Capitulo 24

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Sentí un terrible huelco en mi estomago, el corazón acelerado ¡Esto era un caos!

- ¡TODOS SIENTENSE! - grito Sebastián - ¡VAMOS ATERRIZAR! - dijo.

- ¡¿CÓMO VAMOS ATERRIZAR?! ¡NOS VAMOS A ESTRELLAR! - enfrente desesperada.

Jamás había visto tanta desesperación junta, había personas desmalladas, corriendo, sangre por todos lados, partes humanas y la fuerte brisa.

- ¡GUESS ANDA A SENTARTE! - ordeno - ¡¡TODOS LOS DE ESTE PASILLO DIVIDANSE ENTRE EL 1 Y 2 Y AGARRENSE FUERTE!!

- ¡¡SEBASTIAN NOS VAMOS A MATAR!! - exclame exasperada.

El líder me halo y volvimos entre empujones y gritos al primer pasillo. Me sentó de golpe y me amarro el cinturón.

- ¡¡QUEDATE AQUÍ!! - ordeno - ¡Y MANTEN LA CALMA, RECUERDA QUE ERES LIDER!

- ¡¡NO PUEDO QUEDARME AQUÍ SABIENDO QUE VAMOS A MORIR!! - exclame.

- ¡¡VAMOS A LOGRARLO!! - fue lo último que dijo antes de desaparecer por las cabinas.

Me asome por la ventana y podía ver como descendíamos bruscamente, en medio de la turbulencia, estaba al borde de un infarto. Alena y yo nos tomamos de las manos, solo podía pensar en mis padres.

- ¡TODOS SIENTENSE Y AMARREN SUS CINTURORES, REPITO SIENTENSE Y AMARREN SUS CINTURONES! - vocifero una azafata por las cornetas - ¡LOS QUE NO TIENEN ASIENTO POR FAVOR AGARRENSE FUERTE!

Era la peor desesperación que había sentido en mi vida. Oímos como el avión descendió, las ruedas chocaron contra el pavimento y el avión se tambaleaba de un lado a otro, podía sentir como los frenos luchaban con la velocidad, nos íbamos a estrellar. Vi hacia el puesto de Sebastián y el no estaba. Solté mi cinturón y me pare.

- ¡¿A DÓNDE VAS?! ¡¡SIÉNTATE!! - exclamo Alena.

- ¡¡SEBASTIANO NO ESTA!!

Me encamine hacia el pasillo de las cabinas y fue el momento justo donde chocamos contra algo, provocando un fuerte movimiento que me halo hacia adelante, cayendo al suelo y todo lo que había alrededor cayó sobre mí. Estaba dolorida pero el avión se había detenido.

- ¡¡Naomi!! - oí, Alena llego a mí.

Abrí los ojos y ¡Gloria Dios! Estábamos vivos y el avión seguía completo. Alena me quito el carrito del catering y toda la comida que me había caído encima.

- ¡¿Estás bien?!

- Menuda bienvenida - dije con poca respiración.

Logro levantarme.

- ¿Están bien? - le pregunte a la azafatas que estaban amarradas a sus puestos.

Ellas asintieron ¡Gloria Dios!

- ¡¿Dónde está Sebastián?! - pregunte preocupada.

Llegue a la cabina de pilotos, como pude, estaba muy dolorida.

- ¡¿Están bien?! - pregunte.

- Todo bajo control - contesto el mismísimo Sebastián, levantándose de uno de los puestos de los pilotos - Un poco turbulento el aterrizaje.

- ¡¿Tu aterrizaste el avión?! - estaba en shock.

- Así es, claro, con ayuda de los expertos - dijo hacia los pilotos, que se encontraban bien, con algunos rasguños.

SantiagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora