CAPÍTULO 67

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—Recuerda, el ángulo tiene que ser de 60° para conseguir un triángulo equilátero entre vuestros chips y que se produzca la descarga—Douglas explica a Chase el plan por última vez.

—Nosotros intentaremos alejar al mayor número de soldados posible de Krane, él no nos atacara directamente, sino que mandarán a sus soldados—Maca explica a sus hermanos—. Donald y Douglas protegerán a Adam, Bree y Chase para que ellos puedan derrotar a Krane. De aquí la más vulnerable es Melanie al no poseer tecnología biónica así que ella se encarga de las armas—añade mientras se gira a su hermana—. Si las cosas se ponen peligrosas nos avisas y de inmediato te vas a la furgoneta.

—Está bien—Melanie responde no muy convencida.

—Es por tu seguridad, ratón—Marcus la abraza.

—¿Estáis listos?—Douglas pregunta y todos asienten.

Dos furgonetas de Industrias Davenport completamente blindadas y a prueba de tecnología biónica salen del garaje de la casa de Donald. Dentro de la furgoneta de Douglas viajan los hermanos Wilson mientras que con Donald viajan los hermanos Davenport y Leo, que ha mejorado en su técnica con el brazo biónico.

El descampado está alejado de la ciudad de Mission Creek. Todos están nerviosos. Si fallan, su mayor enemigo podría convertirse en el líder mundial sin poder remediarlo. Si ganan, significará una nueva victoria y poder liberar a toda una era de adolescentes de la esclavitud biónica a la que están sometidos.

—Ya hemos llegado—Donald y Douglas inician una conversación simultánea en cada una de las furgonetas—. Aquí tenéis los comunicadores—ambos hombres entregan los auriculares a los pasajeros de sus respectivas furgonetas.

Todos abandonan los vehículos. Donald, Douglas y Melanie toman sus armas y visten los trajes especiales para evitar ser heridos con las habilidades de los soldados biónicos de Krane.

—Estas balas los aturdirá para que podamos llevárnoslos—Donald muestra los cartuchos a Douglas y Melanie—. Debemos llegar a Krane cuanto antes, ahorraremos las balas si nos encargamos de él primero.

—Es probable que los controles con sus habilidades cerebrales—Douglas añade.

—Un golpe con vuestra descarga y se acabó—finaliza Maca, también cabecilla de la operación.

Melanie carga sus tiradores y acomoda el chaleco que la protegerá ante la atenta mirada de Adam. Chase se acerca a él con expresión burlesca.

—Hermano, deja de mirarla—comenta el castaño—. Parece que te la vas a comer.

—Por lo menos él sabe tratar mujeres—contraataca Maca desde la furgoneta.

—No te metas.

—¿Podéis controlar vuestro odio por una vez en vuestra vida?—Marcus habla—. Esta será nuestra última misión y después se acabó, deberíais intentar llevaros bien.

Donald y Douglas se acercan al grupo. No comprenden muy bien la situación pero deciden dejarla pasar. En silencio, se aventuran en el descampado, cercado por enormes bloques de cemento.

—Allí está—Maca susurra a su hermano.

—¿Qué es eso?—Marcus pregunta refiriéndose a una máquina de grandes dimensiones que se localiza detrás de su enemigo.

—No tengo ni idea—su hermana responde—. Seguramente sea lo que le da su poder—. Tú y yo los distraeremos.

—¿Lista?—Marcus choca la mano de su hermana y se levanta—. Vamos.

Los hermanos salen corriendo, llamando la atención de los soldados más alejados de su líder. Como moscas, los adolescentes conmienzan a multiplicarse. Son muchos los que intentan combatir contra los hermanos Wilson, pero algo detrás de ellos los aturde. Desde detrás de un montón de cajas y escombro aparece Melanie disparando a los soldados. Muchos de ellos caen. Los tres se van acercando a Krane, no sin antes derrotar y aturdir a los soldados que intentan derrotarlos.

—¡Ríndete ya, Krane!—Bree grita. Los Davenport se acercan—. Esto se ha terminado.

Krane hace una seña y, de detrás de él, aparecen S-1 y S-3. Los soldados se acercan peligrosamente a Maca y sus hermanos intentando asustarlos, pero estos se mantienen inmóviles.

—Daos por muertos—S-3 activa un tridente láser de color rojo en su manos derecha. Maca da un paso al frente y activa su misma habilidad.

—Mira por donde, yo también sé hacer eso—Maca habla divertida y ataca al soldado. Ambos se alejan del resto sin perder el combate.

—Pensabais que nos venceríais, pero somos más fuertes que vosotros.

Aquella iba a ser una lucha que, sin duda, pondría a prueba todas sus habilidades existentes, descubiertas o por activar. Una lucha que podría suponer el principio de una etapa, el fin de otra o un cambio de escena desde ese momento en adelante.

Krane no les iba a poner las cosas fáciles, conseguiría sus objetivos incluso si durante el proceso debía llevarse por delante a todo ser viviente, biónico o no, que se cruzara en su camino. No era un hombre que se dejaba vencer a la primera de cambio, había ansiado saciar sus ganas de poder desde que era muy joven y aquella era una oportunidad que no iba a desperdiciar.

Tú Y Yo: ComplicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora