Ángel o demonio. // Twc// NR

Cap - 7

 Estaba tumbado relajadamente en el sofá, llevaba un resaca de cojones y ya eran como las siete de la tarde. Me desperté sobre las tres y porque mama se moría de hambre y estuvo esperándome para comer. Algún día le pondré un monumento o algo, se lo merece. Comimos y directamente me fui al sofá a ver la televisión. Y aquí sigo.

- ¡¡¿Tom puedes abrir? Estoy ocupada.!! - me grito desde la cocina cuando tocaron el timbre.

Me levante con toda mi pachorra y fui a abrir la puerta. Era Bill y yo con estas pintas. Descalzo, con un pantalón de chándal viejo y una camiseta de tirantes. Creo que la resaca se me fue de golpe.

- Hola. Pasa. - le dije nervioso. Me sonrió y entro en casa dándome un beso en la mejilla. Apenas llevaba maquillaje, el pelo lo llevaba escondido de nuevo como anoche, debajo de un gorro gris. Un pantalón gris descolorido y una camiseta negra muy fina de manga larga que la tenia remangada hasta los codos. Si, tengo la manía de ser demasiado observador.

- ¡¡¿Quien es?!! - grito mama saliendo de la cocina. - Ah, hola cielo. - le saludo a Bill, Bill se acerco hasta ella y le beso la mejilla. Supongo que saluda así por no hablar. Hablar... de eso me tengo que encargar.

- ¿Quieres que nos quedemos aquí o subimos arriba? Por cierto, te dejaste el pendrive. - asintió con la cabeza. No sabia muy bien si quería subir a mi cuarto o no, yo lo hacia mas por mi madre, porque no estuviera rondando. - ¿Subimos entonces? - asintió. - Estaremos arriba entonces, vieja. - le dije por hacer la gracia. Mama volvió a reprocharme el llamarle así y Bill rió bajito. Como me gustaba esa risita.

Subimos a mi habitación, me senté en la cama para ponerme las deportivas que las deje ahí anoche. Al agacharme e incorporarme rápido me maree por la resaca e inconscientemente me lleve las manos a la cabeza y me queje.

- Joder, putas cervezas. Me va ha estallar la cabeza. - vi como Bill cogía un folio y escribía, ahora que sabia que no hablaba porque no quería, me jodía un poco, la verdad. Me lo dio y lo leí "Eso te pasa por beber sin controlarte". Medio sonreí. - Y si tu hubieras venido como te dije, estarías tu para controlarme. - le solté con chulería. Bill negaba con la cabeza y sonreía a la vez. - Ademas... no bebí tanto.- mentira. Él alzo las cejas de manera divertida, me hizo gracia su expresión. Dios, moría por besarle de nuevo. Me trague toda mi vergüenza y le hice un gesto con la mano. - Anda, ven. - estaba al lado del escritorio y se acerco hasta mi mordiéndose el labio. Le cogí por la cintura haciendo que se sentara en mi pierna derecha. Cuando le tuve tan cerca me congele. No sabia que hacer ni que decir, solo podía mirarle a los ojos. Me beso en la mejilla y me abrazo por el cuello. - ¿Te han dicho alguna vez que... tienes carita de ángel? - se sonrojo, me hizo gracia, escondió la cara en mi cuello. Le abrace con todas mis fuerzas aprovechando su vergüenza. Me despertaba tanta ternura.

Hice que apartara su cara de mi cuello y le volví a mirar a los ojos. No se lo que me provoca, porque es una mezcla de sentimientos tan raros... Le acaricie la mejilla, fría y suave como si fuera de porcelana. Y no se como, no se si fue él o fui yo, pero nos estábamos besando de nuevo. Sabían tan bien sus besos y tan tiernos... de verdad no puedo creer que sea la misma persona que he estado viendo estos días en la universidad. Ni yo mismo soy yo, nunca he sido así con nadie. Ahora mismo me lo estaría comiendo y arrancándole la ropa pero no, con él no puedo. Con él es diferente. Con Bill solo quiero sentirle cerca, besar sus labios y abrazarle a mi, justo así, como ahora, sin mas.

Le estaba acariciando la espalda, baje la mano y al volver a subirla acariciándole me lleve su camiseta sin querer y se aparto de mi a toda prisa. Solo fue eso, ni siquiera roce dos centímetros de su piel.

- ¿Que pasa?- se fue hacia la ventana sin querer mirarme. - Bill lo siento. No es lo que pensabas o... Ni siquiera se qué te a molestado. - se quedo allí, mirado a través de la ventana con los brazos cruzados. Me levante y me acerque hasta él, no sabia si abrazarle o que hacer, no sabia como iba a reaccionar. Pero al final decidí por no pensar y dejarme llevar. - Lo siento. - le dije casi en un susurro abrazándole por detrás. Cogió mis brazos e hizo que le abrazara mas. - Lo siento si pensabas que iba a... ¿Es eso? - asintió. Me costaba creerlo por su manera de actuar en el baño de la universidad, porque justamente él era el que parecía el salido, pero por como se estaba comportando últimamente, podría ser verdad. Igual pensó que mi intención era ir mas allá. - Nunca haría nada que tu no quisieras. Pero... Bill te tengo que ser sincero. Yo... no entiendo tu forma de ser. - se giro y se quedo frente a mi sin romper el abrazo. - Es como si... fueras dos personas distintas. El Bill que conocí anoche y el que tengo ahora mismo delante no tiene nada que ver con el de la universidad. - agacho la mirada. Parecía triste ahora. - Eh, oye. - le cogí de la barbilla para hacer que me mirara. - No te lo digo para que te pongas así ni para molestarte solo... solo quiero serte sincero y... si puedes... que lo seas conmigo.