Cap - 14

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     Baje las escaleras después de dejar a Bill duchándose. Hable con él y me dijo que le daba vergüenza que mi madre nos hubiera encontrado así pero tampoco era para escondernos. Claro que no era para escondernos. Con mi madre hablo normalmente de forma abierta pero este caso es diferente, es diferente porque aquí hay sentimientos y no puedo tratarlo como algo sin importancia. Y además, más que nunca, me importaba la opinión de mi madre.

- Hola. - dije entrando a la cocina y algo sonrojado. Mamá estaba preparando el desayuno que había comprado antes de venir a casa. No imaginaba que volviera tan pronto. Apenas eran las diez de la mañana. - Esto.... yo.... - dije rascándome la cabeza.

- No tienes que darme explicaciones cariño. Ha sido mi culpa por entrar siempre en tu habitación sin pedir permiso.

- Ya lo se pero... también... bueno es tu casa...

- Y la tuya Tom. No digas tonterías. No me importa lo que hagas en tu habitación, además, ya sois mayores para saber lo que hacéis. Y también, no es que sea algo que haces a menudo... es más... Bill es el primero en casa. No me importa, de verdad. Me siento mal por... por... haberlos pillado... ya sabes. Ay Dios. Bill debe pensar que soy una entrometida.

- No mama. - me rei. - Pero si que voy a poner cerrojo a partir de ahora en mi cuarto.

- Me parece bien. - dijo riendo. - ¿Y Bill?

- En la ducha. Ahora bajará. ¿Que tal con Sheila?

- Bueno... - siguió con el desayuno y yo me senté en la mesa. - Ya sabes como es. Me gusta salir con ella para despejarme y cambiar de aire pero es... ufff... me trae loca con sus historias. Que mujer, no calla ni debajo del agua. - ambos nos reímos.

Sheila es amiga de mama desde jóvenes. Son muy buenas amigas pero son totalmente diferentes. Mi madre es tranquila y Sheila todo lo contrario. Termina con la paciencia de mi madre. Pero a pesar de eso, es su amiga.

- Mama. ¿Qué piensas de... bueno... lo mio con Bill?

- ¿Que que pienso? - se sentó a mi lado y me cogió de las manos. - No importa lo que yo piense. Importa lo que tu sientas. Lo sabes bien Tom. Nunca me metería en tu vida a no ser que supiera a ciencia cierta que estás cometiendo un error. Pero si quieres mi opinión de verdad, Bill me encanta para ti. Es buen niño, cariñoso, atento y te quiere y se nota. Si lo que te preocupa es lo otro, solo puedo decirte que si de verdad le quieres tienes que aceptar lo que venga.

- Lo se, y lo hago.

- Estar con una persona es comprenderlo, ayudarle y quererle. Bill es especial. ¿Sabes? Siempre pensé que acabarías con alguna de esas... - se rió. - Nunca pensé que acabarías con alguien tan...

- ¿Tan raro?

- No, cariño. Bill no es raro. Bill es diferente y eso es lo que le hace especial. A lo que refiero es que, bueno, ambos sabemos como eres. Nunca te hubiera imaginado al lado de alguien tranquilo, cariñoso... mas bien te imaginaba con alguien... completamente opuesto a él.

- Ya te entiendo. Yo, bueno, directamente nunca me había imaginado con alguien. - ambos nos reímos.- Es verdad. Nunca pensé sentir esto por nadie.

- ¿Le quieres? - trague saliva y le mire a los ojos a mi madre.

- Si... si, le quiero. - miró por encima de mi hombro, tras de mí sonriendo. Me gire y Bill estaba en la puerta completamente rojo. Me había escuchado.

Se acercó a mí y sin importarle que mi madre estuviera allí me beso. Y sobre mis labios noté como vocalizaba "Yo también te quiero". Un escalofrío me recorrió todo mi cuerpo, era la primera que hacia eso, hablarme, bueno, aunque sin voz, pero notar sus labios contra los míos y notar esas palabras... Me quiere. Le abracé con todas mis fuerzas haciendo que se sentara en mis piernas. Cuando rompimos el beso mamá nos miraba embobada y enternecida.

Ángel o demonio. // Twc// NRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora