Capitulo 22

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- Son tus nuevos tatuajes - contesto - Los propios del dragón - explico.

Era un conjunto de llamas, con flores, ramas, puntos. Algo muy al estilo de la Henna. Un trabajo impresionante para cualquier tatuador.

- Representa toda la fuerza y dulzura.

- ¿Dulzura? – dude.

- Los dragones eran dulces con su gente, su pueblo.

- Entiendo.

- Ahora bien, hablemos de tus dones ¿No sientes alguna diferencia?

Me sentía igual, lo único diferente eran mis brazos. Pero empecé a oír unos pasos que estaban lejos, tuve la visión de los esos pasos saliendo del edificio y sentí como esa presencia se movilizaba.

- ¡Oh por Dios! - exclame - Lo estoy viendo - dije sorprendida - ¡Lo veo, lo oigo y lo siento!

- No siempre será así - dijo y mi visión acabo - Algunas veces solo veras, otras solo sentirás y otras solo escucharas al enemigo acercarse.

- ¿Por qué?

- Los dragones no todo el tiempo tenían sus 5 sentidos activos, así que el don no es perfecto. Pero no es lo único.

- ¿Hay más? – estaba incrédula.

- Por supuesto - dijo con tranquilidad - Serás más fuerte, ágil, resistente y tendrás más potencia con el fuego. Ahora si darás la pelea.

- Excelente - dije impresionada viendo mis brazos - ¿Serán temporal, no?

- Como todo - se acerco - Ahora bien - Tienes que tener mucho cuidado con estos dones, requieren de mucho autocontrol.

- ¿A qué te refieres?

- Todo está en la mente - poso sus manos en mis hombros - Y si tu pierdes el control de tu propios pensamientos, puedes perderlo de tu cuerpo y estar en peligro. Cuando estés bajo presión, sientas miedo o terror trata de tener pensamientos optimistas que te mantengan en calma, recuerda que vas a un sitio donde hay mucha magia negra y todos conocen lo peligroso de estos dones. Así que más de uno tratara de volverte loca mentalmente para que te pongas en desventaja.

Eso no me entusiasmaba para nada.

- ¿Y como sabré que estoy perdiendo el control?

- Lo sabrás, como ayer sentías todos esos dolores. Conoces tu cuerpo y sabes cuando algo no va bien.

- ¿Y si pierdo el control?

- Estarás en peligro, pero como te dije, si sientes que algo no va bien con tus dones o tu cuerpo, deberás neutralizarlos.

- ¿Y cómo lo hago?

- De la misma forma que calmaste el fuego ayer, con el elemento contrario al tuyo.

- ¿Agua?

- Así tengas que lanzarte de un barranco hacia el océano - dijo.

- ¡Eso me mataría automáticamente!

- Tranquila, no morirás.

- Eso espero - trague pesado - ¿Y cómo me los quito para hoy?

- ¿Por qué?

- Hoy tengo el día libre y de verdad quiero descansar un poco de todo esto.

SantiagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora