Capitulo 27

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Soy un desgraciado con suerte. 

Mirarla descansar en mi pecho, desnuda, con el cabello alborotado y sus piernas entrelazadas con las mías era lo más bello que podría encontrar ni bien despertaba. Y eso que me veía en el espejo todas las mañanas.

Ni siquiera vine con intenciones de hacer el amor, en un principio solo estaba molesto por lo del beso con el otro idiota y ahora no le puedo estar más agradecido.

-¿qué hora es? -murmuro aún adormilada, se veía tan linda abrazando mi cintura y no tenía intenciones de moverse.

-tarde

-no me digas -sonrío y al fin abrió esos hermosos ojos marrones, acaricie su mejilla y la atraje hacia mi boca. Estuvimos mucho tiempo besándonos, uno de esos besos prologados que te hace estremecerte.

-¿Cómo terminamos así? -ella se apretó contra mi, delineo mis labios con su dedo y sonrió.

-tú me provocaste

-si claro y tú qué no querías -respondí divertido, apoyó su mentón en mi pecho y de esa forma mirarnos. Tal vez era un riesgo volver con ella, pero no hay otro lugar donde quisiera estar. solo a su lado. -ayer, fui un idiota

-lo eres cada vez que sientes celos

-el tipo te beso

-¿Quieres volver a discutir, Park?

-no, pero no me pidas que no vaya tras ese idiota

-solo no lo golpees, te he dicho que eso no soluciona nada

-esta bien , lo juro -luego de convencerla se recostó una vez mas en mi pecho, paso un brazo por mi pecho y se acurruco apoyando su tierna mejilla sobre mi hombro. -tengo que ir a ver a Choi

su mirada cambio totalmente, aunque quisiera seguir en nuestra burbuja de felicidad y amor, debía ocuparme de ese problema cuanto antes.

-no quiero que vayas -me abrazo y escondió su rostro en mi hombro, el roce de sus senos con mi pecho estaba despertando a mi amigo. Concéntrate Jimin.

-estaré bien, Hari

-deberías decirle a los chicos

-nena, te dije porque no lo hago -se sentó con la sábana cubriendo su cuerpo, era preciosa. Acune su rostro con mis manos y comencé a esparcir besos por todo su rostro. Le encantaba cuando hacía eso y a mí me enternecía sus risitas.

Por último termine tomando sus labios, solo con sentirlos mi cuerpo se estremecía por completo y aún me sorprendía el poder que ella tenía sobre mí. He estado con varias chicas, lo admito, pero ninguna lograba enloquecerme como Hari lo hacía.

-tengo hambre -susurró y no pude evitar reír, no le interesaba romper un beso si se trataba de comida.

-vamos a desayunar entonces

-no hablaba de eso -ese brillo en sus ojos y la mirada pícara que tenía lo dijo todo.

¡Cómo no volverte loco con una mujer así!

-nunca debiste decir eso, Hari

Pero solo sonrió y con lentitud quito sábana de su cuerpo, era hermosa. Sus pechos eran medianos, su cintura no era tan angosta y eso me gustaba, sus curvas eran sexys.

Recuerdo lo tímida e insegura que era en un principio y la entendía, yo solía tener unos kilos demás y era más gordo hace años. mi autoestima estaba por los suelos. Ella no lo fue ni es, aun así no se sentía conforme con su cuerpo pero no me cansé de repetirle lo perfecta que era para mí.

UNTRUTH • PJM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora