"Un recibimiento 'ejemplar'."
Beacon Hills. Estado de California. Estados Unidos.
Septiembre 18, 2019
Tres días de viaje, literalmente le estaba doliendo el trasero de estar sentado todo ese tiempo. Sin embargo no dejó de estar alerta porque ya sabía que los estaban buscando, también sabía que Kate ya estaba enterada de que él había vuelto a rescatar a Argent.
Bajó del jet privado de la Central, era de noche y veía poco. Damon estaba dormido aún pero tenía que despertarlo para irse de allí pronto porque el aeropuerto a esas horas no le daba una buena espina. Dejó sus maletas en el suelo.
—Damon, despierta, debemos irnos. —habló fuerte desde afuera de la aeronave, pero no recibió respuesta—. ¿Damon?
Escuchó un grito a lo lejos y ya sabía que era el ojiazul, corrió hacía donde lo había escuchado pero no logró avanzar mucho dado que todo estaba completamente oscuro —más extrañado aún de que el aeropuerto estuviese apagado—, sacó su navaja dispuesto a devolverse por sus cosas, pero lo único que recibió fue la inconsciencia en la que cayó después de que le pusieran un paño en su boca y nariz, con cloroformo.
Maldita sea.
[...]
Su cabeza le dolía, eso de estar siendo amordazado era bastante tedioso, sólo podía recordar su cuerpo siendo cargado en hombros de otro. No se alteró porque ya sabía que estaba secuestrado.
Esa perra de Kate podía actuar muy rápido.
Abrió los ojos encontrándose en el típico escenario, una pobre lámpara a punto de fundirse, el suelo sucio con su humedad, era de esperarse. Movía sus manos con la poca movilidad que las esposas le dejaban para saber en donde lo habían atado, mas cliché no podía ser esto.
Examinó por segunda vez el lugar, para ver si había alguna puerta o alguna ventana para tener mas posibilidad de salir de allí, seria relativamente fácil, claro, si tuviese su armas.
De un momento a otro, la lampara se fundió o se apagó y la puerta se abrió sin embargo todavía se encontraban en penumbras, escuchó pasos profundos y muy lentos, como peligrosos. Le estaban copiando su estilo de caminar. «Esos atrevidos»
Aquella persona se paró en frente suyo. Sin saber para donde mirar bien, solo habló.
—La verdad, no voy a preguntarte quién eres o para qué me tienes aquí, ya lo sé. Solo te digo que puedes liberarme ahora y no te haré daño o me veré obligado a poner tu cabeza donde estaba esa lámpara. —escuchó una carcajada, desconcertándolo, trataba de sonar amenazador pero solamente parecía que trató de contar un mal chiste. Patético.
Aquel hombro lo agarró de los hombros y lo ayudó a levantarse, una vez de pie, siguió hablando: —Más te vale que me liberes porque en serio puedo ser un asesino cuando quiero, que demo... —la lampara vuelve a encenderse y la figura al frente suyo solo sonríe de forma torcida.
—Hola Stiles. Vaya tiempo sin vernos, tres años. ¿Verdad? —Derek hizo una pausa, observando a Stiles por un momento—. Al parecer te ha ido muy bien, estás con mejor físico y todo, actitud nueva. Me parece excelente. —El mayor subió su áspera mano, pasándola suavemente por la cara del menor, quien todavía seguía sin creerselo. Luego reaccionó bastante fuerte.
—¡Y tu quien demonios te crees en hacerme esto! ¡Basta de juegos Derek! ¡Dejame irme de una buena maldita vez porque en serio que no responderé contigo! ¡¿Que te pasa por esa maldita cabeza?! ¡Por Dios! —los gritos de Stiles continuaron y el mayor esperó a que el castaño hiciera silencio, después de eso, procedió a quitarle las esposas de sus muñecas.
La cara de Stiles cambió del enojo a la maravilla. Derek se fijó en sus ojos mientras sentía como cambiaban los suyos, del mismo color whisky tan característico en el menor. El labio inferior le estaba temblando, el mayor sonrió esperando a que Stiles se le tirase encima y lo hicieren durísimo allí.
Su cara se giró al lado izquierdo de un puñetazo. Bueno, no vio venir eso.
Siguente, su cara se giró al lado derecho en otro puñetazo. Esta bien, eso tampoco lo vio venir.
Sus testículos seguramente se le acababan de ir a la garganta por el rodillazo que le dio Stiles. Mucho menos vio esa en venir.
Retorciéndose, cayó de rodillas, Stiles aprovechó y sale a correr, llegando tan cerca a la puerta de salida, lamentablemente Derek fue más rápido y lo atrapó por detrás.
—Tu de aquí no te irás. —Stiles pataleaba y golpeaba la fornida espalda de su macho tratando de buscar algún punto débil, Derek vuelve a esposarlo.
—¡Estás enfermo! ¡Dejame ir que esto es serio! ¡Tengo que salvar a Chris! —gritó con desesperación impregnada en su voz.
—No me importa. Chris puede defenderse por si solo, para algo es un cazador. —Derek empezaba a subir las escaleras, llegando a la puerta.
—¿Y para qué me tienes aquí? ¿Que se supone que vas a hacer conmigo?
La cara de Derek se deforma en una sonrisa espeluznante: —Lo que yo quiera. —finalizó cerrando la puerta y dejándolo en penumbras de nuevo.
Maldita sea otra vez.
***
N/A: Well, fue algo corto. El original era más largo pero no había coherencia, espero les guste.
Voten y comenten ❤️🤷🏾♂️