KYA - Deborah Hirt ©

Capítulo 17

Mike sigue besándome lentamente mientras que sus manos recorren mi cuerpo y yo me vuelvo loca, completamente loca y excitada.

—¡Papá! ¡Ya acabó el entre tiempo! —grita una vocecita desde algún lugar. Los dos nos detenemos de inmediato y volvemos a la realidad. Abro mis ojos y lo observo. Suelto una risa y él se pone de pie.

—Lo siento, lo olvidé por completo —se disculpa. Toma mi camiseta del suelo, me ayuda a vestirme entre risas. Es una situación extraña y que ciertamente me encanta.

—Apresúrate o vendrá —dice él.

Se acomoda sus pantalones, se pone su camiseta y pasa sus manos por su pelo.

—¡Papá! —oigo otro grito fuerte y desgarrador. Mike pone los ojos en blanco con una sonrisa y me observa para comprobar que todo está en orden. Oigo pasitos por el pasillo y cuando elevo la mirada hay una niña de ojos verdes mirándome fijamente. Tiene ese mismo uniforme de artes marciales que en la foto que Mike me enseñó y su cabello rubio está completamente despeinado.

—¿Y tú quién eres? —indaga señalándome. No hay una sonrisa en su rostro o algún rastro de felicidad, ella no está contenta de verme.

—Cariño, ven. Quiero presentarte a alguien —murmura Mike, estirando su mano hacia ella. Diana camina a paso firme hacia donde estoy, se detiene delante de mí y se cruza de brazos.

—¿Quién eres? —pregunta con el ceño fruncido.

—Eh... Soy Kya —digo lentamente, y por alguna extraña razón me siento nerviosa.

—¿Tienes trabajo?

—¿Qué? —indago con el ceño fruncido. Ella me mira de mala manera y me pone los ojos en blanco, ¿Esa niña de seis años de verdad acaba de ponerme los ojos en blanco?

—Qué si tienes trabajo.

—Sí —digo con una mueca extraña.

—¿Con quién vives?

—Con... Con mis padres —logro decir, y miro a Mike que tiene una sonrisa divertida en el rostro.

—¿Tienes auto?

—No —respondo, negando con la cabeza. ¿Cuántos años tiene en realidad esta niña? ¿Cómo es que logra ponerme tan nerviosa?

—¿Por qué te vistes así? —murmura con desaprobación mientras que observa mis jeans y mi playera marrón—. Las novias de papá nunca se visten tan feo.

—¿Crees que me visto feo? —pregunto completamente desanimada. Esto está muy mal.

—¿Eres novia de papá?

Mi boca se abre lentamente y miro a Mike sin saber que decir.

—Ya, señorita —interfiere él colocando una de sus manos en el hombro de la niña—. No seas grosera.

—¡Pero aún no le he dicho ninguna grosería! —se queja, y por alguna razón me hace sonreír. No es lo que esperaba, lo admito. Pensé que me encontraría con una niña que adora las princesas y le encanta vestirse de esa forma, pero Diana es todo lo contrario.

—Vamos, hija. Prepara tus cosas, solo faltan unos minutos para tu clase.

—Espera —dice ella quitando las manos de Mike de sus hombros—. Solo una pregunta más —Da un paso al frente y me mira de una manera que logra hacerme sentir aún más perturbada—, ¿Cuántos años tienes?

—Bueno, yo...

—Porque puedes ser mi hermana —asegura y enmarca ambas cejas.

Mike se ríe de manera nerviosa y no me queda más que hacer lo mismo. La miro otra vez y trato de responder, pero nada sale de mi boca.