Capitulo 37

94 9 0
                                    

Volví al pasillo y pase directo, Sabana me siguió y retornamos al ala donde estaba el consultorio del doctor. Nos acercamos a su secretaria y nos informó que no vendría hoy porque se le había presentado una emergencia, mi cita había sido reprogramada para el viernes, pero para adelantar parte de la consulta, me facilito una orden para realizarme todos los exámenes. Así que fui a sacarme la sangre y mañana los retiraría. Nos marchamos, estaba tan furiosa que le pedí a Sabana dejarme en mi casa, solo quería encerrarme, dormir y no saber de nadie por un rato. Al día siguiente busque mis exámenes, vi los resultados pero no entendía nada, entonces decidí contactar a la tía de Carlos para que me los leyera.

-         ¿Naomi, tendrías problema de repetirte los exámenes nuevamente? – pregunto viendo la hoja, estábamos en el cafetín del hospital donde ella laboraba.

-         No ¿Por qué, salió algo mal?

Respiro hondo.

-         La verdad es que estos valores están un poco alterados, por eso te recomiendo que los repitas.

-         ¿Usted cree? ¿Y si salen igual, puede ser grave?

-         Bueno, no se que tan grave veas tú el hecho de que quizás no sea precisamente una gastroenteritis lo que tengas sino un embarazo.

-         ¡¿Embarazo?! – pregunte exaltada.

-         Si, estos valores corresponde a los de una mujer embarazada ¿O me obviaste ese pequeño detalle?

-         ¡No, por supuesto que no! – respondí inmediatamente – Tengo casi 2 meses sin ningún tipo de relación.

-         ¿Tienes algún control anticonceptivo?

-         Si claro.

-         Entonces no hay de qué preocuparse – comento – Repítete los resultados y me avisas ¿Vale?

-         Está bien.

Casi me da un infarto al oír semejante sugerencia, pero por supuesto el hecho de no tener nada de nada me dejaba tranquila. Volví a la clínica a realizarme los exámenes, retorne a casa y me sorprendió que estuviese el auto de Vanessa, quizás habría llegado temprano de la pasantía. Me coloque el sobretodo negro, tome mi cartera y baje del auto. Entre a casa y escuche unos gritos a lo lejos. Me detuve en las escaleras. Provenían de arriba, luego oí gemidos y nuevamente una voz femenina diciendo cosas sexuales. ¡¡Vanessa y Santiago estaban follando en mi propia casa!! El aire se esfumo de mis pulmones, el corazón se me acelero y salí de la casa, cerrando de un portazo. Estaba muy furiosa y a la vez decepcionada, caminaba hacia mi auto de regreso cuando vi el auto de Santiago estacionándose en mi frente. Luego lo vi bajar ¿Pero si él no estaba adentro con Vanessa, quien era entonces? Quede inmóvil.

-         Hola – saludo.

-         Santiago – estaba fría como un tempano.

¡¿Qué diablos estaba sucediendo, Vanessa estaba engañando a Santiago?!

-         ¿Cómo sigues? – pregunto con tranquilidad.

-         Ah... igual – respondí.

Tenía un sinfín de preguntas mareando mi cabeza en este preciso momento.

-         ¿Qué te dijo el médico?

-         Cambiaron mi cita – dije asintiendo.

-         Ah, bien – asintió en seco - ¿Sabes si Vanessa esta lista?

-         Ella no está – respondí rápidamente.

-         ¿No está? Pero su auto está aquí.

SantiagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora