Capitulo 11

121 12 4
                                    

El esbozo una pequeña sonrisa y yo bebí de mi vaso. Había aceptado, así que de ahora en adelante ambos éramos consciente de que lo que llegase a pasar era porque queríamos.

-         ¿Por dónde quieres empezar? – pregunte.

-         Que estuviste haciendo este año Sabático.

-         Viaje por varios países y luego regrese a Liverpool, estuve con Araroni un tiempo.

-         ¿Practicando?

-         Si

-         ¿Qué lugares visitaste?

-         Praga, Madrid, La India y por ultimo Jerusalén.

-         ¿Por qué esos lugares?

-         Siempre los quise conocer

El tomo un sorbo y asintió.

-         ¿Y tres meses era suficiente tiempo?

Su pregunta tenía doble sentido para mí.

-         ¿Suficiente para qué?

-         Para olvidar, despejar la mente... conocer.

Estaba dejando claro el sentido de sus palabras.

-         Si – murmure – Era lo mejor.

-         ¿Lo mejor para qué? ¿Para ti?

-         Para todos.

-         ¿Quiénes son todos?

-         Estas haciendo muchas preguntas redundantes – exprese con gracia.

-         Para mí no es nada redundante – dijo confuso.

-         Estas preguntando cosas que ya sabes las respuestas, solo quieres que yo te las confirme.

-         ¿Naomi de que hablas?

-         Por favor Santiago, no te hagas el que no sabe.

-         ¿Saber qué? Solo te estoy preguntando como la pasaste en tu viaje, si te olvidaste un rato de Londres, despejaste tu mente y conociste nuevos sitios – decía - ¿Para eso son los viajes no?

Ay Dios mío, había interpretado mal.

-         A eso me refería ¿En qué sentido crees que hablaba?

Me tomo el vaso completo y él me sirvió uno más.

-         Nada en particular.

El se echo a reír.

-         Sigues igual de siempre, tomando los tiros por donde no van y poniéndote nerviosa cuando eres descubierta.

-         Yo no estoy nerviosa – acate

-         Eso si es redundante – rio - ¿Y por qué regresaste a Liverpool?

-         Quería probar suerte allá, ya sabes...

-         ¿Saber qué?

-         Uno tiene que probar cosas nuevas.

-          Me atrevo asumir que no te cautivaron esas cosas nuevas.

-         ¿Por qué lo dices?

-         Por algo regresaste ¿No?

-         Touche.

SantiagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora