"De vuelta al pueblo."
París, Francia.
Septiembre 15, 2019
Agradecía a la vida que no fuese Damon quien le estaba apuntando porque ya lo habría sacado de su lista de hombres altamente follables.
Y si, la tenía.
Volviendo al tema, él menor miraba a los ojos de su contrincante dos cabezas más alto de él, estaba nervioso ya que no tenía ningún arma para defenderse o matarlo antes de que aquel hombre.
Lástima.
—Y aquí te tengo Stiles, sin arma, sin Chris, sin nada que pueda defenderte ahora, solo eres un humano patético que pisó un mundo que no debía. Ahora tienes que afrontar las consecuencias. —el seguro del arma se desactivó, los dedos de aquel hombre se posicionaron bien en él gatillo, su pulso estaba al cien por ciento, hasta ahí había llegado.
Sin embargo, no recordaba que aun tenía su navaja empuñada en su mano, relajó un poco los músculos y sonrió un poco: —Me vas a matar ya o que? Porque en serio que me estoy cansando de estar parado.
Él menor sonrió bastante despreocupado, mirando la cara del hombre y el terror que emanaba, ya le había confirmado que él sabia lo que iba a suceder.
En un movimiento rápido, derribó a su contrincante de una patada barredora, cuando cayó al suelo, Stiles se puso a horcajadas de él a propinarle golpes certeros en la cara hasta que un reflejo le falló y el sujeto aprovechó para pegarle en uno de sus ojos para alejarlo de él.
Stiles cayó a un lado con la visión un poco nublada debido al golpe, se acarició la cara mientras trataba de levantarse pero el hombre ya de pie, le golpeó las costillas con una patada, sacándole el aire contenido.
El menor dio giros un par de metros hasta dar con una columna, como pudo se levantó, sentándose con la espalda recostada hacia la viga de cemento, lentamente se va incorporando, mientras observaba a su contrincante caminando rápido en su dirección.
—¿Creíste que podías conmigo? Vaya que eres muy imbécil. —dijo el sujeto, los nervios de Stiles vuelven a hacerle arder la piel. Una vez ya al frente suyo tomó el cuerpo del castaño como si no pesara nada, lanzándolo al otro lado de la habitación, golpeándose la espalda y la cabeza contra la pared, para aterrizar en la mesa de estar.
«Ay jodida madre»
Stiles trataba de hablar pero era tanto el maltrato que le dolía hasta la lengua, el hombre desapareció de su vista durante unos segundos, reapareciendo con la misma velocidad con algo brillante colgando en sus manos, él no lo pudo notar pero ya había oído el sonido que producían.
Eran cadenas, con la navaja en uno de los extremos. Maldijo en voz baja.
Se levantó con más rapidez y su contrincante ya había lanzado el primer latigazo, la navaja golpeó su costado pero no le cortó. Al tirarle por segunda vez, rebotó en una de las paredes enrollándose en su cuello, ahorcándolo y cortándole parte de la nuca.
El hombre sonrió y acortó la distancia poco a poco mientras apretaba la cadena consigo, Stiles caía de rodillas maldiciendo porqué no le enterró la maldita navaja en la cabeza sin tanto show, su vista se estaba volviendo negra pero al estar agachado, su mano tocó una vara de la mesa y esta tenia una puntilla. Aleluya.
Sin pensarlo dos veces, tomó la vara y le dio a la pierna izquierda del hombre, él debilito su agarre del ahorcamiento y apenas tuvo la oportunidad, le enterró parte de la vara en la cabeza. El hombre cayó sin vida a un costado.
