Capitulo 17

115 10 0
                                    


Eric detuvo su acción y me miro.

- ¿Sucede algo Nao? - pregunto.

Estaba confundida, mis recientes sospechas no podían ser reales. Eric no podía ser de algún clan, lo fuese notado antes o al menos fuese arrojado algo en la investigación que le hice antes de dejarlo entrar en mi edificio.

- Solo... no estoy segura de esto - mentí.

- ¿Quieres me detenga? - pregunto preocupado.

En realidad en este punto no sabía qué hacer, si él era de algún clan tenía todos las posibilidades para matarme. Pero por otro lado me costaba creerlo, el era tan dulce, noble y transparente o eso me había hecho creer.

- Creo que hacerlo aquí no es una buena idea - conteste, rodeando nuevamente su cuello.

- ¿Por qué?

- Vanessa puede llegar en cualquier momento e interrumpirnos.

- Podemos ir a me departamento si gustas.

- ¿Y tu Roomie?

- Puedo echarlo o irnos a un hotel.

- ¿Realmente quieres tener sexo conmigo? - pregunte en voz baja.

- Es mucho más que sexo, en este punto siento la necesidad de hacerte el amor Naomi - respondió.

- ¿Amor? - pregunte sorprendida - ¿Realmente sientes amor?

- ¿Por qué? ¿Tú no?

- Solo quiero saber lo que sospecho.

- ¿Sospechas de mi?

- Más de lo que crees - bromee.

- ¿Qué sospechas de mi?

- Las personas que hacen el amor es porque se aman, solo quiero saberlo de ti - acote - Quiero saber si entonces... - lo mire fijamente a los ojos - ¿Me amas? - pregunte pausadamente.

- ¿Crees que sería muy apresurado?

- No me importa el tiempo, solo lo que sientas.

- Pues amo cada rincón de tu ser - contesto.

- Tanto como para querer matarme - pregunte.

- ¿Matarte? - me miró extrañado.

- De placer - complete.

El sonrío y me planto un breve beso.

- Claro que tengo muchos deseos de matarte de placer, quiero hacerte mía - acato.

- En tal caso, este no es el mejor sitio para hacerlo, si va suceder que sea de la manera más especial posible - comente.

- Donde tú quieras, cuando quieras de la manera que quieras - contesto complaciente.

- Bueno... - recorrí con mis dedos su hombro - Podemos ir a un hotel.

- ¿Ahora?

- Si, ahora - sonreí - No quiero esperar más.

- Está bien, solo déjame vestirme e ir al baño.

Me baje de su regazo y él se levanto hacia el baño, apenas cerró la puerta, sabía lo que tenía que hacer. Tome mi teléfono y mande un mensaje. Le pase el seguro a la puerta de mi cuarto y me persigne, tenía que enfrentarlo de una vez, sin dejarle ningún escapatoria, busque por debajo de mi cama la pistola que tenia de emergencia, respire hondo y abrí poco a poco la puerta.

SantiagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora