- Tom, ¿te puedo pedir algo? - me pregunto Yoana mientras reponíamos los discos que habían llegado esta mañana.
- Claro, dime.
- Yo... bueno, es que, me han ofrecido posar, ya sabes, ser modelo, pero no estoy segura de si aceptar. A mi padre no le gustaría la idea.
- ¿A ti te gusta?¿Te gustaría ser modelo? - le pregunté.
- ¿Y a qué chica no le gustaría? - dijo sonriéndome. - Pero mi padre...
- Si te gusta olvida a tu padre y hazlo. Al final lo entenderá. Los padres son así. Muchas broncas pero luego, no pueden enfadarse con sus hijos. Además, si es algo que te gusta seguro que tu padre te apoya.
- Tu... ¿crees que soy... bonita para eso?
- Bonita no, eres preciosa. ¿No te has mirado nunca en un espejo? Eres mucho más guapa que muchas modelos, eso seguro. - le dije sinceramente. Y ella miró al suelo avergonzada.
- ¿Esta tarde libras verdad? - asentí. - ¿Porque no me acompañas? Me da vergüenza ir sola.
- Pero yo... te acompañaría pero no creo que me dejen pasar.
- Si te dejaran. Primero me haré unas fotos que me ofrecieron para mi. Ya sabes, para que las vea y luego decida.
- Am. Eso está bien. ¿Donde tienes que ir?
- Es la agencia de aquí al lado, la que está a dos calles.
- ¿Si? Allí trabaja mi amiga, es la peluquera y maquilladora. Te acompañare entonces, así la saludo.
- ¿En serio? - asentí, y antes de que me diera tiempo, estaba colgada de mi cuello. - Gracias Tom.
Seguimos poniendo los discos en su lugar y organizando un poco las estanterías. Odio como la gente coge discos para verlos y después los deja en el primer sitio que ven vació. Lo odio, aunque yo hacía lo mismo.
Fui al almacén a coger otra caja y cuando salí, Yoana estaba hablando con el jefe de Megan. Me acerque a ellos, estaban de espaldas a mi. Decidí acercarme y preguntarle qué tal estaba después de irse el viernes de casa de Megan como si hubiera visto un fantasma.
- Hola. - dio un pequeño saltito lo que me hizo gracia y sonreí de medio lado. - Perdón no quería asustarte. ¿Como estas? ¿Se reguló tu tensión?
- Em... si, si. Estoy mejor gracias. - dijo con su mano en el corazón, ¿tanto le asuste?
- Bien, me alegro.
- ¿Se conocen? - pregunto Yoana, asentí. - Oh, entonces, ¿no hay problema si me acompaña a las fotos? - le pregunto a Bilmonte.
- Esto... pues... yo...
- No hay problema si no puedo. Yo se lo dije pero ella quería que le acompañara. - le dije viendo que parecía que quería decir que no podía ir.
- No, no es eso... Bien. Puedes venir. ¿Yoana... puedo hablar un segundo... a solas contigo? - Yoana asintió y los dos empezaron a caminar.
Yo me fui con mi caja a otro pasillo a continuar con mi trabajo.
Me parece un tipo un tanto... raro. Su apariencia dice que es decidido y... bueno, luego parece que no lo es, si tartamudea hasta al hablar. No me imagino a ese chico dirigiendo en la agencia. Me da curiosidad ahora. Me gustaría verle en su trabajo, la verdad. Y es... bueno, es atractivo, porque negarlo. Me gusta. Pero no es Bill.
El fin de semana se pasó tan rápido. Los días aquí pasan rápido, lo que me gusta y me desagrada al mismo tiempo. Me gusta porque apenas tengo tiempo para comerme la cabeza, digamos que ahora mi tiempo de pensar y dar vueltas a mis ideas, a Bill, se reduce a los ratos frente a mi escritorio. Pero me desagrada porque los días sin él se van sumando tan rápido que apenas me doy cuenta.
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Ángel o demonio. // Twc// NR
Fanfiction(Aviso: +18.) Twc - No relacionado. "Me gustaría saber si eres un ángel que das alegría a mi vida, o un demonio que me castiga por estar enamorado de ti." Te espere, te pensé, te soñé. Tenerte de vuelta y no darme cuenta de que eres tú. Perdert...