*Narra Harry*
Me monté en el coche con Anna. Yo antes había insistido en meter sus maletas en el maletero.
-¿Jugamos a un juego?-Le pregunté.
-Claro, ¿a cual?
-Yo te hago preguntas y tú las respondes.
-Vale, empieza.
-¿Qué quieres ser de mayor?
-Doctora.
-Ah, ¿en serio?
-Sí. Me gusta la medicina.
-Y ¿para qué has venido a este campamento? No tiene mucho que ver con la medicina.
-Ya, pero me encanta la música. Es mi hobbie. Pero no es facil ser famoso.
-No, la verdad es que no es fácil.
-Pues eso. ¿Más preguntas?
-Sí, eh. ¿Cuál es tu película preferida?
-Las ventajas de ser un marginado.
-Es la de... ¿Logan Lerman?
-SÍ, me encanta Logan.
-Jajaja. A ver, otra pregunta...
-¿Cuál es tú canción preferida nuestra?
-Pues... More Than This o Moments.
-¿Y por qué?
-No se, son especiales para mí. Que no digo que las demás no me gusten. Me encantan todas, pero esas son especiales.
-Me alegro que te gusten.
Bueno, estuvimos mucho tiempo hablando. La verad es que me llevava cada vez mejor con ella. Llegamos a su casa en Londres. Bajé del coche y cojí las maletas del maletero.
-Harry, te voy a echar muchísimo de menos.
-Yo también aunque vivimos muy cerca.
-Ya, pero como yo no se donde vivís cada uno...
-Pronto lo sabrás.
-Aii, ¡qué bien!
-Pero no se lo digas a nadie eh.
-No soy tan tonta, ¿sabes?
-No se, a lo mejor sí.
-Vale, ya no te hablo. Adiós.
-No, espera. Nos tenemos que despedir.- Dije abriendo los brazos.
-¿No vivís muy cerca? Pues ala, no hace falta.- Dijo como si estuviese enfadada.
-Anna, no seas tonta. Que no te dejo venir a mi casa eh.
-Harry, te quiero.- Dijo acercándose a mí.
-Lo sabía.
-Tonto.- Dijo dándome un golpe en el brazo.
-Anna, si ves que no puedes vivir sin mí, me llamas eh.
-Qué creído eres.
-Vale, vale. Luego no me vengas llorando "Harry, te echo mucho de menos. No puedo vivir sin tí"- Esto último lo dije imitando su voz llorando.
-Eso no va a pasar. Nunca.
-Bueno, ya veremos. Adiós.
-Adiós, suerte con lo de Kath.
-Gracias.
Nos dimos un abrazo muy grande y me metí en el coche y ella en casa.
Me quedé sentado en el asiento del piloto y decidí llamar a Katherine para ver qué tal está. Pero ya me estaba llamando ella.
-Hola Kath.
-Esto es mío.- Oí una voz desconocida al otro lado del teléfono.
-No, dámelo.- Esta vez era la voz de Kath.
-No estás aquí para hablar con gente. ¿Has visto cómo está la casa? Limpia. ¿A qué estás esperando?- Supuse que era su tía, pero, ¿qué hace con su tía?
-¿¡KATH!?- Gritaba al teléfono hasta que colgaron.
¿Por qué está con su tía? ¿Qué hace ahí? ¿Le está haciendo daño su tía?
Esas preguntas no paraban de pasar por mi cabeza. No podía parar de pensar en eso. Arranqué el coche rumbo a mi casa mientas recorría una lágrima por mi cara. No estás aquí para hablar con gente
