Cap - 19

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 Esa mañana, mientras desayunábamos en casa de Bill, les contemos a los chicos todo. El cómo nos conocimos y el cómo nos separemos. Bill se vio en la obligación de contarle a Shiro todo lo que pasó para que entendiera el porqué de sus historiales y los cambios de colegios e institutos. Shiro se quedó con la boca abierta con la historias de Bill y entonces termino de entender lo poco que sabía de él. A Gustav le había cogido tanto cariño que tampoco le importó que lo supiera. Ambos le dieron un abrazo y le dijeron que estaban ahí para cuando él los necesitara. Fuera lo que fuera.

Y en momentos así me siento orgulloso de los amigos que tengo. Me han apoyado desde el principio con Bill, sabiendo que sería difícil por su problema pero ninguno me dijo que fuera imposible o que lo dejara. Bueno, los primeros días si. Todo hay que decirlo. Estuvieron conmigo y me prestaron su ayuda y compresión. Siempre, en los peores momentos, es cuando sabes a ciencia cierta con los que podrás contar. Y mi mejor amigo, el que yo creía mi hermano, que siempre estaría ahí, me falló el primero. Georg.

Llegó el viernes siguiente, y como pidió el psicólogo de Bill, los dos fuimos a la consulta. Nada más recibirnos Bill le saludo con un "hola" y una sonrisa de oreja a oreja. Este se quedo un poco sorprendido y nos hizo pasar.

- Bien Bill. ¿Cómo te encuentras?

- Bien. Muy bien.

- Tengo que preguntarlo, ¿sois... pareja? - dijo señalando nuestras manos que estaban unidas. Ambos nos miramos y con una sonrisa asentimos. - Bien, eso me alegra. De verdad. Conociendo vuestra historia me alegra sinceramente. Bien, ¿has sufrido algún episodio durante esta semana?

- Si... pero, bueno... no como siempre. Fue hablando con la madre de Tom, se culpo por lo que me paso, diciendo que ella podía haberlo evitado y me puse nervioso. Recordé los insultos de mi padre y... un cúmulo de todo. Y, bueno, empuje a Tom. Dos veces. Y le hice daño en la espalda. Y otra me puse algo nervioso y me tense al ver a... Jorge, ya sabe... - el psicólogo asintió así que di por hecho que sabía lo que pasó con él. - Pero Tom estaba conmigo y con respirar y mirarle a los ojos me tranquilice.

- Bien. - apuntó algo en los papeles que tenía en sus manos. - Tom, ¿como te sientes cuando Bill tiene esos episodios?

- Pues... mal. No se. La verdad no lo he pensado, solo... intento ver la manera de calmarle.

- ¿Y como lo haces?

- Pues suelo agarrarle y abrazarle, hago que me mire a los ojos o le susurro cosas... bonitas. No se. - que incómodo me sentía con sus preguntas.

- ¿Y después te sientes extraño o raro con él?¿Afecta a tu comportamiento hacia él?

- No. Para nada. Se que lo que hace en esos momentos no lo siente de verdad, está fuera de él, es algo que no controla. Cuando se tranquiliza, para mi acaba ahí. No cambió para nada con él.

- Bien. Ahora, ¿puedes salir? Así termino la consulta con Bill.

- Claro. - le di un beso a Bill y salí de allí a esperar en el banco.

Bill estuvo poco más de diez minutos dentro. Cuando salió, el Psicólogo se despidió de los dos. De vuelta a casa Bill me contó que le había dado para un mes si las cosas seguían así. Si solo tenia crisis así, no pasaba nada, pero si le daba peor, como las primeras que le llamáramos para pedir cita. Así que la cosa iba bien. Bastante bien.

Estábamos viendo una película como siempre, como habíamos acostumbrado ha hacer todas las tardes después de comer. Tumbarnos en el sofá de casa de mama y ver películas. Podríamos irnos a casa de Bill y estar más tranquilos pero así también le hacíamos compañía a mama. Ahora, casi todas las noches nos pasábamos a dormir a casa de Bill. Pocas eran ya las que pasábamos en mi casa. Mama no me puso ninguna pega, es mas, me dijo que hablara con Bill para irme con él e instalarme en su casa pero, me daba pena por mamá, no quería dejarla sola.

Ángel o demonio. // Twc// NRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora