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-Sohee me apodero de tu sofá ¿vale?

Escuchamos como Yoongi gritaba desde el salón y encendía la televisión.

Sohee se separó de mí y me sonrió, dejando todo en su sitio y yo imitando su acción.

Me sentía algo avergonzado el solo pensar en que había hecho en ese momento, pero me daba igual. El corazón lo tenía a mil y sentía un gran calor en mi nuca.

-Yo debería irme a casa ya. –comenté mientras acababa de colocar el papel higiénico. –Mañana te paso a buscar como siempre.

-Espera, te acompaño a fuera.

Bajamos con relativo silencio ya que la televisión estaba puesta con un canal de música. Sohee iba delante de mi mientras bajábamos las escaleras y realmente sentía que hoy sonreía más de lo normal.

Me abrió la puerta y salí, dejando mi espalda mirando a la calle.

-Pues hasta mañana. –dije.

-Espera, ven aquí.

Ella era más alta que yo ya que se encontraba encima del peldaño de la puerta de su casa. Le miré a los ojos y pude ver como los suyos brillaban al mirarme de vuelta. Me acerqué y me quedé a centímetros de ella. Mientras Sohee colocó sus manos en ambos lados de mi cabeza, rozando suavemente mis orejas y acercó sus labios a mi frente.

Imitó mí mismo gesto, pero de alguna forma fue más dulce y cálido. Y ella olía bien. E hizo que mi corazón latiera más rápido, la respiración se me cortara y la voz se me quedara atascada en la garganta.

-Buenas noches Jeon Jungkook. –y cerró la puerta antes de que pudiera contestar.

-Me estoy volviendo loco. –dije en un susurro, agachándome y esperando a que mi corazón se calmara.

De pies a cabeza estaba bajo el control del ese encanto llamado Kim Sohee. Como hacía que me fijara en sus gestos, en su olor, en sus expresiones y sus palabras. Me sentía controlado y no tenía poder sobre mi propio cuerpo.

-Ah, Jeon Jungkook has caído hasta el fondo por ella.

Me puse de cuclillas mientras escondía mi cabeza entre las rodillas y dejaba una sonrisa de vergüenza acompañar mi cara. En menos de unos meses empecé a volverá sentir esa sensación excitante de tener bichos voladores en la barriga, de tener la cabeza llena de pensamientos agradables y de tener ganas de levantarme de la cama con un motivo, sin pensar en ningún padre o madre en discusión continua o la necesidad de salir todos los días a clubes fingiendo una edad que no era la mía.

Me levanté, coloqué mis manos en mis bolsillos y emprendí mi camino hacia a casa, como si nada. Aunque a penas podía mantener mi expresión. Simplemente no podía parar de sonreír y sabía que luego me dolería la mandíbula.

Aún era demasiado pronto y sabía que debía  enfocarme en el blog.

"Eso, el blog".





-Buenos días. -saludé mientras veía como Sohee ataba su pelo con una coleta negra.

-Buenos días. Taehyung ya ha llegado. Expedición en las montañas.

-Vaya, emocionante.

Tenía que reconocer que esa desaparición repentina, la aparición de dos chicos, amigos de la infancia de Taehyung y que se preocuparan por algo que pasaba constantemente era raro. Me parecía que estaba fuera de lugar.

-¿Qué tal está?

-Bien. Pero ha cogido fiebre y normal. Con este tiempo como no se tape bien le entrará una hipotermia.

-¿Y qué tal tu?

-¿A qué te refieres? -contestó con otra pregunta, por supuesto evitando contestarme y a la vez frotaba sus manos para mantener el calor.

-Vamos. Sabes a qué me refiero. Te sentía preocupada y no tienes que negarlo. Es totalmente natural porque sigue siendo tu hermano.

-Vale, sí. Me sentía algo preocupada por él. Hay veces que ni siquiera me preocupo, pero ayer tuve una sensación extraña en relación a esa partida tan repentina.

-Te noté algo nerviosa. Aunque Seokjin y Yoongi aliviaron esa preocupación tuya. -la miré y le sonreí.

Con eso pude provocar que en su cara se cruzara una sonrisa también. Era radiante y mi corazón dolía como nunca.

-Un poco sí.

La conversación se acabó en ese momento y dejamos que el silencio nos rodeara. Noté que Sohee se acercó un poco a mi y no pude evitar intentar rozar mi mano con la suya.

Me abofeteé internamente.

-Tienes la mano helada. -dije sin querer.

-Ya. Debería ponerme guantes, pero es tan incómodo.

Y sin dudarlo envolví su mano con la mía, que de alguna forma se mantenía cálida, dejando que el calor pasara entre los dos y escondí esa nuestras mano en mi bolsillo.

-Al menos una mano queda libre de frío.

-Gracias Jungkook. -Me lo agradeció sin mirarme a la cara.

De tanto en tanto no tenía porque esconder mis impulsos si significaba cogerla de la mano durante todo el trayecto.

Llegamos a la parada de autobús y nos sentamos. Hoy, a comparación de otros días, no había nadie aún. Aunque con el frío y el mal tiempo que empezaba a acercarse a nadie le da ganas de salir.

Nosotros, al contrario, teníamos que cumplir nuestro deber como estudiantes ejemplares.

-Jungkook. -noté que su mano de tensó por un momento.

-Dime. -contesté casi en un susurro con miedo de romper la tranquilidad.

-Han pasado un par de días desde lo del karaoke...

-Espera Sohee. -la paré antes de que empezara algo. -Si vas a contarme algo espero que sea porque no te sientes presionada.

-No, tranquilo. La verdad quería hablarte de ello. De alguna forma pienso que será mejor.

-Pues adelante.

Hubo un momento de silencio algo incómodo y que provocó que empezara a pensar en todo lo que  me había contado Sohee de sus malestares.

Sabía que hace unos años sufrió un atentado de violación y que empezó a tener miedo de la noche. Aún así se recuperó de ese trauma que se formó. Pero había vuelto. Lo del karaoke fue por la noche. Habíamos estado horas cantando hasta dejar nuestras  gargantas secas. Y pasó lo de Cho.

Tenia aún el tormento de no haberla protegido mejor, que tal vez ahora no estaría apunto de manifestarme sus miedos e inseguridades. De alguna forma rechazaba querer saberlo. A partir de ahora podía recibir cualquier cosa, pero tenía que mantener la calma.

-Gracias.

Aunque eso no me lo esperaba.

-¿Porqué?

-Por todo, supongo.

-Sabes que no tienes porque darme las gracias.

-Pero quiero. Hace mucho tiempo que aguanto muchas cosas. Críticas, comentarios. Y aún así tu te has mantenido a mi lado. -calló por un momento antes de retomar la conversación. -No menosprecio el trabajo de mi tía y mi hermano de mantenerme acompañada. Siempre intentan traerme regalos, salir a pasear, me invitan a alguna cosa o me ayudan con los deberes o trabajos. Y lo agradezco tanto. Pero ellos no han estado durante las horas de clase para acompañarme en mi pequeño tormento. Tú sí. Te has levantado por mi, has comido conmigo, me has acompañado cuando ni siquiera tenías porque. Y te lo agradezco.

-Yo...

-No quiero que siempre escuches mis problemas. Por eso intento sonreírte.

Las palabras no salían de mi boca. Sentía mil cosas en ese instante, pero no sabía bien como manifestarlo.

-Entonces me quedaré a tu lado para siempre.





-Jungkook.

Ignoré esa voz al salir del baño e intenté volver a la aula.

-Jungkook.

-No tengo porque hablar contigo Hyojoon.

-Necesito saber que ha pasado con Kyungil.

-Sabes perfectamente que le ha pasado a tu novio. Y seguramente sabes que te ha puesto los cuernos con otras chicas.

-Lo sé.

-¿Entonces? -me giré para ver su cara. -¿Qué esperas que diga? Le di su merecido.

-Jungkook sabes perfectamente que él te odia.

-¿Y porqué me odia? Primero, nunca me acosté con su hermana. Segundo, no estaba interesado en ella, pero ella sí en mi.

Agradecía que el pasillo estuviera vacío y que esto se pudiera discutir de forma libre.

Hyojoon se quedó callada y yo no osé en hacerle hablar. Si realmente tenía algo que decirme estaba encantado de recibirlo.

-Mira, Sohee estuvo involucrada y eso es lo que menos querría. Y sí, tal vez esté coladisimo por ella. No, enamorado de ella. Así que me preocupo por ella. -vi como la chica baja su mirada y frotaba sus manos nerviosamente. -Y no iba dejar que un cerdo como Cho le hiciera nada.

Me di la vuelta y empecé a distanciarme de Hyojoon. Hoy no me había levantado para tener este tipo de conversaciones.

-Ah, y si a ti te queda algo de conciencia dejaría a ese novio tuyo y me buscaría a un hombre de verdad, que te quiera y te respete.

~~

Hola *montan una revolución*

Vale, sí. He tardado siglos en actualizar y encima es una actualización bastante caca, pero he tenido varios problemas con todo.

Primero, el capítulo bueno y bien escrito lo tengo en el iPad, que casualmente dejé en el pueblo de mi abuela y :DDDDDD hasta agosto no vuelvo.

Segundo, quería escribir algo similar al capítulo original pero como que una vez surge ya no surge nunca más.

Y pues aquí está. Prometo subir otro en menos de una semana 😣😣😣😣😣😣😣 

Ridiculous ; j.jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora