Capítulo 15

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Desperté en mi habitación con Ryan a mi lado izquierdo y Ryder al derecho. El primero acariciaba mi cabello y el segundo jugaba con mi mano.

-Supongo que no tienes hambre- negué en una nueva lucha interna sobre con quien acurrucarme sin dar la espalda al otro por lo que suspiré- Aiden dijo que no comiste en todo el día.

-¿Qué hora es?- fruncí un poco mi ceño, mi mano libre fue a mi rostro para fregarme mi ojo cuando sentí como el oro me quemaba mi vista se posó en el anillo- debo alimentar a las niñas.

-Ya tomaron sus biberones.

-Quiero a mis bebés, las quiero conmigo.

-Debes tranquilizarte primero, ellas perciben Sara, y se contagian, si tu estas tristes ellas se pondrán tristes... se que duele, no voy a mentir y decirte que te entiendo porque no lo hago, el tuyo y lo que fue el mío son dolores diferentes, duelen en el mismo lugar pero de diferentes formas...

-¿Cómo está ella?- lo interrumpí no queriendo que siguiera.

Sonrió antes de contestar- Ella está mucho mejor, la quimioterapia está funcionando... y aunque sufre, lo hacer por mí- se acerca y besa mi frente- Tienen que superarlo, tienen tres hijas no pueden simplemente sonreír a las cámaras tras esa puerta, si por dentro no pueden siquiera verse a la cara.

-Yo no quise ir a la maldita entrevista, fui porque no quise dejar solas a las niñas... no soy como él y créeme que si no es por ellas me iría, pero debo dejar de lado el hecho de que solo lo estoy odiando porque no quiero que ellas queden en el medio...- suspiré y respiré hondo para no volver a llorar- ¿Pueden llevarme a la academia?

-No es hora Hara.

-Alístate, te espero afuera- besó mi mano y mi frente antes de salir de la habitación.

Agradecí mentalmente mientras me levantaba para alistarme. Me adentré en el baño con una selección de ropa cómoda para cambiarme, peinarme y lavarme los dientes.

Al salir, la habitación estaba vacía. No tardé nada por lo que salí dirigida a la sala llegando a tiempo.

-¿Eres siquiera su primo?

-Es mi hermano- contestamos al unísono Ryan y yo ganándonos la mirada de Aiden- es nuestro hermano- volvemos a decir al unísono.

-La prensa solo conoce a Ryan y un hermano perdido no es la mejor imagen por eso dije que era mi primo- mi vista fue hacia mi rubio hermano- ¿Vamos?

-¿Irás a la academia?

-¿Para qué me graben y andar en las redes sociales como la zorra que engaña al pobre Aiden?- frunció su ceño y no fue el único- No te hagas, todos entendimos lo que insinuaba esa Anastasia.

-Necesitamos hablar- niego con mi rostro- Hara...

-No, tú necesitas hablar, yo te necesitaba y me diste la espalda, literalmente, tu lo dijiste Aiden, estabas feliz con tus fans, estabas nervioso de subir a un escenario, no iba a llamarte para decirte que nuestra pequeña no ve porque ¿Qué hubieras podido hacer? Nada, estabas del otro lado del mundo.

>>Me equivoqué y lo admití y lo seguiré haciendo, me seguiré equivocando una y otra vez y lo seguiré admitiendo porque mírame, soy una persona, no soy perfecta... pero solo entonces me equivoqué, cuando no te avisé del baño de las niñas estuve bien después de todo estás cansado, exhausto, agobiado, exasperado- enumero con mi mano- ¿Para qué iba a pedirte ayuda? Mejor era que descansaras ¿O no? Y hace rato tampoco me equivoqué en decir que esto es un regalo porque siquiera te molestarte en defender o tocar el tema ¿No? Pues como bonito regalo de cumpleaños no tengo ganas de usarlo- me quité el anillo acercándome a él pero sabía que no lo agarraría por lo que lo dejé en su bolsillo- Tienes razón esto se fue a la mierda, pero mientras tu me echabas la culpa yo la asumía y ya me cansé.

El Baile de mi PerdicionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora