—Siéntate en el sofá, Maca—Tasha sujeta la puerta mientras paso hacia el interior de la casa—. Iré a preparar tu cuarto.
—Si no te importa—digo deteniéndome en el sillón—, iré a esperarlos al laboratorio.
—Donald está abajo—dice ella, pero yo ya estoy en el ascensor.
—Hola Donald—saludo entrando al laboratorio para encontrarme con mi "suegro" en su cybermesa.
—Hola Maca—saluda de vuelta—. ¿Cómo no estás en clase?-pregunta sin mirarme.
—Esguince de tobillo—le respondo acomodando las muletas. Esta vez se gira a verme y se acerca.
—¿Cómo ha sido?—pregunta acercando una silla.
—Deportes.
—Bien, siéntate aquí —habla ayudándome a sentarme.
—¿En qué trabaja?—pregunto.
—Modifico la cybermesa—me responde tocando la mesa del laboratorio para mostrar una replica exacta de la ciudad.
—Este es el edificio en el que vivían Marcus y Melanie, el que se demolió —comento señalando los restos de un edificio—. La antigua localización de su hermano.
-Interesante—aumenta el holograma para ver con más detenimiento el edificio.
—Sufrió un incendio hace unos tres años, puede que más —cuento.
—¿Cómo lo sabes?—pregunta.
—Melanie lo contó —le respondo.
—Señor Davenport, ya hemos llegado—la voz de Bree suena cerca del ascensor.
—Hola—saludo desde la silla.
—¿Cómo estás?—se sienta en otra silla frente a mí.
—Mejor—respondo tomando sus manos—. ¿Cómo está Chase? Lo noté molesto.
—Está algo enfadado—Leo me responde sentándose sobre la mesa—. No nos ha hablado desde que te fuiste.
—¿Está arriba?—pregunto, ellos asienten.
—Enseguida baja.
—Chicos id a ayudar a Tasha con la comida—Donald ordena—. Yo ayudaré a Maca a subir.
—Si, Sr. Davenport—los chicos salen del laboratorio dejándome a solas con Donald.
—¿Por qué preguntaste si Chase estaba enfadado?-pregunta—. ¿Ha pasado algo?
—No sé—le contesto—. Solo le dije que me había lastimado en clase de deportes y ya se molestó.
—Hablaré con él luego.
—Gracias Donald—digo abrazándole.
Me ayuda a levantarme de la silla y me lleva a la planta de arriba, dejándome en el sofá.
—Aquí tienes la comida, querida—Tasha me acerca una bandeja.
—Muchas gracias Tasha.
Comienzo a comer en silencio, pero puedo escuchar la pesada respiración de un Chase molesto, pues su asiento está en dirección al sofá. Termino de comer y Tasha retira la bandeja.
—Iré al laboratorio a estudiar—informo tomando la mochila y caminando al ascensor.
Llego al laboratorio y dejo las cosas en la mesa de Leo. Saco mi cuaderno de Matemáticas y me dispongo a hacer los ejercicios que el profesor había mandado.
—¿Estás molesta conmigo?—pregunta alguien detrás de mí. Giro la silla para encontrarme con Chase.
—Aquí el que está molesto eres tú —trato de ponerme derecha sin forzar mi pie—. Concretamente desde que te dije que me había lastimado en Deportes.
—No estoy molesto contigo.
—¿Y por qué te comportas así?—le pregunto—. No digas que no andas molesto porque no haces más que echar humos por las orejas —digo elevando el tono.
—A mi no me hablas así —dice con una voz muy gruesa tomando mía brazos con fuerza.
—Chase, me estás lastimando. Suéltame—suplico.
—¿Quieres que te suelte?—pregunta con disposición de lanzarme a alguna parte.
—No, Chase—imploro intentando evitarlo, pero el ya me ha levantado por los aires—. ¡NO!
