—Necesito saber la causa de tu sonrisa. —Le dijo Miles a su hermana mientras desayunaba (A las tres de la tarde) su plato de cereales. —Sé que tiene que ver con Alan pero no sé en qué específicamente.
—No es algo que un chico de tu edad deba saber.
— ¡Cumpliré dieciséis pronto!
—Sólo apto para mayores de dieciocho. —Su hermano la miró boquiabierto.
— ¡Ya lo probaste! —Le dijo, Sierra se sonrojó.
—Miles, ese vocabulario por favor. —Exclamó avergonzada.
—Dime, ¿Qué te pareció? ¿Te gustó? Debió hacerlo para que sonrías tanto hoy. —Le dijo.
—No responderé a tus preguntas. —Le dijo. —Sigue comportándote como un chico tierno y deja a los mayores hacer sus cosas de mayores.
—Está bien. —Le respondió. —Sólo dime que se cuidaron.
—Miles, ya. —Lo regañó. —Iré a la casa de Alan—Observó la mirada cómplice de su hermano—Y no, no haremos nada. —Tomó las llaves de su auto y condujo hasta la casa del rubio, su hermana le abrió la puerta muy sonriente y le indicó que subiera junto a Alan. Cuando entró a su habitación lo vio leyendo su clásico libro de Agatha Christie, como no quería interrumpirlo, decidió sentarse en la silla de su escritorio y se enfocó en detallar cada una de sus facciones.
Se veía tan lindo concentrado, sonrió inconsciente y se sonrojó al recordar lo que habían hecho ayer. Alan notó su presencia y dejó su libro a un lado para acercarse a ella y besar su frente. — ¿Cómo estás, linda? —Le dijo bajo, Sierra le sonrió.
—Increíble, ¿Y tú?
—Todo bien. —Sonrió. —Me siento como un estúpido enamorado como esos de las películas románticas que mi hermana me hacía ver cuando tenía doce. —Se rió. —Y me gusta. Vaya, que cursi sueno.
—Logré enamorar a cupido. —Rodeó su cuello con sus brazos.
—Cupido se enamoró sólo si te soy sincero. —Le dijo—Tú no hiciste nada. Espera, ¿Debí decir eso?
—No pero descuida. —Se rió. — ¿Puedo ser sincera? —Él asintió. —Creo que Jill no se dará por vencida así de fácil.
N/a: Estoy planeando el final de esta historia. Creo que en seis capítulos (O tal vez más) la acabo y me enfocaré en la historia de Irene y comenzaré una de Gaston.
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Demuéstrame tu amor
Short StorySierra era una chica lista, pero incluso la persona más lista se perdería en sus ojos, y ella ya lo había hecho. Pertenece al universo literario de Sunny Ice. Obra registrada en Safe Creative bajo el código 1702130724984. Se le prohíbe la copia.