Terminé de cambiarme justo cuando escucho el sonido de la puerta siendo abierta. Saludo a mi hermano y suspiro con pesadez antes de dirigirnos a su vehículo camino a mi fin.
Los nervios no me dejaron dormir en toda la noche, pero de igual forma no tengo sueño, solo quiero que esta pesadilla acabe y que me digan que levantaron mi suspensión y que puedo volver a bailar.
Al llegar a la academia bajamos y nos adentramos, él me sigue mientras yo voy directo a la oficina de la directora, en donde golpeo y tras un "pase" nos adentramos.
-Señorita Riodocovich la esperaba, tome asiento- lo hice a pesar de que no quería y la miré mientras buscaba mi planilla, en cuanto la encontró la leyó mentalmente antes de volver su vista a mi- Bien, dado los reciente hechos catalogados como agravantes y de acuerdo con las normas de la institución, en la reunión de ayer se llevó a cabo una votación, ya que hay que tener en cuenta que es una de las alumnas más admirables y con más clases concurrentes del establecimiento y lamento informarle que el resultado fue a favor de su expulsión- sé que había dicho que me lo esperaba, pero no, la verdad que no estaba lista para escuchar esas palabras- Lo lamento, junte sus pertenencias y tiene una hora para abandonar el establecimiento.
-Pequeña ve a juntar tus cosas y espérame afuera, voy enseguida- escuché lo que dijo pero mi cuerpo no responde- ¿Pequeña?- me llamó pero lo único que pude hacer es salir de esa oficina y dirigirme al baño donde me quebré totalmente.
Desperté en lo que reconocí como la habitación de mi hermano, pero no quise levantarme, me moví acurrucándome contra la cama y las lágrimas volvieron a brotar de mis ojos, sin poder evitarlo un sollozo escapó de mi boca, seguido de otro y otro más.
Percibí como la cama se hundió a mi lado y luego los brazos de mi hermano a mi alrededor. Él me susurraba que todo estaría bien, pero sabía que lo decía por obligación o para tranquilizarme, él muy bien sabe lo que significa mi expulsión y que marquen en mi expediente de actitud, es una de las mejores del país y estuve a días de cumplir once años allí. No va a estar todo bien.
Mi sueño, mi pasa tiempo, mi vida...todo se fue por el estanque en un abrir y cerrar de ojos.
(...)
Las horas pasaron, son la tres de la mañana y mi hermano sigue despierto conmigo me acurruqué contra sí, no puedo evitar pensar que lo eh decepcionado.
No pasa mucho tiempo cuando logro controlar mis sollozos y el queda profundamente dormido.
Desperté al escuchar la puerta cerrarse, abro los ojos dándome cuenta de que él ya no está, en su lugar hay una nota "Fui a trabajar vuelvo a las dos hay comida en el microondas TE AMO". Su caligrafía sigue siendo la misma que recuerdo.
No quiero ser una carga para él, y aunque sé que no lo soy, pronto lo seré.
Me di un baño y me vestí con la ropa que dejé la última vez que vine. Para luego peinarme, ponerme lentes de sol y caminar a casa, donde al llegar fui directo a mi cama y me recosté abrazando mis piernas a llorar como si aún fuese una niña.
No sé qué hora es, escuché el sonido de la puerta y sé que se trata de mi hermano a sí que cierro los ojos y relajo mi respiración pero un sollozo me traiciona en el momento en el que la cama se hunde a mi lado. Me sentó en su regazo abrazándome y es entonces cuando me doy cuenta de que no es mi hermano, su esencia lo delata, es Jack.
Desperté viendo mi celular, mejor dicho, los mensajes; sigo en el regazo de mi "amigo con derechos" él está leyendo mis mensajes y justo cuando vuelvo mi vista a mi móvil veo el mensaje del bailarín preguntando por qué no estuve anoche, él leyó el mensaje pero no contestó ni lo eliminó, continuó leyendo los otros.
Me ofreció comida pero tenía el estomago cerrado, no contesté, continué inmóvil, sin ganas de hacer nada.
La semana pareció interminable, para lo único que salía de la cama era para ir al baño y ducharme, mi hermano y Jack se turnaban para cuidarme. He faltado toda la semana a la universidad, pero no me importa, lo que más amo en mi vida se me fue de las manos y mi mundo se cayó a pedazos.
Salí del baño y esta vez en lugar de volver a la cama me acerqué a la mesita de noche, cogí el velador de cristal con el diseño de una bailarina de ballet y lo estrellé contra la pared, luego siguió mis útiles, las sábanas de la cama y todo lo que estaba a mi alcance hasta que mi hermano me abrazó por sobre mis brazos atrapándolos e inmovilizándolos. Toda la rabia acumulada se transformó en gritos y llanto de frustración.
Ballet, danza clásica, vals, folklores, tango... años de danza para que una celosa desquiciada provoque mi expulsión en tres días.
El tiempo parece transcurrir rápido para todos, pero para mi solo son interminables minutos en los que la escena en la que me dicen de mi expulsión se repite reiteradas veces, atormentándome y recordando a cada instante mi inutilidad.
Me pasé tres semanas de seguidas así, o estaba recostada, o llorando o destruyendo todo mi departamento. No sabía que más hacer estaba furiosa y frustrada y no encontraba otra forma de desquitarme, de sacarme todo lo acumulado. No soy una muñeca sin sentimientos, no soy un robot y no puedo fingir serlo... no puedo... o tal vez no quiero, no lo sé.
Adiós universidad, adiós administración de empresas, adiós trabajo, adiós danza, adiós vida.
(...)
Llegó mi hermano y yo solo lo veía pidiendo ayuda con la mirada, ya no se que más hacer, estoy perdida, la danza era mi vida, no sé que estoy haciendo pero es claro que esto no es vida, me siento atrapada en un pozo sin final, negro, oscuro y sin salida. Llegó hasta donde estoy sentada en el piso y me rodeó con sus brazos una vez más.
Está claro que ya no sabe qué hacer conmigo, y lo entiendo, si no puedo conmigo misma, él menos idea tiene. Sé que está preocupado por mí, y aunque no quiero que sea así, se que si no fuera por Jack y él yo... no sé, creo que siquiera respiraría en este momento.
Su celular suena pero no atiende, causando tres llamadas perdidas; hay tanto silencio en el departamento que se alcanza a escuchar el sonido del teléfono de que han dejado un mensaje, el cual se reproduce al instante.
"Señorita Riodocovich, la llamamos de la academia porque la comunicación con su tutor ha sido imposible, queríamos informarle que su reincorporación ha sido aprobada y podrá concurrir en sus horarios a partir del lunes próximo, le deseamos suerte."
Mi hermano no dijo nada, siquiera se inmutó, tal vez ya comencé a alucinar ¿Qué sigue? ¿Escuchar voces? ¿Dañarme?
-Yo pagaré hasta que consigas trabajo, tal vez si hablo con tu jefe él te de otra oportunidad- ¿No lo soñé? ¿No fue una alucinación?- Prepara tus cosas iremos a casa hasta que mande a alguien a arreglar esto.
Me liberé de sus brazos para caminar esquivando los trozos de cristales, ya que estoy descalza, y presioné el botón para escuchar el último mensaje, el cual me dejó en shock. Mi hermano sonrió con tristeza y lo entiendo.
Perdí el semestre en la universidad, perdí mi trabajo, o eso supongo, destrocé mi departamento. Creo que también está decepcionado de que de alguna manera reaccione solo por la academia, después de que por ella me perdí en medio de la nada y acabé con mi vida, lo que él no comprende es que no se trata de la academia, se trata de bailar. Sé que muchos dirán si se trata de bailar ¿Por qué no fui a otra academia? Creo que tiene que ver con el recuerdo de mamá, que me decía que si lo que me importaba era bailar que me podía inscribir en cualquier lugar, pero yo quería aprender todo lo posible de las diferentes danzas, no a hacer coreografías como en cualquier lugar. Luego de que ella se fue papá no lo soportó y también se desapareció, Ryan, mi hermano lo dio todo para que entrara y no dudo que le haya molestado mi expulsión, pero no tanto como a mí.
No analice la situación como es debido, nunca lavi como la oportunidad a un nuevo comienzo, sino como el final definitivo de proyectos en vida... de planes a seguir.
Me vi envuelta en un calabozo y no busqué salida, porque de un principio supe que no la había. No arriesgué y no puedo considerar una victoria, habiéndolo perdido todo y solo recuperado mi fortaleza. Sin embargo, se que podré salir adelante.
Quizá estoy dependiendo de la academia, un lugar que siquiera puedo decir que me pertenece, o que es un lugar al que pertenezco, pero puedo asegurar, que me brinda lo que necesito para salir adelante.
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El Baile de mi Perdicion
Любовные романыUna noche... Un baile... Un enmascarado... Muchos misterios... Un amor... Una nueva historia...