"Maldito seas."
Beacon Hills. Estado de California. Estados Unidos.
Septiembre 21, 2019
En la mañana del día siguiente ellos habían creado su propio velorio. Sin nadie que perturbase aquel momento tan íntimo entre la manada McCall y uno de sus más grandes amigos, Chris Argent. Seguían con las mismas vestimentas de la noche pasada, excepto Stiles. Todos listos para ir a la cabaña dónde yacía el cuerpo puesto en un ataúd que "tomaron prestado" la noche anterior. Stiles tomó aquel lugar como un santuario a partir de ese momento.
Algunos dijeron unas palabras, tratando de hablar porque el dolor que sentían y las ganas de llorar no los dejaba articular mucho. Stiles no habló después de que llegó a su casa, no tenía fuerzas para hacerlo, se sentía totalmente devastado, estaba cansado de tantas miserias y no creía soportar otra pérdida.
Luego de dos días se encontraba en su cuarto, con su cabeza acostada en las piernas de Damon quien lo trataba de animar contando chistes malísimos incluso peores de los que el menor solía contar y esos eran niveles extremos.
Sin embargo, por más que Stiles se sintiera triste, sabía que los problemas aún azotaban a Beacon Hills. Al menos sus amigos habían podido derrotar a la bestia mientras el no estuvo, aunque de igual forma tenia que estar alerta por cualquier cosa o persona nueva que se apareciera en su pueblo, era su obligación protegerlos.
Se regañó mentalmente por pensar en los sucesos con Derek, pero no, ahí estaba pensando en todo lo que pasó, en qué tanto había cambiado, como estaba de lindo ahora y sobretodo, el hecho de que supuestamente sean "compañeros".
Era algo estúpido dejar pasar semejante paliza, pero ya aquello había pasado a un segundo plano pero nunca se iría, no, solo estaría allí esperando a que alguien le colocase el dedo en la llaga para él poder hablar.
Nunca pensó en la posibilidad de que los betas también podían experimentar la unión y todo eso. Obviamente los alfas si, era bastante lógico y normal pero lo que sucedía con Derek era algo no natural. O sea, se supone que debería de estar feliz porque después de tanto tiempo, al fin tendría una oportunidad con su amor platónico pero no lo estaba en absoluto.
Y no se sentía mal precisamente por los golpes, sino que no sentía nada más que indiferencia hacia el ojiverde, creía que siempre habría una oportunidad para estar con Derek, pero ahora que la tenía, sabía que era una mentira.
Sabía que su lobo solamente lo necesitaba porque quería reclamarlo, ya que el Derek humano no lo deseaba ni el lo mas mínimo y era lo que más le dolía.
Seguía absorto en sus pensamientos hasta que escuchó la voz de Liam en la entrada, seguido de Scott mientras abrían la puerta de su habitación, el latino miró de forma insinuante al castaño mientras Liam tenía una sonrisa en la cara.
—Espero no estar interrumpiendo algo aquí —Stiles negó con la cabeza—, bueno, hay reunión en el loft de Derek. Nos vamos.
Damon sintió a Stiles cuando éste se tensó, le tomó una de las manos y le dio un apretón, dándole apoyo de que obviamente ninguno de los dos quería aparecerse por ese lugar. Liam notó eso y no pudo quedarse callado.
—¿Ocurre algo? —preguntó y Scott miró a aludido esperando una respuesta. Stiles volvió a negar y se levantó de su cómoda posición seguido de Damon.
Scott iba detrás de Damon en el pasillo, vigilándolo desde lejos porque se suponía que Stiles ya debía estar con Derek porque era su compañero. Entonces su mejor amigo no tenía porqué estar con aquel muchacho. Tenía la mirada fija en su espalda y notó que las heridas hechas de quien sabe donde, le estaban curando de una forma... Acelerada.