Demuéstrame tu amor

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Paso cuatro: Hacer entrar en razón a Alan.

Miles entró junto a Alan a su habitación, se lanzó a la cama abrazando a Marvin mientras que Alan lo observó riendo desde la puerta. — ¿Qué quieres hacer mientras esperamos a Sierra? —Preguntó el más joven, Alan se encogió de hombros.

— ¿Jugamos video juegos? —Miles sonrió asintiendo y saltó de su cama a su consola, introdujo el juego y la prendió. Esperó que arrancara para darle un segundo control a Alan.

Estuvieron un rato en eso, Alan iba ganando en FIFA con 3-0 de goles. Miles quería apagar el juego pero sabía que eso era un acto inmaduro que no debía cometer por lo que tuvo que aguantarse un poco. Cuando acabaron la partida, el castaño aprovechó el momento para preguntarle.

— ¿Te gusta mi hermana? —Alan volteó a verlo sorprendido por lo directo que había sido.

— ¿Qué? No, ella no, Sierra no me gusta. —Dijo rápido. Miles lo miró divertido. —Digo, ella es linda pero no es mi tipo.

—Era tu tipo hace tres año.

—Creo que te estás confundiendo.

—Creo que el que se está confundiendo eres tú. —Le respondió. —Escucha Alan, sé que te gusta mi hermana, lo que no sé es por qué no lo quieres aceptar.

—No lo acepto porque no me gusta.

—Sé que soy joven como para entender por completo todo esto del amor, pero me gustó una chica antes y me está gustando otra ahora y a las dos la he visto con la misma cara de idiota que pones tú cuando estás con mi hermana.

—No me gusta tu hermana. —Se defendió, Miles negó rodando los ojos, —No me agrada si quiera, sin ofender.

— ¿Entonces por qué sigues aceptando ayudarla? Porque hasta donde yo sé, uno no ayuda a la gente que no le agrada con cosas como estas.

—Es mi deber como cupido. —Explicó, Miles suspiró, esto de hacer entrar en razón al rubio era bastante complicado.

—Dime entonces, ¿Por qué no te agrada mi hermana?