Cap - 11

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 Me dirigía a casa de Jorge. Mamá les digo a la Policía que Bill no estaba en casa, que se había ido y no sabíamos donde vivía. No se la creyeron pero se fueron. Después de hacerle creer que estaba tranquilo y que solo necesitaba despejarme un poco, salí de casa. Con una sola dirección. Y para allí que iba.

- ¡¡Tom!! - me gire, era Gustav. - ¿¿Dónde vas con tanta prisa??

- A casa de Jorge. - le dije bastante enfadado.

- Te acompaño. - levante la ceja porque ni siquiera me pregunto para qué iba allí. - Supongo que es por Bill, Georg nos lo ha contado. Estoy contigo. O con Bill... Con ambos.

- Bien. Pues acompáñame. - emprendimos de nuevo el camino.

Vivía a seis calles de la mía, pero no me importaba ir caminando porque así podría pensar mejor las cosas. Gustav acababa de salir de la universidad. Fui contándole lo que tenía pensado. No pensaba hacerle nada, solo acojonarlo para que retirara la denuncia, ese era mi único objetivo. Y que dejara en paz a Bill, claro está. Y de paso, que me contara lo que pasó para que Bill le pusiera la navaja en el cuello. Con los nervios de Bill solo hacía falta que le cayera una denuncia y encima por provocar el otro.

Gustav estuvo de acuerdo conmigo. Es más, me dijo que me apoya en ayudar a Bill y que él también quería conocerlo, que le intrigaba mucho su personalidad pero que parecía buen tío. Le dije que cuando estuviera más tranquilo, un día de estos ya quedaríamos a tomar unas cervezas. Pensé en que ha Bill también le vendría bien conocer a Gustav, así por lo menos no solo seriamos Shiro y yo con él. Le vendría bien sentir que alguien más estaba con él, ya que Georg y Andi y me han dejado más que claro que no están conmigo.

Lleguemos a casa de Jorge, por suerte vivía solo, así que no tendríamos problemas con nadie más allí. Toque al timbre y me coloque delante de la puerta a la espera de que abriera para empujarla, porque seguro que al verme intentaría cerrar. Y así fue.

- Abre la puta puerta. - dije lo más tranquilo que pude empujándola con mi cuerpo. - Abre si no quieres arrepentirte. Jorge... ¡¡me estas tocando los huevos!! - con toda mi fuerza conseguí empujarle y entrar Gustav y yo.

-¿Que cojones quieres? - dijo apartándose unos paso. Tenía la cara bastante destrozada y la nariz con algo blanco tapandola, seguro la tenía rota.

- Que retires la denuncia a Bill si no te las quieres ver conmigo, y sabes que puedo hacer de tus días un puto infierno. - hace años ya se las vio conmigo por lo mismo que con Bill. Me pillo con un tío y se pensaba que podría humillarme.

- Y una mierda. - dijo bastante valiente.

- Bien , en ese caso... - dije mirando a Gustav. Me gire de nuevo a él y le pegue un puñetazo en el estómago. - ¿Vas ha hacerlo? ¿O sigo? Tu eliges.

- Vale. Para. - tosía sin parar agarrándose el estómago encogido. - La retiraré pero no vuelvas a tocarme.

- Eso no depende de mi. Ahora iras y la retirarás. - asintió. - Vale. Y ahora vas a contarme porque Bill te puso la navaja en el cuello.

- ¡¡Porque está loco!! No le hice nada te lo juro.

- No me lo creo así que habla. Bill no actúa sin razones.

- ¡¡Esta para que lo encierren, coño!! A ti mismo te a pegado delante mio, y no le diste razones. Ese tío quería rajarme el puto cuello y tu lo defiendes. Gilipollas. ¿Tanto te pone la maricona? - esta vez no fui yo quien le pegó, Gustav se me adelantó y lo dejó en el suelo con otro puñetazo en el estómago.

- ¿No me lo vas a decir? Pues entonces te haré hablar. - me incliné hacia él, le arranque el plástico ese de la nariz y se la agarre. Si la tenia jodida, eso le iba a doler mucho más que otro puñetazo en el estómago. - Habla o sigo apretando.

Ángel o demonio. // Twc// NRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora