✏016

3.4K 378 34
                                    

✏Jungkook POV✏

Habían pasado dos días y ya era 23 de diciembre.

En ningún momento había llamado a Kim. No quería interrumpirle y mucho menos su maratón de Netflix.

Mi padre había llegado por la mañana y durante todo ese tiempo estuve encerrado en mi cuarto, avanzando trabajo del blog. Los lectores agradecían mi actividad constante. Respondía a los comentarios, subía entradas y aceptaba sugerencias.

El blog se había vuelto bastante famoso por Seúl. Aun recuerdo hace dos años cuando empecé.

Nunca había tenido muchos amigos y me conformaba con tener a Jimin a kilómetros de mi. Cuando empecé la preparatoria me indignó bastante muchas de las cosas que nos enseñaban en clase pero nunca debatía contra los profesores.

Solo me quedaba un único sitio donde poder quejarme: Internet.

Era un buen recurso. Anónimo si tú lo quieres y fácil de expansión. Aunque a mi me costó meses conseguir que tuviera relevancia.

Los primeros tres meses nadie y absolutamente nadie sabía de mi. Con los meses pasando habían chicos y chicas que comentaban en mi blog. Algunos bastante positivos por que empatizaban con la situación que planteaba. Hasta que seis meses después, en invierno para ser exactos, el blog creció de maneras descomunales en cuanto a visitas. Lo máximo que había logrado eran unos 50-100 visitas a la semana y pasé de eso a 5.000 a la semana. Hasta crecer y crecer y crecer.

El origen no lo supe en un principio hasta que un día vi a un grupo de chicas hablando demasiado fuerte frente al tablero de noticias del colegio. Y como el dicho dice: La curiosidad mató al gato. En mi caso a mi me mató de la sorpresa. Al acercarme encontré un papel impreso con el mismo logotipo de mi blog. Les pregunté a las chicas que era y me explicaron la historia completa.

Uno de los reporteros de la revista de la escuela encontró mi blog y empezó a investigarme. Le parecieron muy interesantes las entradas, la manera de exponerlas y quejarme. La explicación iba bien hasta que mencionaron que quien estaba detrás de ese blog era una chica de primer año de preparatoria y que iba a nuestra escuela.

No me molestó el hecho de que me llamarán mujer. Es más, tampoco supe como llegaron a esa conclusión. Mi blog se llamaba My Space 전미 un juego de palabras bastante ingenioso y seguramente confundieron ese JeonME por la JeonMi actual.

Con el tiempo miles y miles de personas estaban activas en mi blog, lo seguían regularmente y dejaban comentarios muy positivos.

Actualmente he llegado a extremos puntos de popularidad que  alcanzo y supero muchas webs populares de Corea.

También tuve la atención de los medios de comunicación como uno de los bloggeros más populares.

Como yo tenía a disposición un correo electrónico se podían comunicar conmigo fácilmente y más de una vez tuve sugerencias por parte de la televisión pública o los periódicos.

Obviamente yo los rechazaba.

Con el tiempo y gracias al blog aprendí a mejor mi escritura y mi forma de pensar. Antes era mucho más agresivo y criticaba (con buenos fines) a todo lo que me parecía incorrecto. Ahora mis críticas suelen ser más positivas, doy consejos o explico pequeñas anécdotas (teniendo en cuenta que mi identidad en Internet es el de una mujer).

Seguí trabajando hasta que me di cuenta que era más tarde de lo que pensaba al escuchar como mi padre me llamaba para cenar.

Sin ganas guardé todo lo que tenía hecho y cerré la tapa de mi ordenador. Abrí la puerta de mi habitación y bajé por las escaleras. Llegué al comedor y me senté en mi sitio.

Hoy había carne a la plancha con patatas asadas. Mi padre me dio una sonrisa natural y yo simplemente lo ignoré.

Me senté y empezamos a comer. Como siempre comíamos en silencio no me pareció para nada incómodo. Mi madre estaba comiendo tranquilamente y vi a mi padre impaciente. Hasta que empezó a hablar.

-¿Qué os parece ir de viaje? -lo ignoré. Pero mamá no.

-¿Un viaje?

-Sí. Los tres juntos. Tengo tiempo hasta que se acaben las vacaciones de Jungkook. ¿Qué tal en año nuevo? Podremos ir a Japón. -propuso sin notar mi mínima irritación.

-Esos días no trabajo en la empresa. -pensó en alto mi madre. -Japón no es un mal destino tampoco.

Siguieron hablado sobre el tema. Sobre los beneficios de este viaje, sin pregúntame nada.

-¿Te parece bien Osaka Jungkook? -me preguntaron al fin.

-Nunca dije que iba a ir de viaje. -contesté antes de alzar mi vaso con zumo de naranja para beber un sorbo.

-Pero iremos en familia, ¿no te apetece? -insistió mi padre.

Miré a mi madre. Tenía cara de preocupación pero asumía que mi respuesta fuese esa o que actuara frío con mi padre. Ella sabía que algo iba mal y yo sabía que era.

-No. No me la hace. Ni siquiera has preguntado si tengo planes.

-Supuse que no tendrías... -lo corté de inmediato al escuchar su 'supuse'.

-Después de años sin estar en casa supones que sabes algo de mí. -solté agitado. -Sí, mi único amigo y el único que sabes que existe está en Busan. Y supusiste que sigo sin amigos, sin ningún plan. Tengo 18 años y tengo una vida social. Ya no soy ese niño de 12 años que se quedaba encerrado delante del ordenador jugando. -lo miré con desprecio. -No quiero ir. Contigo no.

Dejé los cubiertos en la mesa y salí de ahí. Harto y cansado de mentiras y sonrisas.

Me sentía mal por mi madre. Ella no sabía nada, ni de mis sentimientos ni de la situación que vivimos.

Llegué a mi cuarto y cerré la puerta con cuidado. Agarré el teléfono y me dejé caer sobre la cama, frustrado. Miré mi agenda de contactos y llamé a la primera persona que tenía en mente.

-¿Sí?

-¿Te he interrumpido?

-No. Acabo de acabar el capítulo que estaba viendo. Ahora iba a cenar. ¿Pasa algo?

Escuché su voz suave y casual que siempre tenía conmigo.

-Bueno ¿quieres venir de viaje conmigo?

Ridiculous ; j.jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora