Sierra sonrió al llegar a la casa de Alan, él le había llamado para ir a su casa a pasar el rato. Se acercó a él y besó su mejilla, quería besar sus labios pero creyó que tal vez él no estaba de acuerdo de hacerlo frente a su madre. Y se entiende, muchas chicas tenían esa duda.
—Estás linda hoy. —Le dijo el rubio. —Bueno, siempre estás linda.
Alan había ido a su casa luego de su conversación con Bruno, tenía intenciones de confesársele pero se volvió un cobarde cuando la vio sonriendo. Su sonrisa provocaba que Alan se volviera un idiota pero un idiota enamorado. Al final terminó dándole falsos consejos para salir con Zac, lo interesante fue que Sierra notó eso y se sintió con un poco más de confianza.
—Gracias Alan. —Le sonrió y el rubio la invitó a subir hasta su habitación. —Me gusta tu cuarto, es tan varonil. —Alan la miró curioso.
— ¿Estás siendo sarcástica? Porque lo he tomado como sarcasmo. —Sierra rió y negó.
—No es sarcasmo, de verdad me gusta. —Le dijo acariciando su mejilla. —Bueno, la verdad es que tú me gustas. —Besó sus labios, Alan se quedó estático sin saber qué hacer, no se esperaba esa confesión tan directa.
No pasó ni un minuto cuando el rubio entró en razón y se separó rápido de ella e intentó salir de su cuarto pero Sierra actuó rápido y se colocó frente a la puerta. —Alan Parks escúchame ahora. —Le dijo cerrando la puerta con seguro impidiendo que el rubio saliera.
— ¿Por qué siempre tienes que besarme? —Le respondió. —No quiero escucharte, Sierra. Por favor déjame salir.
—No. —Se acercó a él y sostuvo su cara con ambas manos. —Estoy enamorada de ti, ¿Es que no lo entiendes? Todo Alan, todo lo que he hecho ha sido para protegerte porque no quiero que alguien te haga daño. —Acarició su mejilla con cuidado. —Estoy enamorada de ti, Alan. Estoy intentando demostrarte mi amor, ¿Es que no lo ves?
—Me ilusionaste, me rechazaste, me insultaste, me rompiste, rompiste mi corazón. —Le dijo soltándose de su agarre. —Y te odio por todo eso, ¿pero sabes por qué te odio más? —Sierra lo miró intentando no llorar con sus palabras, él se acercó a ella tomándola de la cintura. —Porque aún sigo enamorado de ti. —Y al finalizar esas palabras la besó. Sí, la besó y lo mejor de todo es que le gustó.
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Demuéstrame tu amor
Short StorySierra era una chica lista, pero incluso la persona más lista se perdería en sus ojos, y ella ya lo había hecho. Pertenece al universo literario de Sunny Ice. Obra registrada en Safe Creative bajo el código 1702130724984. Se le prohíbe la copia.