XX

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"Tú me fascinas."

Beacon Hills. Estado de California. Estados Unidos.

Noviembre 30, 2019

Noviembre ya estaba a punto de finalizar, las familias y establecimientos de todo Beacon ya le quitaba el polvo a las guirnaldas o tapetes navideños, ansiosos para la época.

Stiles había estado llevando el tema de Damon bastante bien a decir verdad, toda la manada lo mantenía ocupado para que no tuviese tiempo de pensar en lo que le hacía triste. Pero independientemente de que ya estuviese soltero, la soledad en sí siempre le afectaba en esta época, obviamente por su madre.

Es infinitamente comprensible aquella actitud del castaño en estas épocas. Es que o sea, nadie podía imaginarse cómo sería la vida si la mujer que te trajo al mundo se fuera de este sin haberte visto triunfar. Era devastador, te hace falta escuchar los regaños y las quejas constantes, las órdenes insistentes y cada discusión por más fea que se ponga, dolía cuando ya no tienes al responsable a tu lado.

Hasta sus siete años de edad pudo convivir con ella, a pesar de que se la pasaban en hospitales incluso la misma nochebuena. Scott le acompañaba cuando su padre no podía estar con él, mientras los dos niños y la mujer se divertían contando historias, comiendo dulces y galletas a la par.

Claro, en los momentos donde ella no quiera estrangularlo hasta la muerte.

Stiles siempre adoró a Scott por la forma de ser, a pesar de ser bastante bobo y lento para algunas cosas, podía ser atento para muchas otras aún más cuando tenían que ver con su mejor amigo. Siempre estuvo allí sin importarle que Melissa le diera un regaño por irse de la casa sin permiso. Estuvo con él en la última navidad que pasó con su madre. Estuvo con él cuando su madre falleció unos días antes de que Stiles llegase a los ocho años. Ese día le animó, le dió de comer y lo cuido durante el siguiente mes sin pedir algo a cambio.

Y eso es algo que Stiles le agradecía de por vida a aquél muchacho con la mandíbula torcida hacia la izquierda.

Pero también habían momentos donde el latino era un total cabeza hueca por no hacerle caso cuando las cosas iban por mal camino, eso es algo tan natural de ambos hombres Stilinski, lo llevaban en la sangre. Y para qué dar ejemplos si literalmente podría tardarse una eternidad.

O uno más reciente, justo ahora.

Stiles estaba en la sala viendo la serie de Super Man, hipnotizado por la belleza de aquel hombre que interpretaba el papel ya que era literalmente la definición de lo "perfecto", cuando escuchó la voz de Scott y de Derek afuera en el porche de su casa, al parecer estaban discutiendo.

Ah, se olvidaba de Derek. Desde que se enfrentaron a las brujas. El pelinegro todavía era un adolescente debido a que —según Deaton—, cada vez que lo atacaran con un reductor de edad, la cura tomaría más tiempo que la anterior. Y estando joven había tratado de acercarse a Stiles, sin tener mucho éxito. Sin embargo, el castaño agradecía a las pociones del veterinario para hacer que Derek siga así.

Sin decir palabras, estaba atento a lo que ambos lobos hablaban: —Yo sé que él quiere verte, ve. —Scott dijo al menor y Stiles se queda sorprendido.

¿Desde cuando se habían registrado a la fundación #AyudaUnDerek? Primero Damon y luego el latino. Vaya traición.

—Ya te dije que Stiles no quiere verme, dice que soy un mounstro y no quiero saber si le hice daño. —la voz del menor se escuchaba como un lamento, Stiles se puso de pie, dispuesto a abrirles la puerta.

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