Demuéstrame tu amor

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Audiciones para el Equipo de Fútbol.

Hace tres años.

Alan y su mejor amigo se encontraban en el campo de fútbol esperando las audiciones para entrar al equipo, a unos cuantos metros de ellos se encontraba el equipo de porristas a la cual Sierra pertenecía. Ambos chicos estaban nerviosos, más el rubio quien pensaba que entrar era el paso perfecto para que la castaña olvidara aquel momento que le hizo pasar y poder darle una oportunidad.

—Jamás creí que estaría haciendo las audiciones contigo. —Le comentó su mejor amigo. — ¿Por qué el cambio de parecer tan repentino? Antes decías que odiabas este deporte.

—Alguien hizo darme cuenta de lo importante que era hacer la audición. —Respondió mirando disimuladamente a la castaña, luego volteó a las gradas y notó algo interesante. —Esa chica te está mirando.

— ¿Cuál? —Respondió Bruno con interés.

—La rubia que está al lado de Irene. Mira disimuladamente. —Le dijo, el moreno volteó a mirarlas. — ¡Te dije disimuladamente!

— ¿Es nueva? Es la primera vez que la veo.

—No tengo ni idea. —Comentó encogiendo sus hombros.

—Es linda. Averíguame su nombre. —Le dijo su mejor amigo.

—Tal vez se vuelva tu novia. —Bromeó codeándolo.

—No lo creo, no es mi tipo—Respondió riendo. — ¿Sabes quién si lo es? Sierra. —Alan sintió otra vez ese dolor en el pecho al recordarla.

— ¿Sierra? No lo creo, a menos que te gusten las chicas superficiales que sólo se aman a ellas mismas. Sierra es mala, egocéntrica y prefiere alguien con dinero que alguien que la ame realmente—Bruno lo miró extrañado, Alan no era de la clase de chico que hablaba mal de una chica. Nunca lo había hecho, y era muy raro que Sierra fuese la primera.

— ¿Sucedió algo que no me hayas contado?—Negó aunque en su interior deseaba desahogarse.

—Sólo escuché que sabe cómo romper el corazón de un chico enamorado.