(Megan )
- Por favor, no puedes seguir así - volví a pedirle a mi madre mientras estábamos sentadas en la sala de mi antigua casa - ¿Crees qué a papa le gustaría esto? ,él quería que fueras feliz.
- Patricio me quiere mucho hija y estoy muy bien - trató de esbozar una sonrisa.
- Eso es una maldita mentira, una persona que te quiere no te hace daño, no te insulta y mucho menos te golpea - sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas -Mamá por favor vayámonos, busquemos un lugar lejos donde él no te encuentre, por favor, no mereces esto.
Mi padre murió de una enfermedad cuando yo tenía nueve, años después, cuando cumplí dieciséis conoció a un tipo.
Desde un principio no me dio buena espina, sin embargo fue cuestión de meses para que él se mudara con nosotras. Ahí comenzó el maltrato...
Jamás tuve el valor de hacer algo, pero días después de que cumplí dieciocho él llego borracho a casa y de nuevo empezó a maltratarla, yo tome un sartén y le di en la cabeza, trate de huir y jalar a mi mamá conmigo pero ella simplemente se quedó allí parada sin querer seguirme.
Recuerdo perfectamente sus palabras.
" Lo siento hija. Es mejor que te vayas antes de que despierte. "
Por unos instantes me quede en shock, pero reaccione y me fui con mi amiga Katherine. Nunca le conté nada acerca de lo que era mi vida, ella trabajaba en la misma tienda que yo y recientemente su familia le había dado dinero para rentar un apartamento una vez que entro a la universidad, quedaba a dos horas más o menos de mi madre así que acepte y hasta la fecha sigo con ella.
Pude entrar a la universidad gracias a un fondo que mi padre había dejado para mi y gracias a que seguía trabajando para solventar mis otros gastos.
Meses después de lo sucedido me puse en contacto con mi mamá, desde entonces le mando dinero al tipejo ese para que me deje verla y para que este feliz,porque si él no está feliz mi madre pagará las consecuencias, sus palabras no las mías.
- Miren nada más, la pequeña puta decidió volver a casa - Giré mi cabeza para verlo entrar por la puerta.
- No soy una puta - Contesté, él me jalo fuerte del brazo y me obligo a pararme.
- Cariño sube al cuarto, la pequeña putita y yo tenemos algo pendiente.
- Pero...
- ¿No escuchas o qué? ¡Vete de una maldita vez carajo! - Le gritó, ella me miró antes de subir corriendo.
- Suéltame - Me zafé.
- ¿Trajiste mi encargo? , sabes perfectamente lo que pasaría si no lo hiciste - Arroje el dinero a mesa y salí de esa casa rápidamente.
De alguna manera tenía que convencerla de salir de ahí. Subí al carro de Katherine que de nuevo me había prestado, y es que claro, yo no tenía mi dinero se iba en mí y en el tipejo que tenía como marido mi madre.Sentí que las lágrimas bajaban por mis mejillas ,¿cómo podía ser posible todo esto?, Siete jodidos años en lo mismo.
No me di cuenta de que el semáforo había cambiado.. cuando quise frenar era demasiado tarde, había chocado el auto, un auto que no era mío, mi día definitivamente no podía ser peor.
Deje caer mi cabeza al volante.
- ¿Qué demonios te pasa? - escuche un gruñido - ¿Estás ciega? ¿Acaso no viste la señal? Demonios, ¿Estás escuchándome al menos? - Solté un gran suspiro para levantar la vista al gruñón.
