Abro la puerta lentamente y tomo de la mano de Mike con fuerza. Ahí están todos ellos, en sus posiciones, esperando por ver que es lo que sucederá.
Hago que Mike y Diana ingresen a la casa y cuando cierro la puerta, veo la expresión de confusión de la mayoría de mis familiares, todos, menos mamá y Simon. Mi padre está blanco, siento que va a desmayarse en cualquier momento y esa vena en su frente se mueve por sí sola.
—Familia... —digo con la voz entrecortada. Sueno completamente patética—. h... él es Michael Scott —murmuro mirando a mi madre, solo tengo que ver a mamá, sé que ella se encargará de mi padre, veo como toma de su mano con fuerza, para que él no corra como un loco a golpear a Mike—. Y ella... ella es Diana, su hija.
Mamá es la primera en dar un paso al frente con una perfecta sonrisa en su rostro, los demás siguen en shock y puedo sentir mucha tensión en el ambiente, pero mamá lo solucionará, lo sé.
—Michael, es un pacer volver a verte —dice ella estrechando su mano—. ¿Y quién eres tú? —murmura poniéndose a la altura de Diana.
—Soy Diana —responde ella con una sonrisa que jamás he visto.
—Eres una princesa, que bonita —chilla mi madre acariciando su cabello. Ella se deja y solo sonríe. No puedo creerlo—. ¿Sabías que te llamas igual a una princesa? —pregunta mamá. Frunzo el ceño y miro a la niña que no ha dejado de sonreír.
—¿De verdad? —pregunta fingiendo timidez. Esa niña es la reina de la actuación.
—Sí, de verdad, eres una princesa hermosa.
Diana sonríe y después se lanza en brazos de mi madre. Mike se sorprende al igual que yo, es extraño ver esa situación, todos parecen confusos, mi madre siempre me ha dicho que soy su niña, pero verla con Diana hace que sienta una extraña punzada de celos en mi interior.
El siguiente en reaccionar es Simon, saluda a ambos y Diana se lanza a sus brazos rápidamente, mis abuelos hacen lo mismo, ambos son educados y sé que comprenderán todo lo que sucede sin necesidad de hacerme preguntas, Iana se acerca a ambos con esa sonrisa deslumbrante y me hace sentir un poco más cómoda, Alex trata de decir algo, pero se muerde la lengua y solo estrecha la mano de Mike con fuerza. Sonrío aliviada y suelto un suspiro. Papá sigue en su lugar y al ver esa mirada asesina de mi madre, él se mueve un par de pasos. Es mucho más alto que Mike y se ve realmente intimidante. Ambos se estrechan la mano sin decir nada con palabras, solo miradas, miradas que sé lo que expresan. Mike quiere aprobación y mi padre quiere matarlo.
Estamos todos sentados en el comedor, la cena ya está lista y mi madre y Simon se encargan de llenar los platos de todos. Estoy nerviosa, más que nerviosa, el ambiente sigue tenso y puedo sentir las miradas asesinas de mi padre en dirección a Mike.
—¡Me gusta ese! —grita Diana emocionada cuando ve un pedazo de carne. Simon se ríe y ambos hablan entre sí mientras que él le corta el trozo de carne. Ella parece realmente contenta y se ve adorable, ¿Por qué no es así conmigo?
—Tu hija es adorable, Michael —murmura mamá con una sonrisa—, ¿Cuántos años tiene?
—Seis, señora Eggers —responde él mientras que toma el plato cargado de comida que mamá le entrega—. Es algo traviesa.
—Claro que no, ¡Es adorable, me encanta! —grita mamá mirando a la niña con ternura, tengo que admitir que siento esa punzada de celos de nuevo.
—¿Y su madre? —indaga papá con la expresión seria. Abro los ojos de par en par y siento como Mike se tensa a mi lado.
—Adrien. —protesta mi madre, luego sonríe en direcciona Mike y hace que se relaje.
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KYA - Deborah Hirt ©
Romance¿Por qué "Kya"? Porque no hay un título que pueda describir todo este gran desastre, mi vida, mi historia, mis errores... Tengo un trabajo de medio tiempo, la Universidad, el Ballet, mi secreto, chicos, problemas, papá y... Miedo, mucho miedo... Per...