"Hola, Stiles."
París, Francia.
Septiembre 15, 2019
Después de aquella noche, el mes de septiembre transcurrió con normalidad, entrenaba, combatía, hacía videollamada con su padre y salia a veces a comer con Chris, lo de siempre.
A veces se lamentaba él estar solo, no tener amigos o siquiera compañeros ya que todas sus misiones hasta la fecha han sido junto al mayor, lo que, en su parecer, no le ha dejado oportunidad de tener compañía. Aunque, siendo sinceros, él necesitaba otro tipo de compañía.
Ahora se encontraba en la cafetería, escogiendo su comida algo incómodo porque, un grupo de muchachos le había estado mirando desde que entró al lugar. Él lo sabía, pero quería disimular.
Una vez tomó su bandeja, se dirigió hacia una de las mesas disponibles caminando con cuidado de no tropezar porque en serio que ya se estaba poniendo demasiado nervioso para su gusto, empezó a comer mientras seguía como si nada hasta que una bandeja ajena aterriza al frente suyo, con una ceja curvada hacia arriba, Stiles elevó su cabeza para mirar bien al hombre en frente suyo.
Altísimo, cabello negro, ojos azules, cuerpo musculoso pero delgado, vestido con una camisa azul marino y pantalones negros, él muchacho sonrió de forma ladina y a Stiles se le pusieron los pelos de punta. Dios bendito que era hermoso.
Con la misma sonrisa, éste se sentó en frente de él: —Stiles, ¿cierto —Más nervioso aún, asintió en forma de respuesta.
Él muchacho este amplió su sonrisa, negando con la cabeza: —No tienes por qué ser tan tímido, Stiles, estamos entre compañeros.
Stiles hizo el asentamiento de cabeza y se golpeó mentalmente: —¿Cómo te llamas?
—Mi nombre es Damon Salvatore, estoy aquí desde hace tres años, dime Stiles, ¿qué te trae por aquí? —preguntó él, ahora llamado Damon, mientras jugaba con su tenedor.
—Uh, no lo sé, quería probar ser cazador supongo. No vengo con motivos en específico.
—¿Qué? No te creo —respondió—, tiene que haber siquiera una pizca de odio hacia esos malditos perros, ¿no te parece?
Entonces Stiles le habló de esa parte de su vida, sobre Scott, sobre Lydia, Allison, Liam, Isaac y finalmente, sobre Derek. Aunque él consideraba que el motivo de su repentino odio era algo inmaduro e infantil, y no tenía forma de justificarlo hasta el sol de hoy. Nunca sería capaz de tocar a alguno de sus amigos, no lo soportaría.
Eso si, a los seres que sean malos con todo él mundo y asesinen de forma deliberada, oh si, merecen morir no importa qué.
La conversación se había vuelto más animada y con un toque jocoso, ambos hacían bromas, comentaban anécdotas y se burlaban de ciertos personajes que estaban dentro del lugar. Cuando sonó él timbre, él menor se dispuso a levantarse pero la vibrante voz del mayor le hizo detenerse.
—Oye, sé que puede parecer atrevido pero, por lo que me has dicho, no sales mucho. Uh, ¿te gustaría acompañarme a un grill con mis amigos?
—¿Yo con tus amigos? Dime, ¿yo qué pinto allí? Sería demasiado incómodo. —Stiles empezó a caminar hasta el mostrador para dejar su bandeja con Damon siguiéndole.
—¿Qué cosas dices? Si vas a estar conmigo, no con ellos, no es que te vaya a dejar por allá solo, eres demasiado lindo y tierno como para abandonarte. —Oh, excelente, le había dado en él clavo. Maldito sonrojo—. ¿entonces?
Y Stiles, con una sonrisa, asintió: —Esta bien.
[...]
Dentro de su cuarto, buscaba que ponerse, tenía un montón de ropa nueva y no sabía muy bien qué usar, pensó en llamar a Lydia por un momento, pero eso es activar una bomba de rastreo y no quería eso.
Cuando ya se había alistado, salió a la sala de televisión y Chris estaba viendo los deportes con una cerveza en su mano y una caja de pizza puesta en la mesita de enfrente, se acercó y tomó una pieza ganándose una mirada de odio.
—Si ya te comiste toda la caja que te compré es muy tu problema, pero lo mio, eso si no lo toques. —Stiles sonrió, contagiando al mayor—. Dime ¿qué necesitas?
—Pues, conocí a un chico en la Central, tiene treinta y me invitó a salir con sus amigos a un grill, ¿puedo ir?
—¿Y por qué me pides permiso? Tienes dieciocho años ya.
—Si, pero estoy en una ciudad que no termino de conocer además tu eres él más adulto a mi cargo, entonces si me llega a suceder algo malo tu tienes que responder por mí, ya sabes, cárcel o sacrificio, incluyendo que mi padre te mataría y se encar...
—Ya Stiles, entiendo. —el menor le miró mal—. Ve, pero por favor ten cuidado, que ninguno de los dos conocemos a esas personas.
Él menor se fue sonriente a cepillarse en su cuarto, mientras Chris pensaba en qué debía estar del todo alerta sobre la situación y actuar de forma muy objetiva, porque no puede evitar preocuparse por Stiles como lo hizo por su Allison.
Media hora después, entró Stiles a la sala con su colonia y ropa nueva oliendo muy bien, dándose unos últimos retoques en él espejo. Escuchó el timbre sonar y dando pequeños saltitos fue donde Chris, avisándole que ya se iba a ir.
—Stiles, por lo que más quieras, ten cuidado con esta gente, no aceptes cosas si no las compras tu, guardate la navaja en la cadera, porque en serio que estoy más nervioso yo que tu. —finalizó él mayor, acercándose al castaño, dándole un abrazo fuerte.
—Lo haré, papá.
Y con eso, Stiles salió a buscar a Damon, estacionado al otro lado de la calle en su Cometa de color azul, saludando al mayor mientras se sube al auto.
[...]
Stiles llegó a eso de las tres de la madrugada, cansado de tanto bailar y reirse, los amigos de Damon eran realmente agradables. Ambos vieron ya el momento de irse, él menor se giró hacia dentro de la casa, creyendo que ya habían llegado hasta allí pero él mayor habló en un tono mas profundo que le hizo moverse en sus adentros.
—Stiles —el mayor tomó la mano del mencionado y cuando este se giró para mirarle, le besó.
Stiles se sentía muy increíble, lleno de energía, excitado, deseado y un poco querido, profundizó más él beso agarrando él cuello del mayor con una mano y con la otra acariciándole el pantalón pero decidió detenerse.
—Adiós. —vuelve a hablar Damon, Stiles abre la puerta y entra con una sonrisa en él rostro.
La casa se encuentra muy en silencio, mira por todos los lados a ver si Chris está sentado en algun sillón para hacerle un interrogatorio seguramente, pero no, nada. Está tan en silencio que, nervioso, saca su navaja y la empuña.
Caminando hasta la sala de televisión y se fijó que habían varias botellas de cerveza quebradas y la caja de pizza aún tenía comida, si antes estaba nervioso, ahora esta a punto de un ataque. Y como por arte de magia el televisor se encendió solo y lo que vio, le dio el pulso al mil.
"—Hola Stiles, cuanto tiempo, ¿que han sido? Tres años tal vez, si no me recuerdas soy Kate, la tía de Allison, la chica que tú mataste. Como sea, mira él premio que tengo aquí —Chris aparece en un lado amordazado y con moretones, mostrándose a la cámara con una mirada que le dice absolutamente todo—. Cuando estés viendo esto, estaremos en un avión de vuelta a Beacon, ¿creiste que seria así de fácil escapar de tu vieja vida? Pues mira que no. Oh, y por cierto, ni te preocupes en seguirnos, ya llegó alguien que se encargará de ti, bye bye." Y él televisor se apaga.
Stiles no había escuchado si él auto de Damon se marchó, no había escuchado cuando habían forzado la cerradura, tampoco había escuchado los pasos dirigiéndose hacia él.
Pero si había escuchado, él seguro del arma que ahora estaba sintiendo pegada a su cabeza, prosiguió a girarse para confirmar su teoría.
—Hola, Stiles.
***