar florecer tus sentimientos delante de la gente que te hiere a propósito...

-Estoy en blanco... otra vez. -eran las 3 de la mañana y llevaba desde las 11 trabajando en un sola entrada.

Estaba seco, totalmente agotado y ya llevaba dos días sin responder ni ver ninguno de los mensajes que los lectores me dejaban.

Me levanté de la silla, cayendo sobre mi cama mientras dejaba mi mente fluir.

Era realmente tarde y los párpados empezaban a pesar del cansancio. Hasta que escuché mi teléfono vibrar.

Lo agarré, encontrándome con la notificación de un correo basura. Lo abrí de todas maneras y volví a revisar el mail de esta mañana.

Consulta. (1)
-¿Ayudame? Estudiante de segundo de preparatoria.

~Hola, hace unos días publicaste una entrada donde pedías ayuda para alguna sección del blog.
Quería proponerte esto: un consultorio regular.
Algo donde cualquiera pueda enviarte un askbox con alguna pregunta y tú contestarla de la manera más amplia que quieras. Espero que te ayude.

Ahora me gustaría pedirte ayuda. Tú blog siempre me inspiró mucho y me ha hecho luchar muchas veces, pero esta vez quiero una solución o al menos un consejo. Es mucho pedir y soy consciente.

Siempre he estado sola. Completamente sola desde que murieron mis padres. Mi tía y mi hermano casi nunca están en casa y cuando es mi cumpleaños o Navidad mi hermano a veces aparece. Hace tiempo empecé a salir con unas chicas, pero nadie en mi clase se había relacionado antes conmigo, así que me hizo feliz que vinieran a mí. Pero al final del cuento todo acabó en burlas.
Ahora hay un chico que está mañana me propuso ser su amigo y interiormente he entrado en pánico.
¿Debo confiar?

Muchas gracias JeonMi~ eres genial. ¡Fighting!

-¿Kim Sohee? -ese fue mi primer pensamiento. -No, no puede ser. -volví a releer el correo pensando en cómo relacionar a Kim con esto.

Me levanté de la cama, colocándome encima una sudadera y salí de mi habitación, silenciosamente como si fuera un impulso.

La verdad no sabía ni por que me había levantado de esa manera de mi cama y ni de por qué ahora estaba saliendo a la calle a las tres de la mañana. Pero quería despejarme.

Estaba en blanco, nada y absoluto era lo que tenía en la cabeza y en el blog. Aparte del mail de una seguidora.

Me daba vueltas la cabeza, eso era lo primero que noté al empezar a caminar entre la brisa fresca y liberante de la calle. Era tan pura que me dolía.

Dejé que mis pies me guiaran por el barrio. Todo estaba oscuro y lo único que brillaba eran los faros.

Quería negarlo y desmentirlo en mi cabeza, pero sabía dónde me estaba dirigiendo.

En un minuto acabé de recorrer el ancho parque del barrio y llegué a una casa modesta de dos pisos y techo negro carbón. Había una pequeña luz que venia de una de las ventanas del piso de arriba. Era débil, pero visible.

-¿Qué hace despierta a estas horas? -me pregunté a mi mismo.

Avancé hacia el timbre y sin pensarlo dos veces piqué.

Esperé dos minutos de margen. Pero ninguna reacción. Esta vez piqué dos veces. Sabía que estaba despierta y estaba evitando abrir la puerta. No hubo respuesta. Volví a picar y sin más la puerta se abrió, mostrándome la misma imagen de Sohee pero en masculino.

-¿Qué quieres niño? -contestó esa réplica de Sohee.

-¿Sohee?

-No soy ella, soy su hermano. ¿Eres su novio? -preguntó molesto.

No sabía que responder. Claramente me había dejado llevar por ese mail que mi cabeza interpretó como un grito de auxilio de Kim.

"Jungkook, no seas idiota. Responde que no y marchate"

-No. -respondí finalmente casi logrando mi objetivo.

-¿Y que haces aquí, preguntado por mi hermana pequeña? ¿Eres de esos que stalkea a las niñas para utilizarlas como juguete? O ¿eres un fetichero de esos? -no se cortaba ni un pelo (como una que yo me sé) al preguntar todo ese tipo de cosas y sin plantearse que yo era, al menos, un amigo de su hermana.

-Taehyung ¿qué pasa? -escuché una voz detrás de chico.

Este se giró a la oscuridad del puso y contestó.

-Un amigo tuyo a venido. -bueno, al parecer sí se lo plateó.

-¿Qué amigo? -contestó acercándose y encontrándose conmigo. -Ah, sí. Amigo. -suspiró y empujó a Taehyung dentro. -Buenas noches. -Y cerró la puerta.

"Jungkook eres imbécil".

~

-Bueno días... Kim. -saludé desde el porche de mi casa, viendo como está pasaba de largo.

La seguí y la paré como el día anterior.

-¿No vas a mirarme? -cuestioné mirándole a los ojos.

-¿Qué hacías a esas horas delante de mi casa? Tengo familia, por si no te has dado cuenta. -replicó malhumorada.

Obviamente no iba a dejar que mi identidad femenina apareciera y estropeara esto. A lo mejor se enfadaría más de lo que ya estaba.

-Lo supuse.

-¿Entonces? -preguntó de nuevo.

-Estaba dando vueltas por el barrio y quise saludarte. - no cuela ¿verdad?

-¿¡A las 3 de la mañana!? -no ha colado. -Eres increíble Jeon.

Se giró y salió hacia la parada de autobús.

-¡Kim! Es verdad. -grité mientras salía corriendo detrás de ella. -Por cierto, tu hermano es muy guapo. Incluso con el pijama de pororo se veía bien.

-Es heterosexual, con novia. No tienes nada que hacer. -me miró mal y siguió caminando.

-¿De verdad? -suspiré.

Esto era verdad. No había visto a un chico tan guapo en mi vida a parte de mi mismo. Él me daba mil vueltas.

-De verdad. -afirmó.

-¿Puedo ir a tú casa?

-No, Jeon Jungkook, no.

El bus llegó justo cuando llegamos delante de la parada y Kim fue tan escurridiza que se alejó hasta el último asiento libre dejándome delante de todo y de pie.

No me hizo caso en todo el día.