Cap - 23

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  - Tom... puedo... ¿puedo hablar contigo un momento? - no jodas, ¿lo va ha hacer?

Después de pensar en lo que estaba pensado esa pregunta me puso más que nervioso.

- Claro. Dime.

- No, aquí no.

Se levantó de la alfombra y me dio la mano para que lo siguiera llevando hacia el pasillo, a nuestra habitación.

- Eh... ¿donde vais cabrones?

- ¿Un rapidin?

- Como os envidio.

Nos gritaban y silbaban pero no hice caso. Solo pedía a quien estuviera aya arriba, que por favor, no me dijera que tenía curiosidad por liarse con Maria. Me hizo pasar a la habitación y cerró la puerta. Mierda.

- Escucha Bill, se lo que quieres y... joder. No se que decirte.

- ¿Sabes lo que quiero? - dijo acercándose a mi.

- Si, o eso creo.

- Pues dámelo. - dijo mordiéndome el labio inferior. ¿Que?

Me quede confundido. ¿Que no era que se quería liar con Maria? Siguió besándome y su lengua jugaba con la mía, que estaba más que lenta por las putas cervezas que llevaba encima. Bajo sus manos desabrochando mi pantalón mientras nos besábamos sin parar. Ahora entendía. ¿Quería que lo hiciéramos ahora?

- Bill... están... fuera...- le dije entre besos.

- ¿Y? ¿Acaso ven a través de las paredes? Vamos Tom, uno rapidito.

- Vas... borracho ¿verdad?

- Solo un poquito. - dijo poniendo cara de niño bueno.

- No me pongas esa cara.

Le agarré del culo y lo lleve hasta la cama. Ya está. Esa cara me podía y él lo sabía. Le bese y baje mis manos desabrochando sus pantalones. Bill se movía debajo de mi haciendo que nuestros miembros se rozaran. Me puse de pie para desabrocharme los míos y bajarlos, pero cuando asomaba mi miembro, Bill se puso de rodillas delante de mí dándome la espalda.

- Ya Tom... te quiero ya. - nunca lo había visto así. Digo, siempre nos habíamos tomado nuestro tiempo, ¿sería por el alcohol?

Me pegue a su espalda pasando un mano por su pecho mientras le besaba el cuello. No podía metérsela sin más, le haría daño, así que jugué con mis dedos en él.

- Mmmm... joder... ya Tom, te quiero a ti no a tus dedos.

- ¿Tan desesperado estas? - le dije mordiendo su oído.

- Te recuerdo que ayer me dejaste a medias.

Se dejó caer sobre la cama apoyando sus manos y fui entrando poco a poco en él. Cuando empezó a moverse de nuevo pegó su espalda a mi pecho, buscando con su mano mi pelo y pegándome a su cuello. Joder, como no habíamos probado esta postura antes. Me encantaba como su espalda se cuerpo se curvaba, pegando su cabeza en mi hombro y su torso tan estirado tan... joder, tan jodidamente sexy. Y las vistas que me estaba regalando tocándose a sí mismo.

- Dios Bill... me estas matando. - le penetraba una y otra vez perdiendo todo el sentido dejándome llevar por el placer completamente.

- Tu... si que me estas... ¡¡¡Ah!!

- No chilles...

Busque sus labios para callar sus gemidos y los míos, porque sentía unas inmensas ganas de gritar. Le notaba tan estrecho, que cada penetración me llevaba a la gloria. Un poco más, solo un poco más y...

Ángel o demonio. // Twc// NRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora