Cap - 4

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    Me desperté con la alarma a las seis de la mañana, la apague y volví a dormirme. De nuevo sonó a las siete y levante. Ahora empezaría mi rutina, como cada año. Levantarme, prepararme la mochila para el día, ducharme, arreglarme, desayunar y salir de casa. Pase a buscar a los chicos como siempre y en la puerta nos fumemos un cigarro antes de entrar junto al resto. Todos hablaban sobre la fiesta del sábado. La verdad que estaban animados y cada vez me entraban más ganas de ir.

Entremos dentro y cada uno se fue para su clase. Cuando entre Bill ya estaba en su mesa, me puse estúpidamente nervioso. Ni siquiera le saludé. Me senté sin mas y saque el libro junto a la libreta que tocaba y me dedique a pasar páginas a lo tonto para no tener que mirarle.

- Trumper, me han pasado esta nota para ti. - me dijo una compañera que se sentaba delante.

- ¿Quien? - le dije cogiéndola.

- Ni idea, no le conozco. Solo me pregunto si ibas en mi clase le dije que sí y me dijo que te la diera.

Se giró y yo me quedé mirándola dudando si abrirla o no. Al final la abrí, pero me quede como estaba. "No sabes quien soy pero no importa, lo sabrás el sábado en la fiesta". Pues vale. La hice una bola y la lance a la papelera, siquiera me fije si entraba o no. Me importaba poco.

Entró la profesora de historia de la música y paso lista. Empezó a explicar el primer tema. Joder, como me alegraba en estos momentos que fuera el último año. De verdad. Estaba hasta los cojones. Ya estaba deseando terminar la carrera para montarme mi propio estudio y crear mi discográfica. Si, ese era mi sueño y por el que me metí a estudiar. No pensaba pegarme toda la vida trabajando en lo que no me gustaba perdiendo la oportunidad de dedicarme a lo que realmente quería. Así que por eso estoy aquí, aunque las clases a veces me hacen querer salir de aquí. Pero si he pasado tres años, por uno más...

La clase se me pasó más rápido de lo que pensaba. En cuanto tocó el timbre me salí fuera a ver a los chicos.

- Como odio historia tío. Me dan ganas de largarme de la clase. - le dije a Gustav.

- Pues no eres el único. Nosotros hemos tenido canto. Me he quedado dormido. - ambos reímos.

- A mi ahora me toca... bue ni lo se. Solo se que es en clase. Y ayer ¿que? No apareciste por el bar.

- No pude, mi padre, ya sabes... cuando no tiene ganas de verse me llama para ir al taller a echarle una mano. - asentí - Ya me contó Georg lo del tío rarito.

- Bueno, tampoco te perdiste nada. - dije sin más para evitar preguntas.

Justo salio Bill a fumar y como ayer, se lió un porro sin problemas delante de todo el mundo y lo encendió. A ver, yo también me fumo alguno de vez en cuando pero, ¿en la universidad? Hoy tenía su pelo peinado hacia atrás, parecía otra persona con solo cambiar el peinado. Y hoy también iba vestido un poco más "normalito". Una camisa a cuadros roja y negra y unos pantalones vaqueros. Vaya choque de estilos comparado con todo cuero de ayer. Me miro y me pilló desprevenido, dio un golpe de cabeza a modo de saludo y se lo devolví. Lo normal hubiera sido que me hubiera saludado en clase, pero vamos, ya veo que "lo normal" no va con él.

- ¿Irá a la fiesta?

- ¿Quien? - pregunté apartando la vista de Bill y volviendo a mirar a Gustav.

- Pues el rarito. Quién si no.

- Am... no lo se. Ayer le pregunte pero no contestó. Creo, bueno... por lo que nos dijo Shiro creo que es mudo.

- ¿Mudo?

- No lo se, no me hagas caso, pero todavía no le oído hablar. Y Shiro le dijo a mi tutora que no le hicieran hablar. - frunció el ceño sin entender nada. Nadie entendía nada.

Ángel o demonio. // Twc// NRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora