"Rescate."
París, Francia.
Marzo 20, 2020
—Suerte.
Le sonrió en respuesta y se dispuso a caminar lentamente para que sus pasos de escuchasen lo menos posible, sabía donde era el cuarto para los cautivos, la cocina, el campo de entrenamiento y los baños.
De resto, estaba en completa ignorancia.
Giró por uno de los pasillos encontrando a un conjunto de lo que podía ver, cuatro guardas. Suspiró, llenándose de valor.
Y como Stiles nunca podría dejar de ser Stiles, sacó la navaja de su cinturón para cortarse el dorso de la mano. Acto seguido, se lanzó al suelo unos metros de ellos, boca abajo.
Escuchó preguntándose quien era él y que hacía allí, dejó de respirar unos segundos mientras se acercaban y uno de ellos acercó su rostro a unos metros del suyo, entonces supo que tenía que actuar.
Rápidamente le agarró la cabeza, se dio un giro para tenerle cara a cara y girándole el cuello fuera de su eje, rompiéndolo. Dos de ellos le tomaron de los pies mientras el otro le sujetaba las manos para inmovilizarle, pataleó con fuerza hasta parecer rendido, al sentir como uno de ellos aflojó su agarre, le lanzó una patada al rostro y liberándose del otro.
Se mandó la mano a la cadera buscando de nuevo su navaja pero uno de ellos ya la había tomado del suelo. Los otros dos estaban un poco alejados de él y el único que tenía cerca estaba en el suelo debido al golpe con su pie, les observó el rostro a todos, ya había trabajado antes con ellos y le provocaba una sensación agridulce tener que estar haciendo eso.
Saltó en la cabeza del cazador que si mal no recordaba, le apellidaban Williams, destrozándole parte del cráneo. Dos restantes y con rabia por lo que acababa de hacer, se burló de ellos en forma de provocación, tenía que darla toda y sus manos se removían nerviosas por sentir sangre de otros.
—¿Me devuelves la navaja? —preguntó con sorna, poniendo un pie en el cuerpo del que yacía muerto en el suelo.
En respuesta, el que tenía el corto punzante se dirigió a él con velocidad y la mano en el aire con intención de darle una puñalada. Esperó a que se acercase lo suficiente como para ir también en su dirección y agacharse agarrándolo de las piernas y tirándole hacia arriba, suspiró con alivio cuando el sonido del metal contra el suelo le llegó a los oídos.
Agarró la navaja y no reparó en clavársela en la garganta al pobre hombre. Le quedaba uno y la verdad aquello estaba resultando aburrido, entonces se fijó en la expresión asustada de éste y aprovechó para persuadirlo de largarse y dejarle en paz.
—Voy a suponer que tu tienes familia, te digo, si no quieres morir esta noche, te sugiero que te vayas y no avises a nadie... porque puedo encontrarte. —el menor le apuntó con la navaja en su mano y soltó una risita floja cuando el cazador pasó corriendo por su lado hasta donde él había entrado.
Y como no avisó a Peter de que algún cazador saldría, él lo hizo pedazos.
Siguió caminando, miraba de un lado a otro si alguien estaba en el lugar, sentía a Derek bastante cerca y aquella sensación le estaba abrumando, aumentando las ganas de sacarlo de allí.
En su campo de visión llegó la puerta con bastante seguridad, allí era donde los tendrían, sería relativamente fácil: entrar, sacar a Derek, matar a todo el que se atraviese, salir, esperar el día de vuelo y regresar a Beacon Hills.