Capitulo 29

1.4K 85 9
                                    

-Narra Christopher-

Casi ni he podido dormir en toda la noche, no paro de pensar en ella dando vueltas en la cama, buscándola sin encontrarla. Jamás había extrañado tanto a alguien, aunque en los últimos días apenas hemos tenido un rato para estar juntos siempre amanecemos abrazados el uno al otro y eso es lo que más me gusta. 

Mirando el reloj veo que apenas son las siete de la mañana, voy a levantarme y de repente escucho unos ruidos provenientes de la puerta y corro a ver que son esos ruidos. Al llegar al salón la veo parada con los ojos hinchados y me lanzo a abrazarla sin poder contener las lágrimas.

Chris: Mi amor, por favor. No me dejes, te juro que Renata ya no es nadie en mi vida, yo te amo a ti.

Dulce: Chris, tranquilízate por favor.

Chris: No Dul, no quiero que te vayas nunca, quiero estar contigo siempre.

Siento como poco a poco rompe el abrazo y sujeta mi cara con sus manos y me mira a los ojos, con esa mirada tierna que me derrite.

Dulce: Mi amor, no te voy a dejar, perdóname tú a mí, debí dejar que me explicaras. Fui una tonta me dejé llevar por mis estúpidos celos. ¿Me perdonas?

Me quedo atónito con sus palabras y una lágrima escapa de mis ojos, lagrima que ella limpia acariciandome tiernamente.

Chris: No tengo nada que perdonarte, mejor déjame que te bese para demostrarte cuánto te amo y que mi corazón te pertenece desde el día en que te vi por primera vez.

Dulce: A veces eres muy cursi, pero me encanta.

Chris: Tú me haces decir todas estas cursilerías.

Poco a poco juntamos nuestros labios, primero un beso tierno lleno de amor que poco a poco se va convirtiendo en un beso más apasionado. Mientras recorro su espalda con mis manos sintiendo erizarse su piel.

Chris: Me vuelves loco, te he extrañado demasiado esta noche.

Dulce: Yo también te he extrañado mucho, estos días apenas hemos estado juntos.

Sin decir nada más vuelvo a besarla mientras ella recorre con sus manos mi espalda deshaciéndose de mi camiseta y yo hago lo mismo con su blusa. Sin dejar de besarnos llegamos a la habitación cayendo sobre la cama, devorándonos con pasión el uno al otro cuando ambos ya quedamos completamente desnudos.

Chris: No sabes cómo extrañaba tenerte así, han sido demasiados días de trabajo.

Dulce: Yo también te he extrañado, te amo.

Chris: Yo también te amo, mi diva.

De un solo movimiento entro en ella haciendo que una y otra vez gimiera mientras yo acelero mis embestidas, besando su cuello bajando hasta sus pechos, haciendome gemir al sentir como ella araña mi espalda y entrelaza sus piernas a mi cintura, de un solo movimiento gira sobre mí haciéndome quedar debajo de ella comenzando a moverse lentamente sobre mí haciendo que ambos llegáramos al clímax, juntos. Se queda tumbada sobre mí y siento que la felicidad me invade al sentir su corazón latiendo junto al mío mientras deposita tiernos besos por mi cuello que me hacen estremecer.

-Narra Alfonso-

Después de muchas horas de avión al fin llegamos al aeropuerto de México donde ya nos esperaban Maite y mi hermano quienes nos recibieron con unos grandes abrazos para después llevarnos a la que sería nuestra nueva casa.

Annie: Oye Gatito, me encanta la casa, creo que hicimos muy bien en dejar que Dul se ocupara de la decoración.

Alfonso: Sí, la verdad es que es preciosa.

La Verdad Del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora