Llegué al areopuerto de Londres. Había pasado todo el viaje pensando en lo mucho que echaría de menos a Daniel. Estaba saliendo por la zona de llegadas. Vi a Anna y a Lauren y la tristeza se me fue, también solía echarles de menos a ellas y también a los chicos.
-¡Chicas!- Corrí hacia dónde estaban ellas.
-¡Elena!- Se emocionaron al verme. Nos dimos un abrazo las tres juntas y salimos a buscar un taxi. Anna dio la dirección de la casa se Kath y el taxista arrancó. Estuvimos todo el camino hablando de lo que nos habíamos echado de menos y de lo que había pasado en estos días.
Llegamos a la casa, me pareció muy bonita por fuera y un barrio muy acogedor. Salimos del taxi, pagamos a medias y nos dirigimos hacia la puerta.
-¿Habéis traído los regalos?- Dijo Lauren antes de llamar al timbre.
-Sí.- Dije, Anna levantó la bolsa que llevaba en la mano como signo de aprobación. Lauren llamó al timbre y después de unos segundos abrieron la puerta, era Louis.
-Hola chicas, pasad.- Dijo abriéndonos la puerta del todo. Pasamos. La casa era preciosa, fuimos al salón donde estaban todos.
-¡Elena, estás aquí!- Dijo Harry abrazándome al verme.
-¡Sí!- Dije devolviéndole el abrazo.
Nos saludamos todos, felicité a Niall y nos sentamos en el sofá.
-¿Qué podemos hacer?
-Habíamos pensado en ir a un restaurante para cenar y luego venir aquí a hacer algo.
-Pero hasta la hora de la cena queda mucho, primero tenemos que comer.- Dijo Anna.
-Como todavía es pronto, podemos hacer algo.- Dijo Niall
-¿Y si vamos al cine?- Propuso Lauren.
-A mi me gusta la idea, hace tiempo que no voy.- Dijo Louis.
Decidimos que para no levantar sospechas, les podríamos cambiar de imagen a los chicos. A cada uno le cambiamos el peinado, todos llevaban gafas de sol y gorra o gorro. Ya estábamos pidiendo las entradas para el cine, íbamos a ver una película de amor. Compramos palomitas y una bebida y entramos a la sala.
Yo estaba sentada entre Niall y Louis, que les seguían Lauren, Liam, Kath, Harry, Anna y Zayn respectivamente.
La película fue muy bonita, alguna vez había llorado de la emoción.
-Llevas toda la película llorando, no te vas a enterar de nada.- Me dijo Louis en un susurro. Al principio me pareció raro que me hablara, pero le contesté.
-Si no me enterase de nada, no estaría llorando. Soy muy sensible, lloro con cualquier cosa.
-Te vas a secar, bebe mucho.- Dijo bromeando. Sonreí inconscientemente y luego reí para que supiese que me había hecho gracia. Echaba de menos hablar con Louis porque siempre me hacía reír, y estar de buen humor, por eso mismo me enamoré de él, pero ahora mi corazón tenía nombre, Daniel.
Habíamos ido Anna y yo a su casa para prepararnos para esta noche. Anna me iba a dejar un vestido y ella se iba a poner uno que se había comprado para la ocasión. Anna se había ido al baño para darse una corta ducha. Yo estaba sentada en su cama esperando.
En ese momento de espera, vi su cámara, como me aburría la encendí. No pensaba que le iba a importar. Estaba viendo sus fotos, algunas eran de ella sola, con sus amigos, familia... hasta que ví una foto del campamento, las empecé a mirar con más detenimiento. Había fotos de todos juntos, de cada uno por separado, de ella con cada uno de los chicos y fotos que sacaba sin avisar. Las fotos eran muy buenas porque salíamos de forma natural y pasándolo bien. Llegué casi al final de las fotos del campamento, eran de las primeras que nos hizo. Tenía fotos de Louis y yo, juntos, riendo y pasándolo bien. También había una foto de los dos besándonos. Anna era buena escondiéndose para sacar fotos y encontrar el momento justo y perfecto. Esa foto me trajo muchos recuerdos a la mente, la primera vez que le ví, la primera vez que hablamos, cuando empezamos a ser amigos... y nuestro primer beso.
En medio de mi pensamiento, Anna apareció en frente mío con una toalla azul enrollada por su cuerpo que le llegaba hasta más abajo de las rodillas y el pelo envuelto en una toalla más pequeña.
-¿Qué haces?- Me preguntó señalando la cámara con la cabeza.
-Miraba las fotos, pensé que no te importaría...- Contesté dejándola en su sitio.
-Y no me importa.
-Haces muy buenas fotos, ¿sabes?
-No creo, son fotos normales, nada de otro mundo.
-Lo digo en serio, todas las fotos salen bien y las sacas en el momento oportuno. Están muy bien.
-Muchas gracias. Estabas viendo la foto de Louis y tuya, ¿no?
Asentí con la cabeza.
-He pensado varias veces en borrarla, pero me gusta mucho y me da pena. Si quieres la borro, no importa.
-No, no hace falta. Es solo una foto.- La miré y fingí una sonrisa.
-Bueno, te puedes duchar, te he dejado un par de toallas en el baño, estaré aquí si me necesitas.
-Muchas gracias.
Fui al baño, por suerte me había traido ropa interior de recambio. Me metí en la ducha y empecé a pensar: ¿había hecho bien en dejar ir a Louis? Le tuve que haber dado otra oportunidad cuando tuve la opción de hacerlo, ahora prácticamente le tengo perdido ya que no hablamos ni casi nos cruzamos la mirada.
Terminé de ducharme, me sequé y salí del baño envuelta en una toalla.
Anna estaba en su habitación, sentada en la cama con el móvil. Llevaba una camiseta larga que seguro que era de Zayn.
-Este es el vestido que te vas a poner, espero que te guste.- Cogió un vestido que estaba sobre la cama, era azul, un poco simple pero formal.
Póntelo y te digo que tal.
Me lo puse, Anna me miró y dijo:
-Te queda genial, Elena. Está hecho para tí de verdad.
-Probemos con el tuyo.- Le dije.
Se lo puso, era un vestido morado claro, también muy básico.
-¡Wow! Te queda muy bien. Estás preciosa.
-Muchas gracias.
Nos fuimos al baño a maquillarnos un poco, nos pusimos colorete y un poco de rimel para realzar las pestañas.
Cuando terminamos, estuvimos un rato recogiendo todo y llamaron al timbre.
-Son los chicos, vamos.- Dijo Anna.
Salimos a la calle y vimos a Zayn, Niall y Louis. Liam y Harry no estaban.
-Anna, estás preciosa.- Le dijo Zayn cogiéndole de la cintura para atraerla a él y darle un beso.
-No es nada, tu también estás muy guapo.
-Bueno, tortolitos, vamos que llegamos tarde.- Dijo Louis pasando entre medias de ellos dos.
Conducía Zayn, así que Anna se sentó de copilota.
Yo me tuve que sentar en medio de Louis y Niall porque el asiento del medio era el más pequeño y yo cabía mejor.
-¿A dónde vamos?- Pregunté.
-A casa de Harry que están los demás.
-Vale, ¿y después?
-A un restaurante.
Estuvimos todo el trayecto tranquilos, me incomodaba mucho estar al lado de Louis y no poder hablar con él o decirle algo. Tenía planeado decirle algo antes de que me fuese, pero tenía que pensar en qué decirle. Podría declararle todo lo que siento, pero no me atrevería, no después de lo que le he hecho. Podría decirle que le quería, pero estaba con Daniel y le quería más a él que a Louis. Esa era la cruda realidad, quería más a Dani que a Louis y tenía que vivir con ello y las consecuencias.
Noté que alguien me daba un toque en el brazo. Me giré y era Niall que me estaba llamando.
-¿Qué pasa?
-Te estábamos hablando y no hacías caso.
-Perdón, estaba pensando... ¿Qué dscíais?
-Que a qué hora te vas.
-El avión sale a la madrugada, creo que a las dos.
-Eso es muy tarde, ¿por qué no te quedas y te buscamos otro vuelo para mañana?
-No, no hace falta. Necesito estar en casa pronto porque mi madre va a dar a luz dentro de poco.
-Entonces si es eso te dejamos.- Me dijo Niall.
Llegamos a la casa de Harry y llamamos al timbre.
Todos los chicos llevaban pantalones negros y camisas de diferentes colores. Lauren iba con una camiseta de vestir y una falda que le llegaba por encima de las rodillas y Kath llevaba un vestido de color verde azulado con un cinturón marrón.
Nos montamos en el coche para ir al restaurante. Esta vez Anna se sentó al lado mío, entre Zayn y yo.
Iba conduciendo Harry y Kath iba al lado.
Cuando ya llevábamos un tiempo en el coche, Anna decidió hablarme.
-¿Te ha sentado mal lo de la foto?
-No, para nada.- Dije sin mirarle a los ojos. En verdad sí me había sentado mal, porque me había hecho ver lo tonta que había sido por dejar ir a Louis y no haberle dado otra oportunidad. Pero ella no tenía la culpa de nada.
-Creo que te conozco lo suficiente para saber que estás mal.
-No te puedo negar que esté mal, pero no es tu culpa, no te molestes.
-Compartir lo que susurráis por ahí atrás.- Dijo Harry mirándonos por el espejo retrovisor.
-No es nada, es que está emocionada por su nuevo hermano que va a venir.- Mintió Anna
-Ah bueno.
Llegamos al restaurante. Por fuera era bastante lujoso. Estaba apartado de la ciudad en un lugar muy tranquilo. Entramos en el establecimiento, era un sitio muy elegante y lujoso, pero lo justo. Nos acompañaron a una mesa que estaba apartada y nos sentamos. Yo estaba al lado de Niall y en frente estaba Liam.
Comimos tranquílamente, hablando y riendo. La comida estaba muy rica.
-Voy al baño.- Dije levantándome.
Fui al baño y me quedé en frente del espejo pensando. Había planificado todo lo que le iba a decir a Louis más tarde durante la cena. Iba a decirle todo lo que sentía, explicarle el lío que tenía en la cabeza y le iba a pedir que me perdonase por haber sido tan idiota con él.
Estaba muy abrumada porque era mucho lo que tenía que decirle y no sabía ni cómo, ni cuándo decírselo.
Volví a la mesa y comimos el postre, luego pagaron y decidimos ir a casa de Harry a pasar un rato juntos para luego cada uno irse a su casa.
Nos montamos en el coche, íbamos igual que antes sentados.
-Voy a hablar con Louis, pero no se cuándo ni como.- Le susurré en el oído a Anna.
-Ya encontrarás el momento, no te preocupes.- Me dijo.
Estábamos ya en la casa de Harry y Kath. Nos fuimos todos al salón a hablar, como siempre. Siempre salía un tema de conversación en el que todos podíamos intervenir y pasarlo bien.
-Chicos, me voy a tener que ir ya si no quiero perder el vuelo.- Dije después de mirar la hora.
-¿Qué hora es?- Me preguntaron.
-Las doce.
-Me tendría que ir yo también, mañana tengo que estudiar.- Dijo Anna.
-Yo te llevo.- Le dijo Zayn. Ella asintió.
-Yo también me tengo que ir, mañana tengo clase.- Dijo Lauren.
-Te llevo yo, ¿vienes, Niall?- Respondió Liam. Niall dijo que sí.
-Te llevo yo al areopuerto, Elena.- Me dijo Harry.
-No, quédate, le llevo yo.- Dijo Louis por sorpresa mía.
-No te molestes, puedo cojer un taxi.
-No hace falta, te llevo.
Nos despedimos todos y Louis me acompañó a su coche. Antes de entrar le dije:
-De verdad que puedo cojer un taxi.
-No seas tonta, sube.
Le hice caso y me subí al coche.
Este era el momento perfecto para decirle todo lo que llevaba dando vueltas durante horas. Pero no sabía como empezar.
-¿Puedo decirte una cosa?- Le pregunté por fin.
-Claro.- Me dijo.
-A ver por donde empiezo.- suspiré.- Bueno, lo primero de todo es que quiero que me perdones por haberme portado así contigo, tuve que haberte hecho caso en su momento y no haber tenido tan en cuenta lo que pasó en el campamento. Tuve que haber empezado de cero contigo y ahora podríamos estar bien los dos. Pero no, fui tonta y te dejé ir, dejé ir a la persona que más quería en el mundo por solo una confusión. Y después me enamoré de un chico, y he olvidé todo lo que pasamos tu y yo juntos, momentos que no cambiaría por nada del mundo. Ahora tengo un lío en la cabeza, porque al venir aquí, he empezado a recordar todo lo que pasamos y creo que sigo sintiendo algo por tí, pero estoy muy confusa.- No sabía cuando había empezado a llorar, pero tenía la cara mojada y un nudo en la garganta.- Se que no me vas a perdonar ni nada, pero creo que deberías saberlo.
Louis seguía mirando a la carretera con un brillo en los ojos. Al cabo de unos segundos noto que el coche se para, pero no estábamos en el areopuerto, si no en un lado apartado de la carretera.
-¿Por qué...- No me dio tiempo a terminar la pregunta porque Louis me estaba besando. Me estaba besando depués de tanto tiempo, me había recorado a nuestro primer beso. Había echado mucho de menos sus labios, pero esto había hecho que estuviese más confusa.
Se apartó poco a poco de mí y me miró a los ojos, puso sus manos en mis mejillas para quitarme las lágrimas con los dedos.
-No llores, no quería hacerte llorar...- me dijo con una sonrisa, su sonrisa.
-Lloro porque en el día de hoy me he dado cuenta lo que siento por tí, pero estoy confusa, porque tengo novio...- Louis me puso un dedo en los labios para que dejase de hablar.
-No importa que tengas novio, lo entiendo. Esperaré por tí.
Sin pensarlo dos veces le besé esta vez yo. Cuando nos separamos dijo:
-Creo que si no vamos ya, vas a perder el vuelo.
Asentí y volvimos a la carretera.
Cuando llegamos al areopuerto, le dije que se quedase en el coche porque no hacía falta que saliese. Como dos imanes se juntan, nuestros labios lo hicieron, formando un suave beso de despedida...
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¡Buenas! Siento la espera, pero como casi nadie comenta, no me acuerdo de subir capítulo. Ayer comentó una persona y aquí lo tenéis. Gracias a esas dos ó tres personas que leen.
Que no se os olvide comentar!! :D
