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Intenté acabar lo más rápido posible para no hacer esperar a Sohee fuera. Pero de alguna forma me retenía a mi mismo para no afrontarla tan rápido.

Mi corazón latía a un ritmo irregular, seguramente será un eructo. Sí, un eructo. Totalmente.

-Jeon Jungkook, llevas más de media hora dentro. ¿No te estarás dando auto-placer verdad?

Al escuchar sus acusaciones me levanté de la taza del váter. La verdad llevaba rato duchado, con el pelo seco y la ropa bien puesta sobre mi cuerpo.
Abrí rápido ls puerta y me encontré s la chica enfundada en un jersey negro y gafas de ver.

-Eres una malpensada.

-Era la única forma de sacarte de ahí. -refunfuñó y salió de mi  vista. -¿Dónde vamos a ir?

-A pasear por la playa, comer algo en alguna cafetería y luego volvemos. ¿Te parece un buen plan? -ofrecí y salí del baño.

Sohee estaba mirando por la ventana y yo me senté en su cama, cerca de ella.

-El tiempo parace que vaya a cambiar en cualquier momento, así que porqué no vamos por un paraguas, dejamos la playa para otro día y vamos  a la cafetería...

-Me parece estupendo. -dije esperando a por algún movimiento suyo.

Se giró un momento para mirarme y sonreír. El corazón volvió a darme un vuelco al verla tan... ¿perfecta?

-Pues vamos. -juntó sus manos y se apartó de la ventana. -Voy a por tu chaqueta.

Me dio la espalda mientras buscaba mi chaqueta en el armario de la entrada y yo dejé que mis latidos se relajaran.

-¿Perfecta? ¿De verdad Jungkook? Ella es un ángel.



Al salir del hotel compramos un paraguas suficientemente grande para los dos. Como le insistí bastante con la playa acabamos paseando en el paseo marítimo de Busan mientras buscábamos alguna cafetería o similar cerca.

-Todo esto me recuerda a cuando era pequeña y Taehyung me llevaba a la playa. -inspiró y expiró aire antes de continuar. -Me agarraba de la mano y me explicaba historias sin sentido, pero que me hacían reír. Era agradable.

-Sabes... -empecé mientras seguíamos caminando, ambos con las manos en el bolsillo, el paraguas colgado de mi muñeca y las gafas de Sohee guardadas en una funda dentro de su mochila. -Yo también hacia cosas parecidas. Pero con mi madre. -la miré y vi como su vista seguía plantada hacia delante. -Paseábamos por aquí y me explicaba historias de cuando ella era joven y mi padre también... Éramos felices.

-Puedes ser feliz aún. -respondió al instante. -Aún puedes. Y tu madre también.

-Querremos ser felices. Y lo conseguiré. -la volví a mirar. Esta vez tenía sus ojos posados en mi. Me sonreía. De nuevo me sonreía.

-Por supuesto.

Desvié mi mirada y sonreí con satisfacción.

-La lista que hice en el tren sobre tí menciona historias de cuando eras pequeña. Tus mejores historias.

-Mi mejor historia son los momentos con Taehyung. No recuerdo a mis padres y mi tía tampoco pasa tanto tiempo con nosotros. Así que Taehyung, él es mi mejor historia. -tardó en responderme pero al hacerlo comprendí, comprendí que era una caja de sorpresas, que aún si seguía con la estaca en su corazón se abría poco a poco.

Seguíamos caminando, esta vez en silencio. Nuestros pasos hacían eco en mis orejas y podía sentir sus respiración cerca. Empezaba a reconocer una cafetería donde iba de pequeño, era totalmente el estilo de Sohee, tenía su color.

Ridiculous ; j.jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora