Jugaba en mi habitación con la consola cuando de pronto la puerta se abrió y un papá muy sonriente apareció detrás de ella. Le miré y le sonreí para luego poner el pausa el juego. Se acercó y se sentó a mi lado.
Al principio, no entendí porqué sonreía si desde la muerte de mi tío hacía un par de semanas él no se había sentido bien.
-¿A que no adivinas? -me encogí de hombros -Ya tengo el acta de defunción de tu tío Hanzel.
Alcé una ceja confundida.
-Acaban de decirme que heredé todo.
Me tomó unos momentos reaccionar ante la noticia luego de que mi respiración se contuviera. Mis poros se erizaron y de pronto mi corazón latió como un tambor, con un martilleo constante e intenso. Abrí la boca al borde las lágrimas y salté encima de mi padre para abrazarlo.
Caímos ambos sobre el suelo, y él no soltó mi abrazo hasta que los sollozos se detuvieron. Una enorme sonrisa se plasmó en mis labios.
-Nos vamos, Mallory. Nos vamos -tomó mi rostro para que lo mirara -Hoy mismo si quieres, podemos ir con Evan y Jenny mientras me depositan lo de la herencia, podríamos comprar una camioneta y... huiríamos para siempre, mi princesa.
Asentí con la cabeza emocionada, y si no fuese porque era muda hubiese gritado de la emoción. Sollocé en los brazos de mi padre aún en el suelo tendida y enrolle mis piernas a su alrededor mientras éste besaba mi mejilla emocionado.
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Palabras mudas ©
RomanceA Josh no le importaba que Mallory fuera muda. Sus problemas de comunicación verbal parecían insignificantes al lado de las emociones que por primera vez experimentaba a su lado, cada vez que tomaba su mano. Algo que aprendió con ella, y que nunca p...