Capitulo 39

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Estaba fría, pálida y con un nudo inmenso, aplastando mi garganta.

- Me resulta un poco incómodo... que precisamente tú me lo preguntes - comento.

Negué bajando la cabeza. Pregunte sin estar preparada para la respuesta. Suprimí el llanto.

- Que rápido te olvidaste de nuestro amor - murmure, estaba destrozada.

Él se inmutó y bajo la cabeza.

- ¿De verdad la prefieres a ella que a mí? – pregunte dolida.

- No se trata de preferir - admitió - Es las acciones, las decisiones, prioridades, encontrar un equilibrio y sobre todo una estabilidad.

- ¿Santi estas tan seguro que no quedo nada de nada entre nosotros? - me sentía guindada, a punto de caer de ese hilo de esperanza.

- Naomi, lo nuestro es capitulo pasado - expreso.

- Pues yo estoy atada a ese pasado – defendí enojada.

- No estas atada, estas aferrada, tienes que soltarlo... Ya no hay nada que nos una ni nada que tengamos pendiente - decía.

Y con cada palabra me destrozaba más, me di media vuelta y camine hacia la casa. Estaba siendo masoquista, me estaba lastimando yo misma. Entre, rápidamente limpie las lágrimas y subí a mi habitación ¡Había sido una estúpida en hablar con él, en preguntarle esas cosas! Me recosté, estaba deshecha y aunque seguramente pasaría otra noche aturdida por los pensamientos, no había nada mejor que estar en casa. Al día siguiente, me coloque una braga de jean que no se ajustaba al cuerpo, había perdido un par de kilos por los vómitos, pero sentía que mis caderas se ampliaban a gran velocidad.

- Buenos días – salude, Ness ya desayunaba en la cocina.

- Buen día, te prepare el desayuno – comento.

- ¿Revueltos? – mire con un poco de repudio – Creo que paso, necesito algo menos pesado para mi estómago.

- ¿Ya te chequeaste con el gastro? – pregunto, mientras me sentaba.

- Si, solo debo comer ligero y seguir el tratamiento – tome 2 rebanadas de pan, lechuga y tomate.

- ¿Más? Si tú comes muy sano, digo, ese cuerpo que te gastas no es precisamente por comida chatarra.

- Hago bastante ejercicio – dije.

- No sé en qué momento, pero te guardo envidia de la buena – bromeo.

- Ness, quería comentarte algo.

A pesar de tener un día súper malo como el de ayer, hoy había amanecido más calmada, serena y clara. Seguía sin asimilar que tenía un bebe viviendo dentro de mí, pero tenía que tomarme las cosas con calma y suave.

- Adelante – contesto.

- ¿No has pensado en la idea de mudarte? – pregunte – No quiero que te lo tomes a mal, ni te estoy echando, pero de cierto modo me siento mal de dejarte sola por mucho tiempo con eso de mis viajes de negocio.

- ¿Es por eso o por Santiago?

- Bueno, obviamente no me agrada su presencia aquí aunque he hecho un esfuerzo sobrehumano de tolerarlo, pero creo que estarías mejor nose, viviendo con quizás alguien de tu pasantía, alguna de las chicas – sugerí – Así puedes conocer a más gente, salir y divertirte.

SantiagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora