Ay mi Dios, era el pero en el cuerpo de un hombre ¿Cuándo creció tanto? Ya hasta sobrepasado mi estatura y su voz...Le había madurado tanto que no la fuese reconocido a kilómetros. Sentí un cosquilleo en mi estomago y mi corazón se acelero. Mi primera reacción fue abrazarlo.
- ¡Mierda! Disculpa – dije soltándolo porque casi hacia que derramara las bebidas.
- No te preocupes ¿Gustas? – me ofreció nuevamente el Martini.
- Si, gracias – lo tome.
- ¿Cómo has estado? – pregunto clavando lo único que no había cambiado, su mirada sobre mi y lo verde oscuro de sus ojos.
- He estado bien ¿Y tú?
- Bastante bien – respondió – Por cierto lindo vestido y ese look te queda fantástico –acato.
- Gracias – respondí con un poco de timidez – Tu luces...crecido – exprese.
- Bueno en un año varias cosas cambiaron – bebió de su trago.
- ¿Qué edad tienes ya?
- 20 Naomi – dijo meticulosamente – Tengo 20, recién cumplidos.
Oh Dios... había pasado un año que casi parecían 2, en mis 3 meses de viaje el cumplió los 19 y ahora, un año después tenía 20, siendo todo un hombre.
- Oh, feliz cumpleaños atrasado – comente apenada.
Y en ambas oportunidades me negué a felicitarlo.
- Gracias – dijo – Para el tuyo no falta mucho.
- Un par de meses.
- ¿25 ya?
- Si – suspire – La vida se pasa volando – dije asombrada de cómo el tiempo se había evaporado.
- Demasiado, recuerdo cuando apenas acompañe a Carlos a comprar el anillo y mira donde estamos ya.
- Si... - musite – Parece que fue ayer que Sabana llego en medio del problemón que me formaba... - mi voz se fue apagando – Bueno sabes a lo que me refiero.
Naomi contrólate ¡No hables del pasado!
- Si, Tony estaba en descontrol – comento tranquilamente.
- Yo también lo fuese estado si encontraba a Kyle con Sabana, solo de imaginármelo es perturbador – dije asqueada.
- Bueno éramos una pareja, teníamos derecho.
- Para Tony no tenias derecho a nada – bromee.
- Concuerdo contigo – rio - Cuéntame ¿Qué ha sido de tu vida?
- Mi vida ha estado bastante tranquila, en Liverpool con mi familia.
- ¿Y cuanto tiempo estarás en Londres?
Pregunto sin ningún tipo de expresión.
- Retorne definitivo – dije.
Pareció caerle de sorpresa.
- Me alegra que hayas vuelto, Londres te extrañaba.
- ¿Solo Londres? – dude.
Estaba sin filtro a causa de mis nervios, seguramente me veía patética.
- Y todos tus amigos, además que la ciudad estaba desprotegida y hay unos cuantos que necesitan que le pateen el trasero – acoto.
Su respuesta fue desalentadora. Forcé una sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Santiago
RomanceSer líder suena emocionante ¿Pero realmente lo es? La verdadera lucha apenas comienza y Naomi se verá enfrentada a las situaciones más crudas que su nuevo puesto le trae, batallando con quien la hizo caer en el clan y su propia lucha interna, pero ¿...