Cap - 44

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  Habíamos salido a celebrar que Megan y Georg se habían comprometido. Justo dos semanas después que nosotros. Mama se quedo con el pequeño en casa de ellos, mientras ellos terminaban su gran noche en un hotel de cinco estrellas, la mejor suite para ellos solos, regalo de Bill y mio. Los pobres apenas salían por el pequeño así que decidimos hacerles ese regalo. Gustav se perdió a mitad de noche en la discoteca con una rubia que había visto desde primera hora, y con un poco de ayuda de todos, al final hablaron y se gustaron o al menos lo suficiente como para echar un polvo.

También, por desgracia, nos encontremos con Yoana. Sabía que algo tenía que pasar, y vino a intentar colarme la misma historia que intentó semanas atrás. Decirme que había visto a Bill por ahí con diferentes tíos, saliendo de cenas y por las noches, cuando Bill solo salía a cenar conmigo y si cenaba con alguien él mismo me pedía que le acompañara. Así que, no es que no le creyera, simplemente era imposible. A no ser que en este mundo existan dos Bill. Que ahora que lo pienso... No. Con uno me sobra. Después de que vio que conmigo no podía meterme la trola, fue a discutir con Bill para hacer que yo me enfadara con él. Se puso a gritar en medio de la discoteca como si Bill la estuviera acosando e intentado meterle mano. Por suerte Luis estaba por allí, y la cargó en su hombro sacándola a la calle gritándole que dejara de hacer el ridículo. No volvimos a verla y a Luis tampoco.

- No me lo creo. ¡¡Tom!! - me llamo Bill, yo estaba cerrando la puerta- Desde lo que paso, cerramos con llave y los dos cerrojos. Me acerque a él abrazándolo por la cintura.

- ¿Que no te crees?

- Mira hacia tu piso.

Seguí su mirada y vi la luz que salía del salón. Intente enfocar la mirada, no iba como para ponerme a jugar a los detectives. Empecé a reírme nada más que lo vi.

- Eso es exhibicionismo. Será cabrón.

Se veía claramente a Gustav sentado en el sofá con la rubia encima de él.

- Parece que lo están disfrutando.

- Pero tu... ¿desde cuando te gusta observar a los demás? - le dije haciéndole cosquillas.

- No, para. Para si no quieres que vomite. - alce las manos y pare en el acto.

- No, gracias. - dije con cara de asco, haciendo la broma.

- ¿Quieres algo de comer? - dijo caminando a la cocina. Bill era aficionado a comer cuando salíamos de fiesta.

- Mmmm.... tengo pensado algo mejor.

Lo vi cogiendo algo de la nevera y llevárselo a la boca. Le seguí y le abrace por la espalda pegando su cuerpo al mío.

- Tengo una ligera idea de lo que te apetece.

- ¿Y a ti no? - empecé a besarle el cuello y dejó caer la cabeza hacia un lado.

- Mmmm contigo... siempre.

Le seguí besando y tocando su pecho. Me apetecía hacerlo como esa vez. Loco, desenfrenado, con pasión, con ganas. Dicen que no hay mejor amante que tu propia pareja. Así que esta noche quería tener a ese amante.

Seguí besando y mordiendo su cuello, su oreja, su hombro, mientras iba acariciando poco a poco con mi mano su cuerpo hasta que la deslicé bajo sus pantalones.

- Tom... Tomi...

Le acaricie hasta el punto que él mismo saco mi mano y se volteo a besarme con ansias. Me quito la camiseta y le empuje contra la encimera con un poco de fuerza.

- ¡Ah! - se quejo.

- Lo siento.

Cogí sus mejillas y le seguí besando. Mordiendo su labio inferior, tirando de él, recorriendo sus labios con mi lengua y buscando la suya. Note como metía sus manos bajo mi pantalón apretando mi culo. Ahora mismo, ahora mismo no podía pensar. Todo lo que quería era sentirle, amarle, quererle, morderle... Todo. Quería todo con él.

Ángel o demonio. // Twc// NRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora