Hasta ahora no me había dado tiempo de asociar la partida a Ryder, tal vez quería auto-convencerme que quizá el volvería y que esto solo era un berrinche o no aguantaría y volvería. Pero era la realidad, una realidad que no quise asumir y que ahora me golpea más fuerte. Mi hermanito se ha ido, mi pequeño hermano abrió una cuenta bancaria familiar donde guardó doscientos grandes en dólares y otros cinco grande en Euros ¿De dónde sacó todo eso? ¿En qué momento dejamos de hablar? ¿En qué momento le solté la mano y lo dejé cruzar la calle solo? ¿Cuándo nos perdimos como familia?
Leo por última vez la carta antes de guardarla sobre el armario para que Aiden no la encontrara, luego abrí el mismo para correr los abrigos hasta dar con las bolsas de regalos. Cinco en total. Las abrí dejándolo todo en la cama.
Bailarinas, un bonito vestido blanco con escote corazón y suelto desde mi cintura hasta la mitad de los muslos, cae en capas y eso lo hace más bonito; unas botas con plataforma color negro, un set de maquillaje completo que me dejó con la boca abierta y cuatro entradas para el evento que realiza la academia anualmente para las bailarinas de ballet de todos lados que quieran venir a participar. Yo debería de participar, pero con el embarazo, el reposo y la ausencia de Aiden me vi complicada. Este es el segundo año en el que no bailaré. Es dentro de un mes y dos semanas.
Suspiré observándolo todo y percatándome de un detalle. ¿Y los regalos de mis hijas?
Dejo todo como está para ir a la habitación de mis bebés donde Aiden está acostado junto a Brihanna viendo dibujitos animados. Tan ensimismada en la pantalla que no se percata de mi presencia. Aiden por su parte me guiña un ojo.
Abro las puertas de su armario y escaneo hasta dar con las bolsas en la parte baja del mismo. Me agacho despacio para no tener mareos y comienzo a sacar las bolsas.
-¿Por qué ellas tienen trece bolsas en total y yo solo cinco?
Osos de peluche, mamelucos, vestidos, tiaras, escarpines y un cuadro con la foto de las tres. Brihanna ve los regalos y se acerca.
-E ío Faorito- apunta hacia la foto divertida- E ijo que sonyía paa mamá.
Sonreí abrazándola. Dejé el cuadro a un lado para poder rodearla con ambos brazos.
-¿Esto lo dejó Ryder?- pregunta sorprendido Aiden, me giro a verlo con el cuadro en las manos y asiento- ¿Cómo logró que rían las tres al mismo tiempo?
-Ashí- Brihanna chasqueó sus dedos una y otra vez hasta que la imitamos ambos.la cargué para acercarme a las cunas donde ambas tienen sus vistas en nuestra dirección- Bit- la llama antes de chasquear sus deditos haciéndola sonreír de una forma encantadora.
-Britth- la llamo chasqueando mis dedos cuantas veces me es posible por minuto, ella se enloquece y no es la única- Betth- la llamo y ella se mueve efusivamente.
Luego de almorzar hicimos dormir a las niñas. Me di un baño y me coloqué mi bata para vestirme en la habitación. Cogí el pote de crema corporal del armario para dejarlo sobre la mesita de noche.
-¿Tu sabes dónde está Ryder?- asentí sentándome en la cama- Sabes que Ryan está demasiado preocupado- lo observé por sobre mi hombro con cara de "¿Y a mí qué?"- ¿No crees que ya tiene suficiente con lo de Katherine como para preocuparse también por su hermano?
-Primero, si Ryder no le dijo nada tendrá sus razones o Ryan se las habrá dado, Segundo ¿Crees que con todos los regalos que me dio le diré a Ryan donde encontrarlo? ¿Sabes que ocurrirá si Ryan lo encuentra?- él negó- él huirá y dejará de confiar en mí, bien podría darles la carta pero no entenderían nada porque nunca se sentó a hablar con él ¿Siquiera tienen idea de que está haciendo? Le gusta boxear y lo está apostado todo a ello, yo lo apoyo y no solamente porque dijo que me mandaría más regalos y tercero, te amo pero no creo que debas entrometerte en esa pelea de hermanos, porque en primer lugar no es asunto tuyo y si hay que defender a alguien tu defenderás a Ryan y yo a Ryder y comenzaría un nuevo problema en el que acabarás durmiendo donde el perro, y recuerda que no tenemos uno.
Percibí la presión de sus labios en mi hombro y me giré a besar su mejilla.
-¿Cómo te sientes?
-Estoy bien, ayúdame con esto.
Cojo un poco de crema para dejarla en la palma de su mano y otro poco para esparcirlo por mis piernas. Percibo su mano deslizarse con el frío y espeso producto por mi espalda y me estremezco. Luego de acabar con mis piernas, abdomen y brazos me dedico a disfrutar del intento de masaje que me brinda Aiden, pero que produce cosquillas.
En cierto momento sopla en mi hombro produciéndome escalofríos. Lo observé por sobre mi hombro y casi al instante sus labios asaltaron los míos. Sus manos se deslizaron hacia mi abdomen y ascendieron hacia mis senos para acariciarlos.
Me giré hacia él y deslicé mis manos por su cuerpo descubriendo la desnudes casi total de este. Lo único que llevaba puesto es un bonito bóxer y sí, digo llevaba, porque cuando tienes tres niñas pequeñas debes ser rápida antes de que despierten.
Sus manos se deslizan por mi cuerpo, repartiendo caricias hasta llegar a mis glúteos.
-No sabes cuánto extrañaba esto.
Muerdo su labio cuando lo siento volvernos uno. Él gruñe acariciando mis muslos.
Sus caderas chocando con las mías, sus ojos clavados en los míos, su cabello pegado a su frente, esta es mi estrella, mi bailarín... el chico que no me regala flores sino Nutella y chocolate, ese que me consiente en todo lo que pueda con tal de verme sonreír.
-Te amo- intenté decirlo en un susurro pero terminó siendo un gemido que lo hiso sonreír.
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El Baile de mi Perdicion
RomanceUna noche... Un baile... Un enmascarado... Muchos misterios... Un amor... Una nueva historia...