27

3.7K 567 115
                                    

—Besé a Sierra. —Le dijo Alan a su mamá cuando llegó a su casa, su mamá sonrió y volteó a ver a su padre.

—Me debes cincuenta dólares. —Le dijo, su padre se quejó y sacó su billetera entregándole el billete a su esposa. Alan los miró asombrado.

— ¿Qué apostaron?

—Que ibas a besar a Sierra antes de la graduación. —Le respondió su madre. —Y yo gané.

—Siempre ganas. —Se quejó su padre.

— ¿Qué más pasó? ¿Ya son novios? —Alan negó.

—Me asusté y salí corriendo. —Su padre sonrió y volteó a ver a su esposa.

—Devuélveme mis cincuenta dólares. —La rubia le regresó el billete y su hijo suspiró.

— ¿Soy su objeto de ganar dinero? —Les dijo el rubio indignado.

—No siempre, a veces apostamos otras cosas, pero contigo es más fácil todo.

— ¿Qué más apostaron? —Preguntó.

—La Universidad en la que entrarás, pero eso no te lo diremos para que no te hagas ilusiones. —Le respondió su madre.

— ¿Por qué te asustaste?

—No quiero que ella vuelva a lastimarme.

—Alan...

—No quiero mamá, no quiero ponerme nervioso cuando está cerca, no quiero que mi corazón se acelere al verla, no quiero estar celoso del estúpido de Zac Hoffman, no quiero caer por ella, no otra vez.

— ¿Y qué harás? ¿Usar a Nina nuevamente para hacerte creer que ya no te gusta? —Le preguntó su padre. — ¿Crees que Ana estaría orgullosa de ti si lo hicieras?

—Ana me escucharía y me entendería. Sé que entendería. —Le dijo. —Ella no debe saberlo.

—Sólo enfréntate a tus sentimientos hijo, no huyas como un cobarde.

Demuéstrame tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora