UNTRUTH • PJM

Capitulo 17

No me detuve hasta que hubo cierta distancia e incluso, estaba con lágrimas en los ojos mientras manejaba.

-Te dije que te fueras

-no me interesa

-¡tu vida está en juego y tú me desobedeces!

-¡al igual que la tuya, idiota!

-¡yo no importó!

-¡no es cierto! -limpie mis lagrimas y me detuve a observarlo, su camiseta estaba manchada de sangre y apretaba con sus manos la herida, sudaba y tenía el cabello para atrás. -a mí me importas, Jimin

Estábamos relativamente a salvo, baje la velocidad y mire que su camiseta se manchaba cada vez más.

-debemos ir al hospital

-y decirles en el embrollo que nos metimos, ni lo pienses

-¡podemos decir que te intentaron robar!

-entonces llegará la policía y no tenemos una buena relación que digamos, no me creerán nada Hari

-pero...

-solo ve a mi piso

Estuve manejando 15 minutos más hasta su casa. Trataba de no mirarlo y cuando aparque, el ni se podía parar.

-yo puedo solo

-cállate -me acerqué a él y lo obligué a pasar su brazo alrededor de mi cuello, mientras lo cogia de la cintura. Yo sólo era un poco más baja que él, por suerte no era tan enana o no podría ayudarlo en nada.

-peso mucho para ti

-solo son unos pasos, deja de ser terco -íbamos a entrar al edificio pero se detuvo a mirar el auto

-genial, hirieron a Dusty -si, así llamaba a su mustang, si bien era de segunda mano, recuerdo que le costó mucho repararlo y pintarlo.

-estás sangrando y te preocupas por el estupido auto

-¡no hables así de Dusty! -patético, no le hice caso y con dificultad seguimos nuestro camino al viejo ascensor. Tardo mucho y la respiración de Jimin se agitaba cada vez más.

5 minutos después estábamos entrando a su pequeño departamento. Lo recosté en el sillón más grande y deje mi mochila a un lado para arrodillarme a los pie de este.

-déjame verla

-no... es nada -le lancé una mirada asesina, solo eso hizo falta para que se quite su camiseta. Esperaba que se la levante un poco, ¿Porqué tenía que tener el abdomen marcado?

Me distraía. Mucho.

En la parte inferior derecha de su abdomen estaba un corte del tamaño de mi meñique y podía pasar común rasguño de no ser porque no dejaba de sangrar.

-dios... Jimin es profunda -me entró un poco de pánico al ver un poco de carne viva. -¿Qué pasó?

-puedes apostar... Qué el otro... Que-quedo peor -hizo una mueca de dolor, no perdí el tiempo y de mi mochila saque la caja que contenía las cosas de primero auxilios. -me apuñalo... No vi de do-donde sacó la cuchilla

-debo desinfectarla y limpiar la sangre -asintió y comencé basear un poco de iodopovidona* en la gasa. -Jimin, va a arder