Tú Y Yo: Complicado

CAPÍTULO 55

Narra Maca

—¡Genial!—exclamo sarcástica—. Huimos del gobierno para caer en manos de Douglas.

—No seas sarcástica, mi amor—Chase me abraza por la espalda.

—¡Es que estos aros me están poniendo de los nervios!—exclamo de nuevo.

—Chase, ¿no puedes usar tu aplicación magnética para sacarnos de aquí?

—Douglas habría esperado eso, así como que hubiera usado mi quinesis molecular para quitarlos.

—¿Y por qué no ambas?—Marcus pregunta—. No lo habría esperado.

—No sería capaz de hacerlo—responde este—. Podrías sufrir una sobrecarga.

—Entonces tu usas la quinesis y yo la aplicación magnética—Marcus añade—. Sé que lo haría Maca, pero no tiene aplicación magnética.

—Muchas veces me ha dado rabia—finalizo.

Escucho la aplicación magnética de Marcus activarse al tiempo que su mano se hace un puño. Los aros comenzaron a girar más lentos mientras Marcuas hacía el gran esfuerzo de moverlos. Poco después Chase activa su quinesis molecular. Mi visión de los aros comienza a distorsionarse, pues ambas aplicacones consiguen mover los aros.

—Bien hecho—Bree felicita, pero los chicos caen al suelo—. Cogelo—ordena mientras tomo a Chase por la cintura para poder sacarlo de allí.

.........

—Ya hemos llegado—freno la super velocidad al distinguir la mansión Davenport entre los árboles del jardín—. ¿Estáis seguros?—miro a mi alrededor. Todos asienten.

Caminamos por el pasillo de piedra que cruza el jardín hasta llegar a la puerta. A un lado puedo ver el coche de mis padres, junto a otro negro que nunca habíamos visto.

—¡Hemos vuelto!—Bree exclama al entrar, pero algo nos golpea y tira al suelo.

—¡Déjenlos—mi madre habla—. Son adolescentes normales, no asesinos—me levanto la primera, ayudando a Bree y Chase a levantarse.

—¿Quiénes son ellos?—pregunto mientras me acerco a mi madre.

—Son agentes del gobierno—Melanie habla junto a Adam—. Vienen por vosotros.

—¿Por nosotros?—mis padres asienten.

—Vamos, dados prisa—un señor de traje nos apresura.

—Te prometo que pronto nos veremos—escucho a mis espaldas entre sollozos.

—Movedos—un agente armado se sitúa detrás de nosotros, empujándonos hacia la puerta.

—Lo siento, pero no podemos hacer nada—Donald habla.

Salimos de la mansión para entrar a un furgón. Nadie habla. Varios agentes toman mis muñecas, provocando que suelte un quejido ante su fuerza. Veo que han esposado al resto y pretenden hacerlo conmigo. Miro al cielo mientras noto como mis manos son apresadas por las esposas, que no son para nada comunes. La furgoneta comienza a moverse haciendo que las armas de los guardias que nos acompañan se tambaleen, provocando desconfianza. 

—Este será el inicio de una no muy agradable vida—alguien comenta riéndose. 

—No para ellos—otro ríe también.

—No tienen derecho a hablarnos así—hablo en un susurro mirando hacia abajo—. Ni siquiera sabe nuestros nombres como para saber lo que nosotros hacemos—levanto la vista—. Así que no hablen sobre nosotros si no saben ni siquiera nuestras habilidades.

—Cállate—uno golpea mi nuca haciendo que caiga a los pies de Chase.

—¡Ni se te ocurra tocarla!—Chase y Marcus se levantan a defenderme mientras Bree me ayuda a levantarme.

—¡Siéntense!—los hombre que están en frente se levantan apuntando a los chicos.

—Chicos, ya—suplico mirando como se sientan a mi lado.

Los guardias se sientan mirando a los chicos fijamente. Apoyo la cabeza en el hombro de Marcus mientras tomo la mano de Chase, moviendo mi pulgar alrededor de ella tratando de tranquilizarlo. Escucho la respiración de ambos, muy pesada. Miro a Adam, que se mantiene ajeno, distante y fuera de nuestra conversación. Aparto la mirada, pero unos sollozos llaman mi atención, provocando que mi vista se gira hacia Adam.

—Si al menos fuera normal, podría estar a tu lado.

N/A:

Nuevo capítulo. Quiero que opinen sobre la relación que tiene Adam o sobre sus sentimientos. Creo que dejaremos a Douglas para más adelante y por el momento trataremos de que los Lab Rats salgan de ese furgón y regresen a sus vidas de nuevo.

Lab Readers, espero que disfruten,

KMF