"Estamos Unidos."
Contenido explícito.
Beacon Hills. Estado de California. Estados Unidos.
Diciembre 26, 2019
—¡¿Y ya?! —exclamó el Sheriff a su hijo—. ¿Te dice unas cuantas palabras y te regalas en bandeja de plata?
No sabía en qué momento Stiles pensó que su padre iría a reaccionar bien cuando le contó sobre lo ocurrido en Nochebuena hace dos días.
—Si lo dices en ese modo suena feo... —Stiles soltó con algo de humor, tratando inútilmente de quitar la tensión.
—¡Es que no hay más modos! ¡Stiles! ¡El tipo está loco! —el cazador jamás había notado la similitud entre él y su progenitor a la hora de enojarse. Una vena en la frente, puños apretados y brazos estirados hacia abajo.
—Yo sé, papá. La gente puede cambiar. —el menor suspiró, se estaba cansando de aquella discusión, pero no culpaba a su padre. Tampoco él encontró manera válida de explicarse porqué perdonar a Derek.
—Nadie cambia de la noche a la mañana... Y sí, ya sé que así fue con Derek. Pero estamos hablando del adulto. Quién te golpeó hasta la inconsciencia y casi asesina a Damon.
—Padre, me gustaría darte una explicación que sea razonable a todo esto, pero es que yo no encuentro alguna. Ha pasado mucho tiempo y con ello, muchas cosas. En algún momento teníamos que hablar sobre el tema porque ambos somos de la manada y nuestros problemas afectan a los demás —la preocupación del lobo le invadió la mente—. Además, él se ha dejado controlar por la ira últimamente y por su lobo, no puedo culpar al humano.
—Creí que tenías más dignidad... —ambos hombres abrieron los ojos hasta mas no poder, la cara de Stiles se estaba tornando roja y la vena de la frente estaba empezando a asomarse.
—Le perdonaste a Claudia su deseo de verme muerto cada vez que le daban sus ataques, perdoné a Peter por convertir a Scott en un lobo y a Lydia en banshee, perdoné a Liam por tratar de matar a mi mejor amigo. ¡Te perdoné a ti por no querer hacerte cargo de mi cuando mamá murió!
—Stiles, yo... —el sheriff bajó la cabeza y empezó a juguetear con sus manos, claramente nervioso. Devolvió la mirada hacia su hijo y éste negó.
—Todos somos tercos cuando la persona a quien amamos nos hace daño y tu más que nadie lo sabe. —respondió el castaño saliendo y azotando la puerta de la casa. Derek decidió asomarse para hablar con él.
—¿Qué acaba de ocur... —el menor pasó por su lado sin dirigirle la mirada, interrumpiendo su pregunta.
—No me hables, Hale. —interrumpió de inmediato, tomando dirección hacia su jeep y desapareciendo de la escena. El pelinegro suspiró, armándose de valor suficiente para entrar a la casa.
El mayor de los Stilinski se encontraba sentado en el sillón grande, parecía arrepentido de lo que le había dicho a Stiles. Derek simplemente habló: —Bueno, vengo a hablar de forma civilizada considerando que tu tienes un arma.
—No me hables, Hale. —repitió el rubio y Derek sonrió un poco. Los Stilinski podrían ser tan iguales. El mayor hizo una pausa para mirarle después—. ¿Qué quieres?
—Yo también estoy sorprendido de que Stiles me haya perdonado así tan fácil, sabiendo lo dramático que puede ser. El punto es que vengo a pedirle perdón a usted también.
—Pero si no tienes nada que ver conmigo... —empezó a decir John mientras Derek asentía.
—Si, porque eres el padre de Stiles y amigo de mi mamá. Además de que, ya sabías cómo era la relación entre tu hijo y yo. Sin embargo no dijiste nada malo al respecto.