Cap - 12

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 Los días fueron pasando. Yo iba a la universidad, no podía perder días, y además, Bill estaba más tranquilo por momentos así que no me preocupaba al dejarle en casa con mamá. Ellos dos salían a comprar, a tomar café y hacían juntos la comida para cuando yo volvía de clase comer los tres juntos. Mama fue con él a su casa y le ayudó a coger una maleta con ropa y lo que necesitaba para estar de momento en la mía. Yo me negaba a dejarle solo hasta el Lunes. El Martes se volverá a su casa ya que también podrá volver a la universidad. Estos tres días pasaron rápido. Por las tardes nos tirábamos viendo películas en el sofá, aunque nunca las terminamos de ver porque siempre nos quedábamos dormidos los dos. Después de cenar subíamos al cerro un rato para estar los dos solos y volvíamos sobre eso de las doce de la noche. Así descansaba para volver a levantarme a las seis. Aunque hasta las siete no salía de la cama. Si Bill no se despertaba con la alarma me dedicaba a mirarlo y acariciarle, y cuando se despertaba, ambos nos acurrucábamos y pasábamos la hora entre besos y caricias. No puedo decir otra cosa que no sea que me siento bien con él. Se levantaba y desayunaba conmigo y después, cuando yo me iba, él volvía a la cama.

Con los chicos, bueno, las cosas estaban bastante mal. Por un lado estábamos Shiro, Gustav y yo y por otro Andi y Georg. Georg ni siquiera me miraba a la cara pero por el momento a mi parecía de puta madre porque tampoco quería que lo hiciera. No hasta que reconozca que se pasó. Y Andi... Andi en realidad no me importa si esta conmigo o en contra de mi.

El Miércoles, durante el almuerzo, le conté a Shiro lo que pasó con Jorge y el por qué. Se quedó mudo. Según me contó, gente de la Universidad le vio cogiendo a Bill obligándole a entrar al baño pero que no paso nada de lo que pretendía, por eso la expulsión de un mes. Y cuando se enteró de que "si paso", me dijo que lo tenía que expulsar del centro porque no podía permitir aquello, le hubiera dicho con gusto que lo hiciera, pero pensé en Bill y en cómo se sentiría él si toda la Universidad se enteraba de esto. Así que le pedí que esperara a ver que quería Bill, que lo olvidara, no quería pero al final le convencí. Le conté que ya había tenido dos sesiones con el psicólogo y este si quería ayudarle. Se sorprendió mucho cuando se lo dije.

Bill todavía no me había contado nada, ni del porque de no hablar, ni de esos ataques de rabia que le daban cuando se cabreaba. Pero no me importa porque sé que algún día lo hará. Mientras se habra con el psicólogo no me puedo quejar y puedo esperar.

Hoy era Sábado, así que no puse alarma para despertamos cuando nos apeteciera. Mama se iba con su amiga Sheila al pueblo de ella a pasar el día y vendría mañana. Así que teníamos la casa para nosotros solos.

Me desperté con los rayos de sol dándome en la cara, pero estaba tan a gusto que los volví a cerrar tapandome con la sabana la cara. Aunque lo que no me dejo dormir de nuevo fue Bill. Note su brazo rodeándome por la espalda, pegándose a mi y después sus labios repartiendo besos por mi nuca y mi hombro. Que bien se sentían. Me giré hacia él abrazándolo de la misma manera y le bese.

- Buenos días.

Me sonrió, me besó de nuevo y se acurrucó en mi pecho. Estos eran los mejores momentos del día. Despertar junto a la persona que quieres y que te dé los buenos días con tanto cariño.

- ¿Bajamos a desayunar? He oído tus tripas aunque intentes disimular. - se puso rojo y me reí. - Anda, vamos.

Salimos de la cama y tal como íbamos, Bill con mi pijama y yo en calzoncillos, fuimos a la cocina jugando y riendo. Me encantaba punzarle con los dedos en los costados y ver como se retorcía. Le hice sentarse en la mesa mientras yo preparaba café y tostadas. De reojo vi como me miraba de arriba abajo. Sonreí para mí mismo y seguí como si nada.

- Tenemos la casa para nosotros hasta mañana. - le dije mientras seguía preparando el desayuno.- Había pensado en llamar a los chicos esta noche, a Gustav y Shiro y tomar unas cervezas y pasar el rato. ¿Te apetece? ¿O prefieres que salgamos de fiesta? - me gire para ver que opinaba. Se acercó con el móvil en la mano, me hacia gracia como iba con él hasta al baño. Escribió y me lo enseño para que leyera "Lo que tu elijas me parecerá bien, además, tengo ganas de beber y echarme unas risas" - Perfecto entonces. Luego pensamos que hacer y les llamo.

Ángel o demonio. // Twc// NRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora