Cap - 1

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La puta alarma del móvil me despertó. Miré la hora, las seis de la mañana. ¿Pero qué cojones...? Es verdad, olvidé que anoche puse dos alarmas. Una a las seis, para despertarme pero poder seguir durmiendo una hora más. Así soy yo. Me volví a estirar sobre la cama. No pude volver a dormirme así que me dediqué a quedarme ahí tirado sin más. A las siete tendría que despertarme si o si. A las ocho comenzaban las clases de nuevo.

Y pensar que ya se ha acabado el verano, joder, con lo bien que lo he pasado. Me pongo a recordarlo y si, definitivamente ha sido el mejor verano de todos. Toda la pandilla perdidos en los montes alejados de la mano de Dios. Dios... aunque no crea mucho en el siempre ayuda nombrarlo para este tipo de frases. En fin.... que buen verano. Y que buen montón de tetas. Ja, creo que ha sido el verano que más he mojado. Me pregunto si me tocara en clase con alguna de ellas. No estaría mal, podría ayudarme a hacer las clases más entretenidas, pero... joder, serán muy cansinas, no, mejor que no me toque con ninguno de mis polvos.

Mi pandilla, los mismos amigos desde párvulos. Y no los cambiaría. Aunque somos cinco habitualmente, si nos juntamos todos, como en ese viaje, somos como unos veinte contando las parejas de cada uno. Pero bueno, no tengo que resaltar que para mí Georg, Gustav y Andi son los primeros. Mis tres mejores amigos. Georg, el que más sentada tiene la cabeza, Gustav, el más loco de todos, aun recuerdo cuando nada más llegar al campamento ese, soltó las maletas y saltó vestido a la piscina. Y Andi, el bicho raro. Nunca sabes por donde te puede salir, simplemente no le entiende nadie, creo que ni él mismo. Y yo... bueno, no se como describirme. Soy serio pero tengo mis puntos graciosos. No me gusta mucho que me toquen los huevos pero tampoco soy de meterme en peleas. No me gusta. Prefiero ignorar a la gente, que eso les jode más. Aunque no niego que tengo mi punto de "bestia" si me sacan mucho de quicio. Otra cosa que no me gusta nada es que las tías me llamen después de un polvo. ¿Qué no entienden que son solo eso? Si no te llamo será por algo... En fin.

La alarma vuelve a sonar y ahora si, a mi pesar tengo que levantarme. Lo primero una ducha de agua fría para despejarme, como me gusta. Me pongo una toalla en la cintura después de secar un poco mi cuerpo. Ahora es cuando me arrepiento de haberme quitado las trenzas de mi pelo. Joder. Antes no perdía tiempo para peinarme, ahora me tengo que peinar y agarrarlo. Bueno... tampoco es que tarde tanto. Además, estoy más bueno con el pelo así que con las trenzas.

Las trenzas no es lo único que he cambiado. Siempre, desde pequeño he usado ropa de talla grande, como los raperos. Y tenía rastas. Que comparadas a como las tenia la ultima vez antes de pasarme a las trenzas... parecían nudos que se formaban solos por no peinarme. Me hace gracia como se ve uno a sí mismo cuando se recuerda en el pasado. Bueno, volviendo a la ropa, ahora uso pantalones un poco más justos, no apretados pero si de mi talla, al menos ahora se aprecia mi cuerpo, cosa que no pasaba con la ropa rapera. Y con mis camisetas pasa más de lo mismo.

Abro el armario y decido ponerme una camiseta negra de manga corta con unas grandes letras en blanco y unos pantalones vaqueros, normales. Así de simple. Ahora si, mis accesorios que no falten. Un pañuelo colgando de mi bolsillo trasero y mi gorra atada al delantero del lado contrario. Mi crucifijo colgando de mi cuello, regalo de mi abuela, no se por qué pero le tengo mucho cariño. Otro pañuelo atado a mi muñeca y... bueno. Creo que ya estoy, más que perfecto para la presentación del nuevo curso.

- ¡¡¡Tooom. No te va a dar tiempo de desayunar!!! - mama y sus gritos. Ojala encontrara curro para largarme de aquí cuanto antes. Creo que con veintitrés años va siendo hora de saber cómo es vivir solo.

Me pongo las deportivas y bajo a desayunar antes de que me de dolor de cabeza con sus gritos.

- Buenos días, vieja. - le saludo al entrar a la cocina.

Ángel o demonio. // Twc// NRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora