Cap - 8

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- ¿Qué haces aquí?

- Me dijo tu madre que habías salido, y después de pasar por el bar de Maca y no verte, supuse que estabas aquí.

- Vale. Pues ya me has encontrado. Ya puedes largarte Georg. - estaba en el cerro, para variar, y Georg tenía que venir a tocarme los huevos, para variar también. Salí de casa después de comer y me subí aquí.

- Vamos tío, dame tregua.

- ¿Que? Yo no soy el que va jodiéndote con gilipolleces absurdas y me enfado porque pases más tiempo con otra persona. ¿Es que no lo entendéis nadie? Qué cojones tiene de malo que me guste pasar tiempo con Bill ¿eh? Qué cojones tiene de malo que me guste estar con él.

- No tiene nada de malo, pero apenas lo conoces hace una semana y lo metes en tu casa. No sabes como es. No le conoces todavía. Y sinceramente, no se como te pasas tres días sin mirarle a la cara y en un rato... joder que parecéis novios Tom. No sale de tu casa.

- Ese es mi problema no el tuyo. - le dije sin mirarle.

- Y lo se. Tom, joder, que te lo digo por ti. Si fuera por mi me encantaría que el ra.... que Bill fuera la persona de tu vida.

- Si, seguro, por eso actúas así. - dije más relajado pero de igual modo seguía cabreado.

- Te lo digo enserio. Solo es que... ya hemos visto cómo actúa en la universidad. Y te ha cruzado la cara más de un par de veces sin motivos y... ahora... ¿ahora que? Ahora parece que te muestra otra cara porque dudo que si se comporta así contigo estés así con él.

Me quedé callado sin saber qué decirle porque en parte tenía razón, y cómo explicarle que ha sido completamente diferente... que ha sido dulce, cariñoso...

- Tom, juro que quiero entenderte pero si no nos quieres explicar cómo son las cosas, es imposible.

- Si se portara contigo como se ha comportado conmigo estos días, te aseguro que tu mismo acabarías detrás de su culo.

- ¿Que?¿Detrás del culo de un tío? - ambos reímos. Georg no tocaría a un tío ni en sueños.

- Era un decir. Bill... es como tu has dicho, como si tuviera dos caras. No ha sido conmigo ni de lejos el que conoces, al contrario. Ha sido cariñoso y... dulce. No lo entiendo. No lo entiendo pero a la vez... me gusta. Me gusta mucho como es ahora.

- ¿Os habéis liado? Y no me digas que no porque tu cara lo dice todo.

- Entonces no tengo que contestarte. Pero no ha pasado nada más. Eso tenlo claro.

- Eso es lo que me cuesta creer y por eso quiero entenderte. Entonces, supongo, ¿que te gusta demasiado?

- Supones bien. Eso es lo que quiero que entendáis. Me da igual la fiesta, me da igual que me dejéis de hablar o lo que paso anoche. Me importa tres narices porque...

- Te importa mas él que tus amigos de siempre. - me corto. Y se me quedó cara de gilipollas. ¿Cómo podía pensar eso?

- ¡¡No!! ¿Que dices? Estoy hablando de fiestas y de que os siente mal que hable con él, no de que me importe mas él que vosotros. Eso no es así. Solo que siento como si me necesitara a veces. Que necesite que estén con él o un simple abrazo. Shiro nos dijo que no hablaba pero Bill me ha dicho que sí que puede hablar. Y me enteré de que tiene ansiedad.

- Pero os conocéis de hace una semana. No creo que te necesite tanto para sobrevivir. - dijo exagerando las cosas.

- Da igual... no lo entiendes. Déjalo Georg no quiero volver a cabrearme. - me levanté dispuesto a irme de allí, buscaba tranquilidad para aclarar mis ideas y pensamientos pero Georg me estaba jodiendo de nuevo.

Ángel o demonio. // Twc// NRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora