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Actualidad

Sierra Harris es la clase de chica a la cual llamarías cliché pero no era ese cliché de la chica buena que al final se queda con el chico, no, Sierra era mala, le gustaba la atención y odiaba a quien se la quitaba, y esa era la principal razón por la que justo en ese momento caminaba por los pasillos de su instituto buscando con la mirada a aquel moreno con quien no había hecho contacto desde hace ya tres meses solo por el simple hecho de que sabía que estaría con su mejor amigo.

Lo encontró sentado hablando con él, no le importó interrumpir y se lo llevó tomándolo de la mano hasta un lugar con menos gente dejando al moreno con quien él hablaba un tanto desconcertado. — ¿Qué sucede contigo? Estaba hablando de algo serio con Bruno.

—No me importa. —Le respondió. —Tengo un problema y eres el único que puede ayudarme.

— ¿Qué problema? ¿Una uña se te rompió?

Sierra rodó los ojos y acomodó su largo cabello. —Evan acaba de decirme que me ama.

Esa simple oración dejó al rubio sorprendido. ¿Evan Brown amando a alguien que no fuera el mismo? Eso no era fácil de creer. — ¿Y qué quieres que haga?

—Recházalo.

— ¿Disculpa?

—Dime como debo rechazarlo.

—Eres la persona indicada para hacerlo sin ayuda, has rechazado a tantos chicos que seguramente perdiste la cuenta.

— ¿Por qué me tratas así? ¿Sigues recordando aquel momento de tercer año?

—Te trato como te mereces. —Respondió. —Rechaza a Evan si quieres, pero no te ayudaré a hacerlo. —Se dispuso a irse.

— ¿Qué tal si lo hago de la misma forma que lo hice contigo hace tres años? —Paró y respiró, no quería voltear, no quería verla a la cara, volvió a respirar tranquilizándose un poco.

—Sí, podrías hacer eso. Quedará muy destrozado. —Le dijo todavía sin voltear y continuó caminando alejándose de ella.

Demuéstrame tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora